C a p. 8 ⭐

2.8K 272 61
                                        


💙 Narra Hiro 💙

Y así estuvimos intercambiando palabras por un largo rato; conociéndonos cada vez más... Y siendo sinceros, _____ era más interesante de lo que creía. Por más que tuviera una simple vida como las demás personas, ella tenía ese "algo" que hacía todo diferente.
No solamente hablamos sobre las cosas de color de rosa de la vida; si no que, también hablamos de los malos momentos... Como por ejemplo, varios de sus problemas familiares. Al parecer, su padre ya no la quería; y estaba reemplazándola por la hija de su actual pareja. No cabian dudas que al saber aquello, unas inmensas ganas de hacerle frente a su padre se aparecieron en mi interior... Es que, maldición, ¿Cómo podría hacerle eso a su propia y única hija?.

Aún así, _____ me había dado a entender que ya no le importaba; y que no le necesitaba para ser feliz. Por eso, esbocé una pequeña sonrisa... _____ sabía llevar bien sus problemas.


Cuando nos aburrimos de estar en aquél prado, ambos nos levantamos del césped y empezamos a caminar sin rumbo alguna, sin romper aquella linda charla que habíamos entablado. Poco a poco, empezaba a sentirme más y más cercano a _____.

Terminamos por llegar a una plaza. Una pintoresca y amplia plaza en la que no habían muchas personas...
Lo más llamativo de allí, era su centro; el cual estaba lleno de unas hermosas flores amarillas.

______: Oh... Este lugar... --. Murmuró, mirando a su alrededor mientras daba algunos otros pasos.

-- ¿Has estado aquí antes? --. Di unos pocos pasos, junto con ella; mirándola mientras esperaba alguna respuesta de su parte.
Ella asintió levemente con la cabeza, y sonrió.

_____: Cuando llegué a este mundo... Caí ahí, en esas flores --. Respondió, soltando una leve risita.-- No dolió nada.. --

Reí con ella, acercándome un poco a aquellas bonitas flores; queriendo hacer una "foto" con tan solo mi mente, para no olvidar el primer lugar donde _____ había estado, en la hermosa ciudad de San Fransokyo.

Me quedé pensativo por un momento, y cuando algo se me ocurrió, sonreí.
Sabía que _____ debería de estar algo tensa por lo que iba a pasar... Así que, mi deber sería darle momentos tranquilos, para que pudiera relajarse de vez en cuando. Si no, no sería bueno que estuviera siempre estresada.

-- ¿Vamos a tomar un helado?, Es un lindo día para hacerlo --

______ lo pensó por unos segundos, pero pronto terminó aceptando. Ya era hora de un momento más... "Normal".
Juntos, caminamos hacia la heladería más cercana. Cada uno pidió su sabor favorito, y obviamente, yo pagué todo por dos razones; una, porque ______ no tenía dinero. Y dos, porque yo le estaba invitando el helado.

Nos sentamos en unas mesitas que estaban a fuera de la heladería, y comenzamos a comer nuestro helado. Mientras tanto, seguimos con aquella charla que, siendo sinceros, me encantaba. La pequeña salvadora y yo, cada vez nos conocíamos más. Cosa que nos transmitía más confianza a ambos.
Cuando nos terminamos los helados, nos quedamos allí por un rato más; disfrutando del ambiente, sin querer romperlo. Aunque al final, decidimos irnos. Había recordado que había dejado un pequeño proyecto sin terminar en mi salón de la universidad... Así que, ¿Qué mejor idea de llevar a _____ conmigo, a que me ayudara?.

Juntos nos encaminamos hacia aquél lugar; a paso tranquilo, sin mucha prisa. Después de todo, aún teníamos un buen tiempo.
Estando ya dentro del edificio, caminamos por los pasillos hasta llegar a mi pequeño salón; el cual antes le había pertenecido a Tadashi...

Me entristecía pensar que él nunca llegó ni podría llegar a conocer a _____. Conociéndolos a ambos, sabía que podrían llegar a llevarse bien. Pero, la vida fue injusta con él, y conmigo. Lo único que me quedaba, era recordarle siempre.

-- Como verás... Hay bastante desorden --. Reí levemente avergonzado; mientras le abría la puerta para que pudiera pasar primero. Y una vez lo hizo, entré, cerrando la puerta detrás de mi.

______: Tranquilo, no eres el único que tiene un desorden... --. Respondió con voz suave, dando algunos pasos mientras observaba varios de mis objetos y herramientas. Seguramente, era la primera vez que veía tantas cosas así.

Me acerqué al escritorio mientras suspiraba de forma leve; un poco más aliviado al saber que no era el único desordenado.
Me senté allí; y comencé a tomar las herramientas que necesitaría para poder terminar ese pequeño robot... El cual, era uno simple; el cual su única función sería ser un pequeño amigo/compañero.

-- ¿Te gustaría ayudarme a terminar esto? --. ______ se acercó a mi, mirando con atención lo que estaba sobre el escritorio. Tomó algunas piezas entre sus manos, para observarlas.

______: No creo ser muy buena en esto... Pero lo intentaré. Siempre me interesaron estas cosas --. Expresó con una sonrisa leve en sus labios; levantando la mirada para poder conectarla con la mía.

-- Suena genial... Y, no te preocupes, te iré dando indicaciones --

Dicho aquello, ambos comenzamos a armar aquél robot. ______ siempre hacía lo que yo decía, y gracias a eso, iba aprendiendo algunas cosas. Esperaba que no se le olvidasen... Podrían servirle algún día.

Ambos, de vez en cuando, nos equivocabamos en algunas cosas. Y en vez de enfadarnos, reíamos. Creo que éramos los únicos dos locos que se andaban riendo de tal manera.

Un rato después, ______ salió un momento del edificio. Dijo que había recordado algo, o que debía de ir a algún lugar.
Iba a acompañarla, pero me pidió que me quedara allí... Algo que me extrañó. Hasta ahora, la había acompañado a todos lados... Menos cuando conoció a Shetakki. Si no me equivocaba.

❤️ Narras tú ❤️

Todo ese rato había sido muy lindo a decir verdad. La pasé muy bien con Hiro, y me divertí bastante. Gracias a él, me olvidé de todas las cosas que llegarían a pasar algún día...

Pero, de repente, había empezado a escuchar la voz de Tadashi... Eran como susurros, que al parecer, sólo yo podía escucharlos. Ya que Hiro nunca había dicho nada sobre si había escuchado algún ruido.

"______..."

Otra vez. No podía dejar de escucharlo... Me estaba llamando. Y al parecer, no se detendría hasta que yo misma fuera hacia el lugar que él quería.

En ese momento, estaba caminando hacia quién sabe dónde... Sólo seguía la voz de Tadashi, que cada vez, se escuchaba más y más cerca.

No tenía un muy bien presentimiento sobre esto... Ya había visto el alma de Tadashi más de una vez. Y ahora, estaba escuchando su voz. ¿Qué pasaría después? ¿Aparecería en mí cama mientras durmiera?. Nadie lo sabe...
Lo único que esperaba, era que no fuera nada terriblemente malo.

✧ Entre Mundos ✧ [Hiro Hamada x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora