✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]

C a p. 28 🌟

❤ Narras tú ❤

Obecedí sus palabras, quedándome atenta a cuando fuera a darme su señal. Mientras tanto, ambos observábamos a los Dragones volar a nuestro alrededor.

¿?: ¡Chicos, ya! --. Gritó, y otros jóvenes salieron de entre los árboles, empezando con un plan que seguro ellos idearon. Uno llevaba una capa de invisibilidad, otros tres unos artefactos que ni yo sabía bien que eran, otro una espada y el último una sartén. Si bien no sabía que iban a hacer, estaba segura que nos la sabríamos idear. En eso, Hiro apareció en el cielo, y junto con Baymax atrapó a uno de los dragones. Baymax intentaba mantenerlo quieto, y mientras tanto, Hiro luchaba contra el jinete. -- ¡Ahora! --. Volvió a expresarse el castaño, a lo que yo corrí hacia unos árboles mientras tomaba una de las flechas; me di la vuelta con rapidez y volví a disparar, esta vez hacia el jinete que estaba luchando contra Hiro. La flecha se incrustó en una de sus piernas, así que el azabache lo pudo atrapar al fin, y Baymax logró deshacerse de la armadura del Dragón; de este modo, el animal pudo escapar y ser libre al fin.

Por otro lado, aquellos jóvenes intentaban luchar contra el Dragón; tratando de hacerlo bajar para poder atacar de mejor modo, pero no estaban teniendo resultados. El jinete era muy habilidoso, y sabía controlar bien al Dragón. Cada vez se fueron acercando más a la aldea, y eso me preocupó.

Hiro bajó un poco con Baymax, y los demás jóvenes se acercaron a donde estábamos.

Hiro: No creo que podamos llegar a tiempo.. Maldición, ¡¿Dónde rayos se metió Raziel?! --. Exclamó enfadado, y mientras tanto, yo trataba de idear algo, pero era difícil estando bajo la presión de que si no hacía algo, quien sabe cuántas personas saldrían lastimadas.
Justo en ese instante, vimos pasar a Raziel volando por el cielo, junto con otras hadas nocturnas. Pasaron a gran velocidad, que casi se nos hizo difícil saber que eran ellos. Ante eso, los jóvenes siete corrieron hacia la aldea, y yo intenté ir tras ellos, pero mi vista se puso borrosa, y empecé a dejar de sentir las piernas.

Lo último que escuché, fueron los llamados de Hiro, para después cerrar los ojos y dejar de sentir. Uno, dos... Tres, desperté en mi habitación.

.  .  .

Me senté en mi cama, tallando mis ojos y mirando a mi alrededor, atontada. Parecía como si todo hubiera sido un simple sueño... Como si nada nunca hubiera ocurrido.
Miré hacia mi mesita de noche, tomé mi celular y lo encendí para ver la hora. 7 a.m., del día 17. En ese momento, recordé el día donde encontré el collar mágico en el árbol que se encontraba en mi patio trasero... Ese día era 16. Pero, ¿Cómo? No pudo haber pasado tan poco tiempo.

Escuché unos pasos por el pasillo; era mi madre, quien se dirigía al baño, pero al verme detuvo sus pasos.

Mamá: ¿Qué haces despierta tan temprano?.. --. Cuestionó aún algo adormilada.

-- ¿Qué pasó ayer? --. Fueron las palabras que pudieron salir de mi boca. La mujer, frunció el ceño. No parecía entender por qué le preguntaba aquello.

Mamá: ¿Por qué?... Terminaste la escuela.. Estuviste aquí en casa, y te fuiste a dormir bastante temprano.. ¿Acaso no lo recuerdas? --

No podía ser cierto, ¿Verdad? Pasé meses dentro de otros mundos, no podía haber pasado sólo una noche. Miré desconcertada hacia el techo, llevando mi mano hasta mi pecho para tocar el dige del collar. Hiro, ¿Qué pasó con él? ¿Qué sucedió con los demás?... ¿Tan sólo fue producto de mi imaginación?.. Todo terminó siendo un sueño.. Uno de los más reales que pude haber tenido en toda mi vida. 
Pero, no quiero aceptarlo. No puedo aceptar que después de todo lo que pasé allá, no haya sido real.

Desde ese día, pasó una semana en la que casi no interactuaba con nadie. Todo seguía siendo tan normal como siempre... Mi hogar, las personas de mi alrededor, la ciudad de todo los días. Realmente parecía que, no había tenido más que un sueño lúcido.
Fui ridícula al pensar que algo así sería real.. Pensar que sería alguien tan importante como para ser la salvadora.

Algo inusual que empezó a suceder, es que en la entrada de mi hogar, encontraba plumas negras.. Eran muy hermosas, pero, era extraño que cada vez que yo habría la puerta, encontrara alguna. También empecé a ver nombres de los chicos... "Hiro", "Norte", "Shetakki", etc., en lugares donde menos me lo esperaba.
Lo que más me impactaba, era verlo a Hiro. Caminar por la calle y ver por el rabillo del ojo, pasar junto a mi. Voltearme rápidamente, y nada. Como un fantasma. Me había apegado emocionalmente a ese azabache.. Pero, ¿Cómo no haberlo hecho? No sólo era un gran chico, si no que, pasé tanto tiempo con él como si hubiera tenido una nueva vida.

Dolía, y me entristecía. Quería hacer algo, quería intentar volver, pero, ¿Cómo?.