Capítulo dedicado a OhyoDubu
-No quiero entrar- se resistió Yeeun todo lo que pudo, pero Elkie y Sor prácticamente la arrastraban en contra de su voluntad.
-Solo entra y ya- dijo Sorn- ella hubiera ido a buscarte si pudiera hacerlo.
-¿Para que me quiere?- cuestionó Yeeun molesta
-No se, solo pidió que te llamaramos- respondió Elkie- parecía urgente. Además nosotras solo obedecemos órdenes.
-No me interesa que ella sea su jefa. No quiero verla- Yeeun trataba de safarse del agarre de las dos compañeras.
-Si no te llevamos con ella nos va a matar- dijo Sorn a quien se le acababa la paciencia- solo preséntate en frente de ella y después huye si quieres, hazlo por nosotras, somos tus amigas.
Yeeun rodó los ojos y resignada comenzó a avanzar por sí misma hasta la puerta donde se encontraba la susodicha. Se detuvieron en frente de la estructura de madera y Elkie y Sorn intercambiaron una mirada y luego asintieron con la cabeza, tocaron la puerta y después la abrieron.
-Suerte- se despidieron de Yeeun y ésta entró algo nerviosa. La rubia cerró la puerta detrás de sí y se recargó en ésta.
-Tus asistentes me dijeron que querías verme. Aquí estoy- dijo con su elegante y segura voz mirando a la chica que estaba tirada en el escritorio.
-Que rapida- dijo Eunbin arrastrando las palabras- Que bueno es volver a verte.
-Creí que no querías saber nada más de mí. ¿Que es lo que quieres?
-Ella...- las palabras de la menor fueron amortiguadas por su lágrimas e hipeos- ella se fue, me mintió, no le importó lo que yo sentía...
-¿Es para esto que me llamas, para hacerme saber de tus fracasos amorosos?- recriminó Yeeun, obviamente ella no quería saber nada de eso.
-Ella me trató como una basura, me reemplazó- la mayor permaneció en silencio- fuí su juguete, su idiota. Siempre me va mal a mí, siempre soy la que sale perdiendo- Eunbin tomó la botella de licor que tenía al lado y la arrojó con violencia, estrellándola contra la el piso y haciendo retumbar las paredes con el estruendo.
La menor se levantó con torpeza y dificultad, tropezando con sus propios pies y tambaleándose, alzó la mirada y Yeeun sintió cierto escalofrío en cuántos los ojos fieros de Eunbin se encontraron con los suyos, tenía los ojos cristalizados, una mirada profunda que congelaba a cualquiera, la expresión de su cara parecía llena de ira y quebranto al mismo tiempo, dio pasos torpes aproximándose a Yeeun, que en lugar de dejarse intimidar permaneció quieta y segura, se posicionó en frente de la mayor y la miró a los ojos.
-¿Porque me sucede esto?- su voz se quebrantó- justo cuando creí que encontraba una nueva luz, justo cuando mi corazón parecía cicatrizar...
Yeeun miró hacia el suelo.
-No me alegra saber que te va mal, ¿Pero porque recurres a mí ahora?
-No se. No puedo pensar con claridad ahora- la mas alta empezó a llorar nuevamente- es solo que de alguna manera tu recuerdo es lo único que me consuela en estos momentos.
-Creí que cumplirías lo de olvidarme para siempre- ahora los ojos de Yeeun se humedecieron.
-¿Acaso tú lo hiciste?
La mayor hizo una larga pausa.
-No
Eunbin perdió el equilibrio y estuvo apunto de caerse, pero Yeeun la abrazo y sostuvo su cuerpo para evitarlo, la mas alta tardó en reaccionar pero finalmente pasó sus brazos por los hombros de la mayor para sostenerse.
-¿Porque durante todo este tiempo no he podido sacarte de mi maldita cabeza?- dijo Eunbin con la lengua entumecida- ninguna mujer me ha hecho olvidarte, ninguna me ha hecho sentir lo que tú me hiciste sentir... Y ninguna me ha lastimado tanto como tú lo hiciste.
Yeeun retenía el llanto lo más que podía, sabía que todo había sido su culpa y no podía decir nada en su defensa.
-Te amé como jamás lo he vuelto a hacer, es solo qué- siguió Eunbin- no pude perdonarte todas tus traiciones.
Finalmente las lágrimas vencieron a Yeeun y recorrieron una a una las bonitas mejillas de ésta, ya era demasiado tarde para pedir perdón y sobre todo era inútil.
-No llores, que yo estoy más jodida que tú- dijo Eunbin quizás con la intención de tranquilizarla o quizás con la intención de hacerla sentir peor- pero eso ya no importa, no te llame para recordar viejas vivencias.
-¿Que quieres entonces?- dijo hipando.
Eunbin trataba de sostenerse sobre sus propios pies pero la ebriedad le hacía olvidar cómo hacerlo. La menor tomó la cabeza de la mayor y la atrajo hacia su rostro y la besó, sus besos obviamente eran torpes, ya que no podía ni hablar claramente, mucho menos besar. Yeeun, aunque no esperaba dicho proceder, sin dudarlo un poco recibió el beso y lo devolvió; volver a probar esos dulces labios la hizo estremecer, ella más que nadie se moría por volver a sentir esa boca recorrer todo su cuerpo, pero no olvidaba que Eunbin estaba demasiado ebria.
-Eunbin, detente. No estás bien, no sabes lo que estás haciendo.
-Por supuesto que lo sé- jadeó Eunbin lamiendo la oreja de Yeeun y besando su cuello.
-Deja de decir estupideces- Yeeun empujó a la menor para apartarla- mañana al recordar esto vas a arrepentirte.
Eunbin río.
-No sabes cuánto tiempo he deseado volver a tenerte, cuánto he extrañado tu cuerpo, cuántas veces me he acostado con mujeres pensando en ti- se acercó para tomar el rostro de la mayor- y mentirías si dijeras que tú no lo has hecho.
Mañana subo la parte dos
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CLC One Shots [SMUT]
RomanceOne shot de las Cristales. Smut en la mayoría de los capítulos. CLC x CLC (todas x todas). Algunos te harán llorar.