Salí de casa y me dí cuenta que todo era desierto. El desierto es un lugar que tiene su magia pero es mas desolador que cualquier otro bioma que puedas encontrar en el mundo.
Caminaba sin rumbo en medio de la nada, siendo quemado por las ardientes arenas y distraído por las secas y escasas plantas que podías encontrar a medida que tus pies movían la arena. Los cactus podrias llamarlos o asimilarlos a las personas, todos iguales y puntiagudos que al acercarte a ellos te hacen daño.
Seguía caminando hasta mi destino y no sabía como llegar a el.
No sufría pero, tampoco disfrutaba del desierto. Era feliz a veces con las brizas refrescantes que pasaban pero, no era una felicidad que llenara el alma. Llevaba bastante tiempo en el desierto y las tormentas de arena como tambien la sequía en el corazón se hacían costumbre.
Encontrarte fue llegar a un oasis en medio de la nada.
No podía evitar caminar descalzo en medio de los torrentes incansables de rocas pulverizadas y peñascos en donde una caída sería mortal. No podía evitar pasar por lugares que me reducirían a cenizas y que se perderían por lo vasto del paisaje. Era inevitable pero, sabía que podía llegar a mi oasis y rehidratarme, reponer mis fuerzas y continuar.
No te usaría sin dar algo a cambio, abro mi mochila y saco las pocas semillas que he encontrado en este desolador lugar, las planto en el oasis y les echo un poco de agua para que a la vuelta estas hayan crecido un poco. Las semillas que dejo en el oasis son amor, cariño, confianza y muchas otras que he logrado atesorar a lo largo de mi vida.
Para mi sorpresa el oasis crece y crece cada vez más, ahora esas caminatas que duraban días e incluso meses ahora estan reducidas a un día u horas, el hecho de saber que el oasis esta ahí da energias y te permite seguir.
Eres mi oasis, eres el lugar en el cual puedo dejarme caer y saber que estaré a salvo, eres esa persona que me da de beber cuando más sediento estoy y que con una palabra cura todas mis heridas.
Eres el lugar en el que todo aventurero se sentiría afortunado y lo contaría como la anecdota mas adrenalínica de su vida.
Gracias por haberte cruzado en mi camino y haberme dado ese segundo aire que hace falta, por darme las ganas de abrir mis rutas y compartir mis secretos, de ser ese sujeto que creará distintos senderos solo para llegar a ti.
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Historias cortas vol.2
Short StoryPequeñas historias que son perfectas para leer durante la noche. ¿Tienes insomnio? Lee alguna de ellas.