✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]

C a p. 21 ✨

♥ Narras tú ♥

Terminaba de cerrar esa gran puerta con el mayor sigilo posible, para no llamar la atención de nadie. Ya había llevado un buen, buen rato charlando con los demás; ya sabía desde dónde era la mejor zona de pesca en Berk, y el mejor lugar para hacer un picnic en Arendelle. Todos seguían siendo igual de amables que en sus propias películas... Se sentía bien estar entre ellos. Pero ya era momento de que me diera un respiro, así que por ello me estaba "escapando" sigilosamente.

Cuando fui a dar un paso sobre un escalón de la escalera, una voz me hizo pegar un pequeño salto por la sorpresa.

Hiro: De ellos, claro, pero de mi no podrás librarte nunca.. --. Dijo el azabache, estando sentado al final de ese bonito barandal que tenía la escalera. -- Se te veía bien hablando con los demás, por eso no quise molestarte --

-- Si, es lindo, pero ya quería salir un rato... Mucho más sabiendo que tenemos un inmenso bosque frente a nosotros --. Respondí, ahora bajando esas escaleras con más tranquilidad. Siempre había tenido ese pequeño deseo de explorar o pasear por un bosque; y quizás ya podría ser el momento de cumplirlo.

Hiro: Entonces vamos, me agrada la idea --. Expresó mientras se ponía de pie. Seguidamente, los dos nos encaminamos fuera de ese gran jardín para luego, empezar a caminar a través del bosque.

No me costó mucho darme cuenta que nos encontrábamos dentro de un bosque mágico. Hadas, elfos, y demás criaturas vivían por allí. Siempre que pasábamos cerca de algunas, estas nos miraban con cierta atención.

Hiro: Salúdalos, que serán tu reino... --

-- ¿Ah? --

Hiro: Que qué bonito es ese árbol, ¿Lo vez? Tiene muchos brillitos --

-- Ajá... --. Sonreí leve, ahora sabiendo que me había enterado de algo que aún no debía de saber. No era raro que a Hiro se le escaparan algunas cosas.

No me había percatado de que, a medida que caminábamos; nuestras manos se rozaban ligeramente con cada movimiento. Así fue hasta que el pelinegro tomó valor y tomó mi mano de manera delicada, dando un suave apretón al final.
Me di cuenta al instante de esa acción, sólo que quise hacerme la distraída. Era linda la sensación de sentir su tacto.

Nos detuvimos frente a un lago, donde unas hadas danzaban sobre el agua con gracia y belleza. Sincronizaban muy bien sus movimientos, y cada uno de estos eran delicados.. Era lindo verlas bailar así.

Hiro: _____... --. Resonó su suave voz, haciendo que girara un poco la cabeza para verle. -- Hay algo que he querido hacer desde hace unos días.. Y creo que este es el momento indicado. No podría ser tan imbécil para desperdiciarlo --

A todo eso; mientras hablaba, posó su mano libre sobre mi cintura y de a poco me giró, para que pudiéramos quedar frente a frente. 

-- Ah~, pensé que sería yo quien tendría que dar ese paso... --. Comenté con algo de diversión, a lo que él soltó una suave risilla. Me miró a los ojos por unos segundos, mientras me apegaba lentamente a su cuerpo, como si no quisiera que nadie me alejara de su lado. Mi corazón se aceleró, y me sentí bastante nerviosa por un momento; tanto que quise decir algo más antes de que sucediera algo, pero el azabache juntó nuestros labios en el momento indicado, dejándome sin palabras. Estaba sucediendo, y no era otro sueño, era real.

Fue un beso pequeño, pero cargado de sentimientos que serían difíciles de expresar con tan solo palabras. Hiro sentía lo mismo que yo, y ahora lo sabía con exactitud.

Cuando nuestros labios se separaron; en busca de ese poco aire perdido, Hiro juntó nuestras frentes para no romper por completo esa cercanía. Acarició con suavidad mi cintura, mientras aún nuestras manos permanecían entrelazadas. Quien diría que, mi "amor de sueños" se haría realidad.