-Ámbar, despierta, ya hemos llegado-
Escuché la voz de Catriél, abrí mis ojos lentamente y ahí estaba él, al lado mio. Maldigo el día en el que llegue a su vida...
Asentí con la cabeza y empecé a pararme, al levantarme sentí un fuerte dolor en el vientre que me hizo llevar mi mano a esta -debe ser por el alcohol- pensé
-¿Te encuentras bien?- dijo Catriél sosteniéndome -Ámbar, ¿Qué pasa?-
-nada, estoy bien, solo es que me siento un poco mareada y me duele un poco el vientre, todo esta bien-
-No, será mejor que te revise un doctor, vamos-
-No Catriél en serio estoy bien, supongo que debieron ser los tragos que me tomé al inicio del viaje o puede ser mi periodo, aunque...-
-¿Qué sucede?-
-Es que se ha atrasado un par de semanas y... no sé si sea a causa de eso-
-Esta bien, iremos a un doctor a que te hagan una prueba de embarazo-
-¡¿Qué?!-
-Y ahora qué dije-
-Catriél, no estoy embarazada- ¿O si? -no, no y no lo haré. No tendré un hijo tuyo nunca-
Lo separé de mi y me dispuse a bajar del avión, ¿Embarazada? pff jamás, preferiría morir a tener un hijo suyo dentro de mi.
-Señora entre al auto por favor- dijo uno de esos hombres.
-Y dale con el señora, yo soy no señora de nada-
-Claro que si, eres mi esposa y madre de mi hijo-
-Oh, felicidades señor, señora- dijo el hombre.
-¡Con un carajo no hay hijo!- grité frustrada, supongo que el alcohol me puso más irritada de lo normal
Entré al auto con todo el odio y enojo del mundo, Catriél subió unos minutos después y solo me miró para después poner el auto en marcha.
•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬~•
Después de un rato en el que Catriél manejaba, por fin estacionó el auto en lo que a primera vista parece ser una mansión, pero no lo era, me explicó que es el hospital de su familia, osea que no hay ayuda, y que solo entra familia West y él me trae consigo como su esposa. Lo odio, además es solo mi periodo que se retrasó y fin, no hay mas, no estoy embarazada, simplemente soy de ciclo irregular, no hay nada más que ver.
•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬~•
-Felicidades señor y señora West, la prueba salio positiva y aparentemente tiene dos semanas de embarazo, los dejare solos-
No es cierto...
No es posible...
No es verdad...
No, no puede ser, no...
Las lagrimas nuevamente caen, me pongo de pie y me voy a una de las esquinas del consultorio, no puede ser, me siento mal no quiero esto...
-Ámbar- dijo abrazándome.
-¡No me toques!-.
Salí de ahí desesperada, ya no puedo, ya no aguanto. Corro por los pasillos, escucho mi nombre, es la voz de él, de Catriél, ya no quiero nada de esto.
Siento que todo esto es demasiado, me ha sobrepasado, mi vista se torna obscura, siento mis piernas débiles, yo me siento débil, no aguanto más y caigo, mi vista se oscurece, mis oídos se tapan provocando así que todos los sonidos se aislen de mi, pero no, no puedo permitirme quedar aquí tirada, tengo que salir.
Me levante con las fuerzas que me quedaban, siento cómo la adrenalina me invade y corro, más rápido de lo que alguna vez creí que podía correr, busco la puerta por la que entré pero esto parece un laberinto, todos los pasillos son iguales, abro la puerta de lo que parece ser una bodega y me oculto ahí en lo que recupero fuerzas para seguir corriendo, analizo el pequeño cuarto en busca de agua o algo que me brinde energía, pero no hay nada más que gasas, solución salina y cosas para sanar heridas.
Pasados unos minutos abro la puerta nuevamente de la forma más silenciosa posible, después de asegurarme que no hubiera nadie fuera salgo disparada y sigo corriendo, trato de controlar mi respiración para optimizar energía, veo por las ventanas pero los árboles obstaculizan toda visión, hasta que por fin llego a un camino que conozco -por aquí tuve que entrar- pensé, y corrí aún con más fuerzas, traté de recordar los giros que dí al entrar, pero llegó un punto que no recuerdo, pero estoy cerca, lo presiento, no tengo opción, se me acaba el tiempo, así que dejo que mi instinto me guíe -por aquí- dije para mi y retomé la carrera. Me sentía como Rocky subiendo las escaleras.
Por fin pude ver la gran puerta de entrada, me enfoqué y no sé de dónde saqué fuerzas pero corrí tan rápido que hasta sentía que estaba volando cuando de pronto, sin aviso, alguien puso su brazo en frente mío haciéndome chocar y caer al piso, era Catriél, obviamente, al verme en el piso soltó una carcajada estruendosa -¿De verdad pensaste que podrías escapar? JA, Estabas tan concentrada en la puerta que ni siquiera nos viste aquí parados, justo a lado de ella- se puso sobre mi y de inmediato sentí el ardor en mi mejilla -escúchame bien maldita perra, cada vez que intentes escapar o desafiarme te voy a llevar al infierno y traer de vuelta, te dejaré tan mal que ni siquiera podrás caminar en semanas, pero no dejaré que te vayas, tu eres mía y así será siempre, ni viva ni muerta podrás librarte de mi ¿Entiendes?- dijo con una mirada sumamente profunda, yo solo desvíe la mirada mientras me sobaba la mejilla, cuando siento su mano en mi mandíbula jalando así mi rostro frente al suyo, pero antes de hablar me soltó una bofetada -Te he dicho que cuando te hablo me tienes que contestar, te pregunté algo ¡Contéstame!- dijo tan fuerte que hasta sus hombres dieron un paso atrás al escucharlo gritar.
-¿Entiendes? ¿O quieres que te haga entender con golpes?-
-Entiendo- contesté
-No lo creo- dijo dándome un golpe a puño cerrado en la mandíbula
Al instante sentí cómo todos mis sentidos se apagaron -Maldito seas- pensé antes de quedar totalmente inconsciente
•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬•~☬~•
Atte: Ary y Mercy
©️ Corrección y edición: Mercy Martell