'YeElkBin' parte 1/2

2.9K 95 20
                                    

Eunbin fue lanzada violentamente a la cama. No sabe cómo, ni por qué accedió a venir al departamento de la chica rubia. Lo único que sabía era que ahora están ahí y no importaba nada más.

Observó cómo la chica de cabello negro cerraba la puerta con llave, mientras que la rubia se desvestía, desabotonaba su blusa, botón por botón, para después despojarse de ésta y quedar en solamente en sostén. Eunbin tragó saliva, miro a la rubia los ojos y se percató de que ésta la miraba con lujuria. Dirigió su vista a sus pechos, que iban dejándose ver a medida que la chica se despojaba de su sostén...

Era una tarde de viernes bastante tranquila y ella estaba completamente exahusta, la universidad, el trabajo, los deberes... Eunbin había tenido un día sin duda agotador. Hacía mucho tiempo que no salía a distraerse, y desde que vivía sola y tenía que costearse sus gastos ni siquiera tenía tiempo de darse un respiro y salir por ahí con sus amigos. Por fortuna hoy salió un poco más temprano de clases.

Regresaba a su casa tranquila, observando el hermoso cielo que se tornaba de un color rojizo, muy bonito. Era su costumbre regresar a pie, ya que su apartamento no quedaba lejos de la universidad y además consideraba que debía hacer un poco de ejercicio al día, y como no tenía tiempo de hacer ejercicio, debía al menos regresar caminando.

Caminaba por las tranquilas calles de aquella ciudad, observando los lindos establecimientos y locales de éstas, algunos restaurantes y bares que siempre había visto pero jamás había tenido la oportunidad de visitarlos.

Decidió que esta vez rompería la rutina y se aventuraría a entrar a un bar que llamó su atención a la vista.

Se sentó en la barra y llamó al barman para que le trajera una cerveza. Llegando ésta, se dispuso a disfrutar de la noche, a relajarse y quitar todo el estrés de su cabeza. Todo iba perfecto, la música estaba alta pero era agradable, el ambiente ni se diga, Dios, hacia tanto que necesitaba de esto.
De pronto dos chicas; una morena y una rubia se acercaron, recargándose en la barra, posicionándose cada una a un lado de ella. Eunbin se percató de ello pero prefiero fingir que no.

-¿Cómo te llamas?- preguntó con voz suave la chica de cabello negro hasta los hombros. Eunbin casi se atraganta con la bebida. No esperaba que una chica tan bonita tuviera la iniciativa de hablarle.

-E-Eunbin- respondió con torpeza- Kwon Eunbin.

-Eunbin... - la pelinegra esbozó una sonrisa casquivana mientras acariciaba un mechón de cabello de la menor y lo colocaba detrás de su oreja.

-Bonito nombre. Es tan bonito como tu- habló ahora la chica rubia que permanecía a su izquierda. La castaña sintió leves caricias en su pierna ejercidas por la acción de los dedos de aquella hermosa rubia, de labios rojos y hermosa sonrisa- llámame Elkie- por su acento era fácil deducir que era china.

-Me llamo Yeeun- dijo la pelinegra, mientras pasó lentamente el dorso de uno de sus dedos por la mejilla de la castaña. A decir verdad ella también era hermosa, de hermosas y delicadas facciones.
Eunbin comenzó a sentirse aturdida y desconcertada, ya que tener repentinamente a dos chicas hermosas acariciándole la pierna y la cara, no es algo que ocurra todos los días.

-¿No vienes por aquí seguido, cierto?- preguntó Elkie.

-No, es la primera vez que vengo- respondió con timidez.

-Ya veo, jamás te habíamos visto- Yeeun sonrió.

Eunbin inconscientemente se encorbó, retrajo los hombros y buscó esconderse detrás de su gran tarro de cerveza.

Tuvieron una larga charla, contando cosas sin sentido y las chicas haciéndole preguntas a Eunbin con la intención de hacerla sentir algo incómoda y acosada. Les divertía ver a la castaña tartamudear y ponerse nerviosa, y vaya que lograban hacerlo.

No supo cómo ni por qué aceptó acompañar a esas chicas. Ahora se encontraban en el taxi que las dejaría en el departamento de Elkie. A decir verdad, Eunbin no tenía la más mínima idea del porqué las chicas insistieron en que viniera con ellas, sin embargo, ahora se dió cuenta de cuáles eran sus intenciones, cuando estando en el taxi ambas chicas acariciaban sus piernas y le besaban ocasionalmente el cuello. La china parecía ser la más impaciente por llegar, ya que su mano jugaba traviesamente con la entrepierna de la menor. Eunbin no sabía que hacer, simplemente permanecía estática, dejándose manosear por aquellas bellas chicas que, a decir verdad, no le molestaba. Al contrario, sus caricias y sus besos eran algo nuevo para ella. Nuevo y excitante.

Eunbin observó cómo la rubia se quitó de una vez por todas su brasier, mostrando sus hermosos pechos de pezones rosados y sintió un cosquilleo en el vientre.
Yeeun tomó de los hombros a Eunbin y la empujó con fuerza contra la cama, quedando la encima de la menor y besándola con desenfreno. La menor apenas logró articular los movimientos de los labios para corresponder el beso cuando la rubia arrebató su rostro y se apoderó de su boca. La castaña casi no podía respirar, pero la lengua de Elkie era tan deliciosa que simplemente no quería desprenderse ni un momento para tomar aire.

Mientras tanto, sintió como Yeeun desabotonaba su pantalón y lo deslizaba por sus piernas hasta quitárselo. La pelinegra ahora tomó el rostro de la rubia y lo giró para besarla. Observó con encanto la escena: dos chicas hermosas besándose enfrente suyo, una medio desnuda y la otra desvistiéndose. Se apoyó sobre su codos y se lamió el labio inferior cuando ambas chicas se hallaron sin una sola prenda; se deleitó apreciando sus esbeltos cuerpos y se le hizo agua la boca.

Las chicas tuvieron que separarse para tomar aire después de tan ardiente beso, y nuevamente dirigieron su atención hacia Eunbin. La pelinegra tomo a la castaña del brazo y lo jaló con brusquedad, haciendo que ésta se levantara de la cama, y puso su mano en la cabeza haciendo fuerza hacia abajo, obligándola a arrodillarse. El rostro de Eunbin fue puesto en frente de la intimidad de la morena.

-Come, princesa.

CLC One Shots [SMUT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora