「Error」

「Segundos pensamientos」 Pt.1

Tan pronto como Jingyi y SiZhui se llevaron a Mo Xuanyu, se hizo silencio en presencia de Jiang Cheng, quien lucía en principio molesto.

Algunos seguían con dudas respecto a si debían actuar y buscar al responsable del disturbio o no, pero ninguno se atrevía a preguntar.

Fue entonces cuando, mostrando una pasividad poco común, Jiang Cheng les ordenó dispersarse, asignando a un único grupo investigar manteniendo un perfil bajo.

Las personas comenzaron a apartarse, el sol estaba por ocultarse y había un horario que seguir, pero él permaneció allí un poco más, pensando con detenimiento.

Esos ojos tan expresivos, esa mirada tan triste. De todas las cosas que pudo mostrarle, ¿por qué había sido esa? ¿Es que a caso en sus ojos sólo había temor?

Tal vez ¿se había excedido? .. no, eso era imposible, con Wei Wuxian siempre había sido así y nunca se comportó de una manera similar. Era, inclusive, capaz de apuñalarlo y él permanecería inmutable. Entonces ¿por qué él era diferente?

Parecía como si con tan sólo una mirada fuese capaz de romperse. Era tan frágil.. ¿cómo puede alguien que se parece a ti ser tan distinto?

A lo largo de su vida, no había mirada que él no conociera. Molestia, tristeza, felicidad, envidia, curiosidad. Inclusive miedo, más en los últimos años, pero ¿por qué ésta vez se sentía diferente? ¿Qué la hacía tan especial como para evitar que la olvidara tan fácil? ¿Era a caso porque se parecían tanto?

Parecía que por más que lo pensara, no podría llegar a una conclusión satisfactoria. Cuando estaba a punto de retirarse, logró ver a la distancia un objeto que yacía junto al árbol donde previamente descansaba Mo Xuanyu. Allí, descuidadamente, había sido abandonada una vez más la flauta de bambú que tantos inconvenientes había causado.

Jiang Cheng se acercó y la tomó entre sus manos, admirándola con la brevedad que su repentina distracción le permitió.

Quizás realmente no era Chenqing después de todo, pero el tan sólo sostenerla y sentir su grabado entre sus dedos traía a él una oleada de recuerdos, llevando consigo sentimientos que tal vez estaba mejor sin recordar.

Sin importar lo mucho que lo intentara ahora, era difícil dejarlo de lado.

Con un suspiro cargado de pesadez, decidió caminar para despejar su mente y aclarar un poco sus pensamientos.

Esa no fue la mejor decisión que pudo haber tomado.

Pese a que los edificios de la gran secta, en su mayoría, habían sido reconstruidos, en esos lugares aún se encontraban valiosos recuerdos irreemplazables.

Era como si a cada paso que diera, un recuerdo llegara a su memoria, y con él, la presencia inolvidable de quién alguna vez fue su mejor amigo.

Dentro, fuera, en el campo de entrenamiento e inclusive en cada árbol, todos y cada uno de los lugares compartían su esencia, tenían una parte de él, y le hacían imposible escapar de ello.

Con el pasar de los segundos, un sentimiento de vacío se formó en su pecho, aunque a su vez, despertó una calidez contrastante que era difícil de explicar.

Mientras caminaba por uno de los pasillos, decidió detenerse y apoyarse al borde de la barandilla de madera. Finalmente se rindió, lo aceptaba, había un sentimiento en él que era imposible borrar.

En un lugar lleno de emociones, era lógico sentir alguna, sin embargo, cuando él giró su cabeza hacia su costado pensando en Wei Wuxian, no fue él quien apareció en su imaginación.