Capítulo 6

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Nico es increíble. 

Estoy en su muestra de comida por el fin de su curso y su stand luce como salido de una película de Hollywood. 

En un espacio de dos metros, Nico logró poner tres fuentes con comida caliente y esparcir bocadillos y postres individuales en él. Lucía asombroso, incluso utilizó una sandia para simular un barco y pequeños arándanos conformaban la tripulación, no tengo idea de como logró hacer las velas, pero la otra noche él me había jurado que lo único que no era comestible en su stand eran las fuentes que contenían la comida principal.

Estaba tan orgullosa de él, había logrado hacer algo maravilloso, y la mujer competitiva que vivía en mi estaba feliz de ver que el resto de los stand no le llegaban ni a los talones. Todos los puestos de comida eran temáticos, y cada uno tenía al menos un plato principal creado de forma totalmente original por cada estudiante. El de Nicolás era todo sobre los niños, estaba especialmente dirigido a ellos, tenía una rueda de la fortuna de cupcakes, una pista de autos chocadores de panecillos de queso, una cama elástica de gelatina, incluso había sushi hecho de golosinas. Había acaparado la atención de todos los hermanos pequeños, sobrinos e hijos de sus otros compañeros. 

-Este stand luce delicioso. - Le dije cuando logré acercarme a él, una vez que cada niño de la multitud que se había formado tenía en sus manos, boca y ropa algo de la comida del stand.

Él levantó su mirada de su stand y me sonrió.

-Viniste. - Dijo.

-Te dije que lo haría. - Me acerqué y besé su mejilla. - ¿Cómo podría perdérmelo?

Él se encogió de hombros.

-Te dije que solo era una muestra, y sé que estás trabajando en un caso grande. 

-No seas tonto, yo quería venir, no es un compromiso para mi.

Él sonrió.

-De acuerdo, ¿que te gustaría probar?

-Quiero probar tu platillo original, por supuesto.

Él tomó un plato desechable que tenía guardado debajo de su stand y me sirvió.

-Quizá me arrepienta de preguntar, -bromeé.- pero, ¿qué es?

-Oh, bueno, es... mm... cierra los ojos e imagina una albóndiga, ¿lo tienes? 

Asentí. 

-Ahora imagina que esta hecha de carne blanca, tiene un centro de verduras cocinadas al vapor, y está bañada en una salsa de quesos. Rodéala con pan rallado y deja que se cocine en el horno.

-¿Un horno convector? - Bromeo.

-¿Existen otros? - Dice siguiéndome el juego. - Ahora abre la boca.

Por un momento mi estómago se contrae y tengo la imperiosa necesidad de salir corriendo, porque soy mala manejando situaciones románticas con Nico. Entonces quiero golpearme por pensar algo así, porque es tonto, porque él no quiere besarme. Al menos no de nuevo.

Así que suelto una pequeña risita nerviosa antes de obedecerlo.

Él deposita comida en mi boca y mastico con mis ojos cerrados. 

Gimo de placer. -Esto es delicioso, Nico, de verdad.

Abro mis ojos y él me esta sonriendo.

-¿Cómo se te ocurrió?

Él comienza a acomodar las cosas que ya están en perfecto orden mientras me habla.

-¿Recuerdas que difícil era para nosotros conseguir que Sam comiera algo más que fideos con "albondigotas"? Bueno, creí que quizá, si yo hubiese cocinado algo así... él hubiese comido pescado y verduras. 

EdipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora