Las luces de los autos pasan muy fugaces como para poder apreciarlas, la vida igual de rápida, se me escapa de las manos.
Sentado en la banca de siempre veo a cada una de las personas pasar. Personas cercanas, conocidas o completos extraños viven su momento y se pierden en el tiempo. Es como, de cierto modo, si miles de obras de teatro llevándose a cabo al mismo tiempo. Soy espectador de cada una de ellas, desde la humilde banca de siempre.
Las obras pueden durar horas, días o años. Da igual cuanto demoren, siempre estoy ahí para poder ver el final.
Cada detalle de la obra es importante.
El maquillaje indica como se quiere ver el personaje, como buscar lucirse ante el resto.
El escenario de la obra indica en que lugar se siente, que lugar le pertenece a ese ser en particular y con que quiere lidiar.
El clima es algo que aunque quieran cambiar, es imposible. El cielo no lo puedes manipular aunque quieras, es tu más profundo aspecto y que se maneja por si solo.
Quizás otra persona me está mirando desde otra banca y yo mismo soy una obra de teatro.
La noche cae y sigo en la misma banca de siempre, observando.
El público siempre dice que se enamora de la obra de teatro que va a ver y muy pocos logran decir que se enamoraron de uno de los personajes de ella. Es un poco doloroso amar a un personaje de ficción y que no va a cobrar vida, a menos que, lo encuentres ahí suelto.
Es muy desolador enamorarte de un personaje, ¿no?
Está lloviendo, me encanta sentir la lluvia en mis hombros, en mi espalda. No me cubro, estar mojado, aunque suene raro, me gusta.
El olor a humedad del ambiente limpia mi respirar e ilumina las calles, un día despues de la lluvia siempre se ve mas armónico, más tranquilo. La banca de siempre tarda en secarse, pero da igual, siempre estoy solo yo sentado en ella.
La mayor parte del tiempo solo veo trozos de las obras pero, aun así, he visto tantas que de a poco puedo predecir los finales, no suelo equivocarme.
A la vuelta de la esquina puedo ver una escena en desarrollo, un personaje que he estado observando por semanas se acerca por la calle de al frente. El piso mojado la hace resplandecer aún más , sus bellos ojos se ven tristes pero, siguen siendo bellos.
Cruza hacia la pequeña plaza en la que me encuentro y se sienta a mi lado.
La banca de siempre sigue mojada, pero no le importó. Me parece algo muy raro que un personaje se siente al lado del espectador. Toda esta situación es algo nueva para mi.
"Llevas semanas sentado en la misma banca, te he visto. Es raro ver a alguien en el mismo lugar siempre".
El personaje me habló, no se que decir. Estoy acostumbrado a ver en silencio y observar, nunca he sido parte de una obra. Tomé mucho de las representaciones de otros personajes que me han llamado la atención y trate de reproducirlos como una especie de proyector de cine.
"Me gusta sentarme en esta banca y mirar el paisaje, me relaja luego de cada día de trabajo". Es una mentira, no trabajo.
"Ya veo, ¿Me has visto antes?".
"No, solo me siento a observar la plaza". Es mentira, la he visto miles de veces pasar triste.
"¿Por qué siempre la misma banca? Hay muchas otras".
"No lo sé, no me he fijado en ello". Otra mentira más , me encanta esta vieja banca.
Hubo un silencio relativamente incómodo, me di cuenta que me observaba, aquello que hice durante días me estaba ocurriendo a mi, me sentía desencajado porque nunca pensé que me pasaría.
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Historias cortas vol.2
Short StoryPequeñas historias que son perfectas para leer durante la noche. ¿Tienes insomnio? Lee alguna de ellas.