Capitulo 17 - Final

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Extraño tanto a Sarah, que a veces pienso que al menos debimos intentarlo, pero ella lo tenía todo, su vida completamente armada, y yo no tenía casi nada, así que no hubiese sido justo.

Ahora tengo mi vida armada, y entiendo porque ella no se arriesgo, yo no lo hubiese hecho en su lugar, no lo haría ahora. La amo, pero al parecer no lo suficiente. O quizá si la amo lo suficiente, pero el amor no lo puede todo.

Cada 11 de julio, me deprimo, y me mantengo así por una semana.

Sofía no lo entiende.

No puedo explicárselo.

El pasado 11 de julio encontré algo mientras buscaba en Internet sobre las relaciones imposibles, envuelto en notas de personas con relaciones muy posibles, y estúpidos amores no correspondidos, encontré una historia escrita por un anónimo. No sé porque, pero se la envié a Sarah, fue a su mail, se que Henry no sería capaz de revisar sus mensajes, además él me ve como el hijo de Sarah, pero como sea. Ella no me respondió. Pero estoy seguro que lo leyó, ella siempre lee sus mensajes, incluso el correo basura.

Espero que la historia la haya hecho sentir un poco menos sola y un poco menos defectuosa, como lo hizo conmigo.

"Nodebo amar.

Autor: Anónimo.

Un besorápido. Dos. Tres. Es suficiente, demasiado. Más sería una locura.Más podría significar el último. Pero es tentador, es prohibido, yes inevitable desearlo. Solo un roce más, uno descuidado, uno queparezca que no fue con toda la intención de provocar. Basta. Essuficiente. Otra mirada sería un descuido, una imprudencia, unexceso de confianza.

Basta.Debían detenerse ahora, no mirar más, no desear más. Deberíandejar la manzana en el árbol y correr.

Pero, Dios,¿Cómo podría alguien no mirarla? Si ella era dolorosamentehermosa, cruelmente inteligente y sensiblemente bondadosa. No, eramás que eso, era todo eso, y era más. Mucho más.

Y Zeus,¿Cómo podría ella no admirarlo? Cuando él era lo que le dabaalguna felicidad a su vida, cuando él era toda su vida, cuando estarcon él la hacía sentir como lo hacía. Porque él era su vida ymás. Mucho más.

Pero nopodían estar juntos, eso era imposible, era horrible y detestable yellos jamás podrían estar más de acuerdo. Salvo que ellos seamaban, y el amor llena tu mente con otras cosas. Excusas, decíaJenny. Opciones, decía Tom.

Sin embargo,no era real, porque ellos nunca, nunca,harían una cosa así. Nunca le haríanuna cosa así a su familia, a sus padres.

Nunca habríaun "Jenny y Tom". Pero al menos, Tom siempre decía, que en supequeño mundo de mentiras y secretos, continuaba existiendo unJennifer y Tomas Peterson; y que cuando creciesen, y fuesen juntos aalguna reunión importante, los presentarían como el señor y laseñora Peterson. Al menos Jenny tendría su apellido, le gustabapensar a Tom, aunque eso no se debiese a él.

A vecesJenny mencionaría que quizá ellos deberían medicarse, buscar unterapeuta e intentar revertir su mundo de deshonra y barbarie, sumundo de mentiras, su mundo de engaños y miedos, de cosas quedesearías no desear como lo haces, un mundo que jamás llegaría aninguna parte, uno que no debería existir. Y allí estaría Tom,listo para decir que eso estaba bien porque ¿Qué daño hacía? ¿Aquiénes estaban perjudicando?

Anosotros, Tom, pensaría Jenny, aunque no lodiría, solo a nosotros, para siempre anosotros.

Siempreserían víctimas de una regla que habían prometido cumplir en elmomento en que tomaron su primera respiración al nacer. Porquecuando naces aceptas muchas cosas. Aceptas amar y ser amado. Aceptasodiar y ser odiado. Aceptas juzgar y ser juzgado. Aceptas que tecastiguen por las reglas que rompas si te descubren. Aceptas mentirpara esconder, ocultar, cubrir cada regla que hayas roto.

Y ellos lahabían hecho pedazos.

Millones defragmentos desperdigados por el espacio en el momento en que Tom ledijo a Jenny "Te amo". Un montón de pequeñas partículas cuandoJenny le respondió "Yo también". Pedazos. Demasiado pequeñoscomo para poder hallarlos todos y volverlo a lo que fue, suponiendoque ellos quisiesen regresarlo a lo que fue. Y ellos no querían. Tomy Jenny estaban cansados de desear en silencio. De amar y no decir.De sonreír y no sentir. De vivir y no vivir.

Un beso más,había sido un día largo. Mamá y papá ya casi llegaban a casa,debían parar. Suben escaleras, cuidado conese escalón, quítate la camisa, deshaceste de la mía. Para. ¿Oísteeso? ¿La cerradura? Mira por la ventana. ¿Ya están aquí? ¿Porqué tan temprano? ¡Vístete! Rápido, ve a tu cuarto, abre unlibro, finge leer. Tú prende la radio, finge escuchar.

La puerta seabre, se acabó su momento, quizá mañana, o pasado. Quizáno deberíamos arriesgarnos tanto la próxima vez. Quizá por lanoche... ¡No! Ellos pueden despertar, están solo a una pared dedistancia. Olvídalo. Podemos manejarlo, podemos controlarlo. En otromomento, uno seguro, entonces sí. Antes, estaría demasiado enjuego. No podemos. Tal vez después.

Silencio.

Miradas.

Meses.

Tristeza,lejanía, soledad.

Un beso.Solo uno, ya no se podían arriesgar a más.

¿Estasocupada? Lo siento, yo solo... solo necesito hablar.Una mirada. Te extraño, por favor, solo...¿Qué puede esperar él de ella? ¿Qué puede esperar un convicto deotro? ¿Una cura? ¿Una solución? Quizá solo palabras de apoyo.Palabras que solo puede decir alguien que esté en tu situación.Pero aguarda, ellos son diferentes, quizá ella no sienta lo mismo,quizá ella haya podido superarlo. Quizá ella haya aprendido aseguir las reglas. Una lagrima. Una mirada. Una sonrisa triste. Ellaaún no sabe cómo jugar este juego. Ella lo ama.

Un beso.Dos. Tres. Cien. Hoy es su momento. Quizá a partir de ahora, todoslos momentos sean sus momentos.

O quizá no.Miedo. Más miedo que amor, ese fue su error.

Fracasaron.Pero no lo suficiente. Cayeron, pero no tocaron fondo. Eso fue lopeor. Porque si no tocas fondo, no puedes hacer el pie que necesitaspara volver a subir. Y entonces no subes, te quedas atascado en elmedio. La única persona que te puede salvar, también está atascadaen ese océano. Solo que muy lejos de ti.

Tienes miedode que te coman los tiburones, pero tu miedo te hizo llegar hastaellos, te hizo intentar ser como ellos. En parte lo eres. Despreciasa muchas personas, las juzgas.

No tienesidea de lo que están pasando.

Lo mira. Lamira. Asiente. Sonríe adecuadamente. Su cuñada le sonríe también,y suelta la noticia de que va a ser mamá. Tiene que estar feliz porella, lo sabe. Sonríe, un poco más, justo como lo practicó, así,genial. Les desea lo mejor. A ambos.Sí, a él también, pero no lo mira, no tiene por qué lastimarseasí. Fue suficiente. Busca a su esposo, ¿Dónde está ahora? ¿Alfin se lo ha tragado la tierra? ¿Debería preocuparse por lasdemandas por contaminación ambiental? ¡Oh, no! Allí está, cercade la mesa de los bocadillos, claro. Abrazo. Seducción. Beso. Estanoche ella también quieres un bebé.

Años.

Y más años.

Se detiene.Mira a su alrededor. A nadie le importa lo que haga. A nadie jamásle ha importado. Pero a ella le importaba que lo hicieran. Lo hanarruinado todo para ellos.

Una mirada.Una sonrisa. Millones de recuerdos. Sentimientos contenidos que noquieren dejar de existir. Estaban amordazados, pero ya no más. Unbeso. Dos. Tres. Ha pasado demasiado tiempo. Demasiado. Y ahora quedatan poco. ¿Habrá mentiras? Una mirada. Un vínculo. Una conexión.¿Habrá mentiras? Otra mirada.

Las habrá.

Porquetienen más miedo que amor. Ese siempre ha sido su error."




Fin.-

EdipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora