「Encuentros」 Pt. 2

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Mo Xuanyu se había separado del lado de Yue Guang en un descuido. Ambos habían terminado yendo en direcciones opuestas sin siquiera notarlo.

Cuando se dio cuenta, inmediatamente comenzó a buscar a Yue Guang, pero entre todas las personas que pasaban y lo empujaban, terminó chocando contra alguien.

—Ah, ¡lo siento!

Mo Xuanyu rápidamente se disculpó, sin embargo, al subir su mirada, la blanca figura parada en frente suyo lo observó con atención, haciendo que Mo se pusiera nervioso e intentara esquivarlo.

Cuando estaba a punto de salir corriendo, la mano de aquella figura lo tomó por la muñeca.

—Tú..

Mo Xuanyu sintió su alma escaparse de su cuerpo. Su rostro empalideció e inmediatamente comenzó a temblar.

—P-por favor, suélteme.. N-no me toque..

Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, llamando la atención de las personas que circulaban a su alrededor.

Ver un hombre adulto siendo acosado por uno más alto al punto de parecer un cachorro asustado no era cosa de todos los días. Algunas personas parecían preocupadas, pero ninguna se animaba a hacer algo. Tan sólo murmuraban y los miraban.

Mo Xuanyu sentía sus miradas, escuchaba sus murmuros. ¿Por qué todos lo veían? ¿Él estaba haciendo algo malo? Él no estaba haciendo nada malo, sólo quería volver a encontrar al señor Yue e irse lo más pronto posible, pero un hombre lo estaba tocando. ¿Por qué no lo soltaba? ¿Qué quería de él?

Cuando parecía que los nervios de Mo Xuanyu estaban a poco de romperse, otro hombre se abrió paso entre la multitud con apresurados pasos. Cuando llegó al frente finalmente lo noto.

“¡Señor Yue!”

—Suelta a A-yu.— Yue Guang mencionó de manera tajante para después apartar la mano que sostenía la muñeca de Mo Xuanyu.

Tan pronto como lo hizo, su mirada se encontró con la de aquel hombre vestido de blanco.

El hombre era alto, con una complexión fuerte. Las facciones en su rostro eran masculinas, pero delicadas, como si se hubiesen esculpido con mucho cuidado. Sus ojos, de un hermoso color miel, tenían una mirada tanto profunda como intimidante, adornados por unas largas pestañas. El largo cabello que caía sobre sus hombros era de un tono negro azabache, el cual hacía lucir más pulcra la cinta blanca que cubría su frente. Toda su ropa era tan blanca como la escarcha; sus botas, su pantalón y su túnica lucían inmaculados.

Él era la definición perfecta de un Adonis.

Al principio Mo Xuanyu no lo había notado por lo asustado que estaba, pero después de ver el guqin en su espalda, no tenía duda alguna. Él era el hombre que los había salvado en la villa Mo, el HanGuang-jun de los jóvenes discípulos.

Yue Guang lo miró con admiración, pero la mirada del hombre parecía de confusión. Definitivamente era la mirada de alguien que contenía sus palabras.

—Tengo la impresión de que te he visto en algún otro lugar... ¿Nos conocemos?— Cuestionó Yue Guang al hombre.

La expresión de Lan Wangji parecía oscilar entre la duda y la molestia, pero no dijo nada. Sólo observó a los dos hombres parados en frente suyo, los cuales compartían algunas características.

—Usted es..

—HanGuang-jun.

Lan SiZhui llegó al lugar antes de que Mo Xuanyu pudiera llegar a esa conclusión. La mirada de Mo Xuanyu se iluminó al ver como el par de figuras blancas se acercaba.

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