Capítulo 14

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Hablé con él hace unos días. 

Esta bien. 

Vive con un par de compañeros de trabajo. 

Su salario le alcanza para vivir de forma decente. No. Él no quiere que le deposite dinero. Sí. Él me lo regresará de vuelta si lo intento, al igual que la vez anterior.

Dice que me extraña a veces. En su mayoría cuando me escucha llorar al teléfono. Pero él no va a regresar, y yo no voy a pedirle que lo haga, no es justo para ninguno de los dos. 

Yo estoy lista para un futuro y él no puede dármelo.

Él esta listo para un ahora que yo ya viví. 

Quizá nuestras edades no importen en unos años, pero ahora son un abismo de diferencia. 

Además, aunque no lo mencionemos casi nunca, soy su madre adoptiva. Ese vínculo no se rompe cuando cumples 18, es lo que muchas personas no saben, no es simplemente el hecho de que la gente nos comería vivos, o el que podríamos terminar en la cárcel. Para todos los efectos legales, soy su madre, su persona de contacto, la que llaman si llega al hospital, él incluso cobrará la herencia que deje al morir. Él es mi hijo, fingimos que no lo era por demasiado tiempo.

***

Voy a conocer a un hombre hoy.

Es una ridículamente vergonzosa cita a ciegas pero necesito realmente salir. 

Nicolás no lo sabe, no se lo he dicho. Es tonto, no tiene sentido ocultárselo ni tampoco ir de inmediato a decírselo. Estoy segura que él ha salido con varias chicas y nunca ha mencionado a ninguna. 

Han pasado cuatro meses desde la última vez que me besé con Nico, no he tenido nada de atención masculina en ese tiempo y honestamente, necesito que alguien me miré y diga que estoy deslumbrante. Solo quiero sentirme deseada de nuevo y olvidarme del resto.

Quiero sentirme deseada y no sentirme culpable por ello,  eso siempre me pasaba con Nicolás. 

Quizá por ello elegí un vestido rojo con un gran escote en forma de V para salir a cenar con John.

Él es agradable, es amigo de Tarryn, pero vive lo suficientemente lejos y nos movemos en lugares diferentes como para no volver a cruzarnos si esto sale mal. Eso es lo que más me agrada de él. 

Y sus ojos café. Son muy monos. Tiene el cabello castaño y sería más lindo si no lo tuviese tan corto, pero de cualquier forma me agrada, no quiero ser pretenciosa. Su cuerpo es lo suficientemente grande como para cubrirme cuando me saluda con un medio abrazo al acercarme a la mesa que reservó para nosotros. 

-¿Eres Sarah, cierto? Voy a estar muy desilusionado si me dices que abracé a la chica incorrecta. 

Me río y me siento en la silla frente a él. 

-¿Tarryn no te mostró una foto, al menos? 

-Lo hizo. - Afirma con una sonrisa cómplice. - Quiso enseñarme varias en realidad, pero me negué completamente. Esta es una cita a ciegas, me tomo estas citas muy enserio. - Bromea.

-Por supuesto, yo tampoco miré ninguna, ni en tu perfil de facebook, ni tu instagram, pero si lo hubiese hecho diría que tienes que elegir dos fotos diferentes de perfil para cada cuenta. - Digo con fingida seriedad. 

Es su turno de reír.

Pedimos vino para comenzar, y él es la mezcla justa entre diversión y cumplidos.

Pedimos la comida y la conversación fluye de forma agradable.

Pedimos el postre y estoy un poco deseando que me bese. 

EdipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora