Aún perplejo mirando al espejo, el joven se sentía mareado, sorprendido y de manera obvia, se sentía estúpido.
Un joven común y corriente tomó las llaves de su casa y decidió salir a buscar que hacer como todos los días. El joven era huerfano y no tenía nada que perder, su casa era extremadamente pequeña y roñosa. Lo único que poseía era un traje de seda fina y un maletín de cuero que le daba el aspecto de ser de la alta sociedad.
Como un día cualquiera avanzaba para embaucar a la gente mostrando una sonrisa la cual, poseía unos dientes perfectamente brillantes y blancos.
Ganándose la fama de un zorro bueno para las apuestas y las mentiras. tenía que cambiar de ciudad constantemente, pero aún así, volvía cada cierto a su desgastada morada.
En uno de sus innumerables regresos, el joven vio pasar un carruaje muy elegante y ostentoso.
El carruaje llevaba dentro a una bella joven, parecía una princesa.
El joven sin pensarlo pensó en enamorarla y quitarle la mayor cantidad de dinero posible para así asegurarse la vida, se dijo a si mismo: "Toda princesa necesita un principe, vaya suerte la mia, yo parezco todo uno". Rápidamente emprendió carrera a uno de los cruces en donde el carruaje pararía para ver a los comerciantes que saldrían a su encuentro, todos ellos amigos del astuto joven.
Una vez llegados ahí, el joven llamó la atención de la muchacha dando comienzo quizás a la última de sus mentiras.
La muchacha divisó al joven e inmediatamente cayó en su mirada y su hermosa sonrisa, intrigada, preguntó por el joven y quiso que se lo presentaran inmediatamente.
Pasado unos minutos uno de los sirvientes bajó del carruaje y le dijo a nuestro zorro que la chica quería conocerlo.
Una vez más, los planes del truhán empezaron a ir tal como lo había planeado.
Dentro del carruaje y completamente solos, la muchacha lo miró fijamente y le preguntó: "¿Cúal es tu nombre? ¿De dónde eres?"
El joven respondió con mentiras a sus preguntas, parte de ser un gran fraude es nunca revelar tu verdadera identidad. "Me llamo Martin, vengo de pasada por el pueblo ya que un familiar está muy enfermo"
La muchacha conmovida por la situación y la cara de tristeza que expuso el joven zorro hizo que lo invitara al castillo en el que vivía.
El joven y la muchacha se sentaron en una mesa de té en el salón principal y estuvieron charlando toda la tarde, sin darse cuenta, nuestro querido mentiroso comenzó a sentirse a gusto y olvidó su principal acometido.
Una vez más sin esperarlo estaba durmiendo en una de las habitaciones del gran palacio y solo atinó a preguntarse a si mismo: "¿Por qué una joven como ella se preocupaba tanto de un desconocido?" Sin responderse, se durmió.
Al otro día compartieron de nuevo. Al siguiente también y así durante un mes. Pasando rápidamente el tiempo, el joven se había enamorado de la dulce muchacha.
Comenzaron algo juntos y duraron por unos meses. La chica era atenta y muy cariñosa con el joven, el joven a gusto por los beneficios de vivir en semejante palacio no se quejaba, teniendo además el amor de la persona de la cual se había enamorado.
Tiempo despues llegó una carta al palacio de que venía un duque muy importante de otro país, la muchacha se asombró y no dijo nada, el joven dejó pasar el hecho ya que para el era completamente instrascendente.
Cuando el duque pasaba por las calles de la ciudad sobre su caballo y con su escolta, mirando a toda la gente en las calles esperando por su llegada, vio a aquella mujer que había dejado escapar con otro hombre. Con una ira tremenda bajó y dijo que la recuperaría.
La dulce muchacha solo necesitaba un motivo para demostrarle que la estaba perdiendo, necesitaba un pequeño chivo que peleara por ella para así poder ganar la batalla y obtener su propia felicidad, es asi como el joven terminó siendo herido por su propia mentira. Entró a un baño y solo pudo mirarse a un espejo roto.
Aún perplejo mirando al espejo, el joven se sentía mareado, sorprendido y, de manera obvia, se sentía estupido. Haber caído en su propio juego y aún peor, caer en el juego de una muchacha, de la cual, no ganó nada mas que un corazón roto.
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Historias cortas vol.2
Historia CortaPequeñas historias que son perfectas para leer durante la noche. ¿Tienes insomnio? Lee alguna de ellas.