Capítulo 1†

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Mi cuerpo se sentía extraño, mis ojos pesaban y dolían, mi cabeza era un tormento a tal punto de pensar que podía explotar en cualquier momento debido al dolor. Abrí despacio los ojos y en cuanto mi vista se acopló a la luz me di cuenta de que me encontraba en una habitación que no reconocía en absoluto ¿Cómo reconoces algo que jamás en la vida has visto? Quise reaccionar al percatarme de que estaba postrada en una cama que no sabía a quién pertenecía, intenté ponerme de pie pero mi cuerpo no reaccionaba, me sentía adolorida y débil, sin mencionar que tenía un maldito frío infernal.

No sé exactamente cuánto tiempo pasó mientras luchaba por hacer que mi cuerpo reaccionara a mis órdenes, comencé a creer que ya no podría moverme hasta que poco a poco comencé a sentir ese peculiar cosquilleo en mis piernas. En cuanto sentí una pequeña reacción por parte de estas de inmediato intenté ponerme de pie pero fue absurdo, de inmediato mis piernas temblaron y terminé por caer.

-Mierda- dije una vez que mi cuerpo impactó con el frío piso haciendo el dolor existente aún más fuerte, definitivamente mi cabeza explotaría en cualquier momento.

-¿Y ese lenguaje, linda?- escuche una segunda voz, seguido del sonido de una puerta siendo cerrada bruscamente.

No quería mirar quien era pero al no tener opción eleve la mirada por encima de la cama intentando ver al dueño de esa voz, digo dueño porque ese tono solo podía ser de un hombre. Observo con detenimiento a la persona que camina frente a mi, un hombre alto, grande y algo apuesto, no lo niego, de hecho es bastante guapo, pero aún así, no lo reconozco, jamás lo había visto... No sé quién es. Es decir, no puedes confiar en alguien que no sabes quién es solo porque es atractivo.

-¿Quien eres?- me atreví a preguntar mientras me apoyaba de la cama impulsándome con mis brazos para ponerme de pie puesto que mis piernas parecían no querer responder pero nuevamente caí- ¿Que demonios hago aquí?- terminé por espetar desde el suelo.

El hombre que se encontraba frente a mi tan solo se río con ese tono de burla que hace desesperarme, maldito idiota, lindo pero idiota.

Cuando se detuvo estaba justo delante mío, la diferencia de tamaño era completamente enorme estando yo desde el suelo y él de pie. Me extendió una de sus manos acercándola hacia mi, dudé unos segundos si aceptar su ayuda pero terminé por hacerlo. Y de tan solo un movimiento ya me encontraba de pie muy cerca de él.

Me separé de inmediato por instinto y al hacerlo olvide que esté hombre era mi único soporte y nuevamente volví a caer mientras todo el dolor se lo llevaba mi trasero -joder-. Echó a reír como si fuera la cosa más graciosa que haya visto jamás.

-Jodete- y en cuanto hablé su semblante cambió rotundamente, debo admitir, un profundo escalofrío y miedo me recorrió desde la punta de mi columna hasta el final.

-Vaya, tienes un carácter fuerte, y muy peculiar, debo decir, no pensé que fueras así o al menos no creí que esa fuera tu forma. Aunque bueno, eso realmente no es lo que me importa- dijo y nuevamente escuché su voz, con más profundidad que la vez anterior.

Sin esperar que me ayudara de nuevo, volví a ponerme de pie, esta vez logrando un mayor equilibrio yo sola.

-¿Quién eres y qué hago aquí?- espeté haciéndole frente de nuevo.

-¿No tienes miedo?- preguntó acercándose peligrosamente- o al menos, ¿No me temes?.

-No- respondí con toda la fuerza que tuve de hablar.

-Algo ilógico considerando que acabas de despertar sin casi poder moverte, en un lugar completamente extraño para ti, y con un hombre que jamás has visto en la vida- dijo mientras acercaba su mano lentamente a mi mejilla y dejaba caricias en esta.

Tú Mi Obsesión, Tu Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora