「Error」

「Segundos pensamientos」 Pt.2

Mo Xuanyu asomó su cabeza para ver cómo Jingyi se alejaba con rapidez.

Durante su periodo de formación en Lanling Jin había escuchado sobre alumnos que, por algún motivo, eran enviados a estudiar en GusuLan. La mayoría se quejaba del estricto reglamento a seguir y la aburrida vida que eso conlleva, sin embargo, él nunca tuvo la oportunidad de experimentarlo por cuenta propia.

Ésta era la primera vez que estaba en el clouds recess, y su primera impresión fue impecable; aunque, lastimosamente, ahora que Jingyi no estaba temía perderse si se alejaba solo.

Lan Jingyi, una vez tomó una distancia considerable, se detuvo un poco agitado bajo la sombra de un árbol.

Hacía un momento atrás ¿qué acababa de suceder? ¿Por qué se había avergonzado así? Inclusive huyó sin más, pero no había hecho nada malo, entonces ¿por qué huir?

Lo único que hizo fue obedecer a una tarea fácil, además no era la primera vez que despertaba al señor Mo, ¿por qué era diferente ahora? ¿Qué pasó que antes no?

En ese momento, un fugaz recuerdo llegó a su cabeza, mismo que le hizo suspirar con el ceño fruncido y algo de pesadez.

—¿Estás bien, Jingyi? Desde hace unos minutos que pareces preocupado por algo.

Al ver inútil el continuar llamando a Wei Wuxian, Lan SiZhui se dirigía a notificarle a su HanGuang-jun, pero en el camino se encontró con Jingyi, estático y pensativo, al cual decidió acercarse para saber el motivo. Su expresión resultaba complicada, viéndose notablemente contrariado, por lo que guardó silencio hasta que vio oportuno el cuestionar.

Lan Jingyi estaba tan ensimismado que ni siquiera había notado su presencia, asustándose al apenas escuchar una segunda voz tan cerca.

—¡!.. ¿Quién...? Ah, SiZhui, eres tú..

—Has estado actuando más errático de lo normal. Si tienes algún problema sabes que puedes decírmelo.

—¿Yo? ¿Un problema? Jajaja... ¿qué podría ser? Creo que solo no he dormido bien recientemente..

No quería pensar demasiado en ello, muy probablemente estaría malinterpretando sus sentimientos y todo se resolvería por su cuenta. De nada serviría preguntar al respecto, mucho menos decirlo, por lo que con su habitual animosidad, negó.

Algunas horas habían pasado y, entre cobija y cobija, Wei Wuxian finalmente se decidió a salir de la cama y enfrentar la inevitable realidad.

“Bien, ahora que estoy aquí, supongo que el viejo Qiren no estará feliz de verme”, pensó mientras salía de la habitación de Lan Wangji.

Tal vez no recordaba lo que había pasado durante los últimos veinte años, pero si de algo podía estar seguro es que ese hombre lo odiaría hasta su último aliento, más ahora si lo encontraba en la habitación de su discípulo favorito.

“No parece que éste sea un lugar muy concurrido, supongo que estaré bien mientras no me mueva de aquí”, continuó hablando internamente mientras paseaba fuera del Jingshi.

Poco esperaba que, a tan sólo unos metros, un confundido Mo Xuanyu bloquease su camino junto a algunos conejos que no paraban de intentar escalar sus piernas.

—¡Señor Yue, es usted! Me alegra encontrarlo.— Mencionó Xuanyu mientras sonreía aliviado hacía su mayor.

—¿De dónde has sacado esos conejos? No, más importante aún, ¿cómo has venido hasta aquí?

Sobre los brazos de Mo Xuanyu yacía una pequeña bola de pelos acurrucada cómodamente contra su pecho; Wei Wuxian, descuidadamente, lo tomó por las orejas y lo levantó para verlo, lo cual irritó al conejo.