Cap 18†

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Me encontraba un poco tensa, desde que salimos de la mansión Catriél me trae pegada a él cual chicle, cada vez que intentaba alejarme apretaba mi muñeca y me jalaba hacia él de nuevo, ya estando en el avión hizo que me sentara al lado suyo, claramente es un avión privado, este pedazo de loco puede tener el mundo si quisiera...

-Aterrizaremos en unas horas, cuando lleguemos lo primero que haremos es ir con mis padres-.

Sólo lo miré e inmediatamente volví mi cara a la ventana, suficiente tengo con estar con el culo pegado aquí seis horas, lo peor es que ni siquiera me dejó traer a Kira cuando me había dicho que sí, la alisté, empaqué su comida y todo cuando Catriél dijo -cambio de planes, esa cosa no viene- y de inmediato la arrebató de mis brazos y se la dió a una de las mucamas. No he pronunciado palabra alguna desde ese momento.

-Sabes que odio que no me respondas-

-Ya Catriél, ¿Qué esperas que te diga?- dije mirándolo -todo lo que dices se tiene que hacer, si no, una persona puede saber cómo es estar en el mismísimo infierno- dije tocando mi costilla y alejando la mirada.

-Ámbar escu... Ah, primero iremos al hotel a descansar, mañana iremos con mis padres-

Se desabrochó el cinturón y se fue.

-¿Cuál es el pecado tan grande que cometí para estarlo pagando de esta forma?- dije en un susurro.

Cerré levemente mis ojos y sentí el cansancio de inmediato... No sé qué me pasa.

Era un vuelo largo, así que aprovechando que Catriél se fué me acomodé perfectamente en los dos asientos evitando así que en caso de que Catriél volviera se sentara de nuevo a mi lado, me puse sobre mi costado abrazándome a mi misma y cerré mis ojos, al principio fue dificil, cambiaba de lado constantemente, tenía frío así que pedí una manta y un antifaz para que la luz no me molestara, pero no funcionó, a pesar de que el avión estaba vacío escuchaba mucho ruido, así que pedí unos tapones para mis oídos, tampoco funcionó. Continúe dando vueltas sobre los asientos hasta que me harté.

Me quité el antifaz y los tapones, me paré de los asientos y fui hacia una pequeña barra que había en el avión, había varias botellas pero ninguna tenía etiqueta, solo se veía el cambio de tonalidades de una a otra, me quedé viéndolas por un momento -A la chingada, espero que lo que sea, sepa bien- pensé para después agarrar un vaso pequeño pero ancho que estaba junto a las botellas, tomé una de ellas, la destapé con la boca y vertí un poco de su contenido dentro del vaso, volví a ponerle la tapa y la devolví a su lugar, tomé con unas pinzas de metal un par de cubos de hielo e igualmente los puse dentro del vaso. Después de esto procedí a regresar a mi asiento.

Me aseguré de que Catriél no estuviera cerca, y una vez que lo hice, pude tomarme el vaso de lo que yo supongo que es Whisky con toda la paz del mundo. Como me supo a poco regresé a la barra y me serví otro vaso con el mismo líquido del anterior solo que esta vez con un poco más de contenido, una vez repetido el proceso regresé a mi haciendo y nuevamente tomé del líquido saboreando cada sorbo.

Tenía la esperanza que esos tragos me relajaran un poco, pero tampoco funcionó, llamé a la azafata y pregunté -disculpa ¿De casualidad tienes pastillas para dormir o algo por el estilo?- a lo que ella respondió -No señora, no contamos con esos medicamentos ¿Hay algo más que pueda hacer por usted?- dijo con una sonrisa -No, gracias- después de esto se retiro.

Empecé a rebuscar entre los asientos, y fue así que encontré un pequeño reproductor de musica, tomé los audífonos que tenía con él y los puse sobre mis oídos, di play a la música y empezó a sonar una interesante melodía, no era muy movida pero tampoco muy calmada, tenía el ritmo adecuado y lo mejor de todo, no tenía voz, era únicamente la instrumental, esbocé una pequeña sonrisa al darme cuenta que había encontrado algo que pudiera relajarme un poco. Así que tomé mi mantita y el antifaz y me acomodé nuevamente en los dos asientos, que ahora los encontraba aún más cómodos, no sé si era por el efecto del alcohol o la música, pero no importaba, estaba demasiado relajada, un estado que era imposible de encontrar estando con Catriél las veinticuatro horas del día los siete días de la semana.

Así que plácidamente cerré mis ojos, puse mi brazo debajo de mi cabeza después de haberme tapado bien, asegurándome así que después no me despertaría por el frío, y fue así que por fin pude empezar a conciliar el sueño, poco a poco me fuí quedando dormida. Entre ratos me despertaba por movimientos del avión, pero después de asegurarme que todo estuviera bien me volvía a dormir con una facilidad impresionante. Esto pasó unas dos o tres veces a lo mucho, el resto del vuelo me la pasé profundamente dormida, algo que no había pasado desde que estoy con el imbécil de Catriél.

-Ámbar- dijo Catriél dándome toquesitos en el hombro para que reaccionara -Ámbar despierta-.

-Ya volvió el imbécil este- En cuanto escuché su voz emití un quejido después del cual procedí a taparme completamente con la manta como si de un fuerte se tratase. Lamentablemente no funcionó, él la retiro de mi rostro, me quitó los audífonos y el antifaz y repitió.

-Ámbar, despierta ya-

Emití otro quejido al sentir el golpe de luz en mis ojos -¿Qué quieres? Al menos espera a que pueda ver un poco- dije con voz ronca. Él solo soltó un suspiro, jaló mis piernas y se sentó a mi lado de nuevo poniendo mis piernas sobre las suyas -nada, vuelve a dormir-

Y así fue, no lo pensé dos veces y volví a quedar dormida.

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Atte: Ary y Mercy

©️ Corrección y edición: Mercy Martell

Tú Mi Obsesión, Tu Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora