'YeElkBin' parte 2/2

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Una holeada de calor húmedo asaltó el centro de Eunbin al escuchar esas palabras. Tragó saliva y vaciló por un momento, pero las manos de la morena tomaron la cabeza de la menor y la estamparon contra su centro.

Eunbin ahora abrió la boca y comenzó a lamer los húmedos pliegues de Yeeun, ésta soltó uno que otro grito ahogado a medida que la menor devoraba con ansias su sexo.
La pelinegra se sentó en la cama y abrió sus piernas para permitir un mejor acceso a la hambrienta lengua de Eunbin; ésta no lo dudo un segundo y volvió a abalanzarse hacia Yeeun. Elkie se sentó en la cama, al lado de la morena para besar su cuello; ella echaba su cabeza a un lado para permitir que los besos calientes de la china cubrieran toda su erizada piel.

-Joder, sí...- comenzó a gruñir sobre los labios de Elkie- fóllame así.

Yeeun no pudo más, cuando la lengua de Eunbin penetró dentro sintió una explosión que recorrió su cuerpo y la hizo estremecerse y quedar sin aliento.
Los labios, la nariz y la barbilla de la menor quedaron empapados, y ella embriagada del exquisito sabor de Yeeun.

La rubia soltó una risita maliciosa, dio un beso en los labios de Yeeun y se levantó. Tomó a Eunbin y volvió a tirarla en la cama, está vez ambas le quitaron la poca ropa que aún tenía y Yeeun se posicionó detrás de la menor, quedando sentada detrás de ella, con las piernas abiertas y Eunbin en medio de ellas.

Elkie se posó en frente de la menor y la besó con frenesí. La morena hizo a un lado el cabello de la castaña para besarle el cuello y con las manos acariciar sus pechos. En tanto, la china abrió de par en par las largas y esbeltas piernas de Eunbin, contempló con fascinación lo empapado que estaba su sexo, aún sin haber sido apapachado.

Eunbin se quejó de placer cuando los dedos de la mayor exploraron entre sus pliegues, trazando círculos en ellos y separando los labios, frotó el clítoris de la castaña y ésta soltó un fuerte gemido. La morena que se encontraba detrás de ella no dejaba de juguetear sus los pezones duros, pellizcandolos suavemente y estrujando sus pechos.

Elkie, incapaz de seguir resistiéndose adentró dos dedos en Eunbin, la menor arqueó la espalda y jadeó. La rubia se sintió muy excitada cuando sacó los dedos y un hilo líquido hizo un puente entre sus dedos y el sexo de la castaña; está vez los introdujo con fuerza y los saco bruscamente una y otra vez. La menor jadeaba y se retorcía; sentía su apertura dilatarse y contraerse a medida que los dedos de la rubia la penetraban y salían. Los sonidos húmedos producidos por la penetración provocaron que Elkie perdiera la cordura y no pudo seguir controlándose; sustituyó sus dedos por su propia intimidad y ejerció presión de ésta contra el sexo empapado de Eunbin.

La menor se se sobresaltó ante el proceder de Elkie y se maravilló ante la grandiosa nueva sensación de tener una vagina frotando la suya.

La excitación la comía viva; la pelinegra besando y lamiendo su cuello y manipulando sus senos detrás de ella, y una ardiente rubia moviendo sus caderas para unir sus calientes y necesitadas intimidades en un vaivén constante.

A decir verdad era la primera vez que Eunbin tenía relaciones con una chica, bueno, en este caso, chicas. Ella jamás había deseado a otra mujer, y mucho menos le había cruzado por la mente acostarse con alguien de su mismo sexo.

Quizás fueron los tragos, quizás lo hermosas y sensuales que eran aquellas chicas, quizás fueron las bonitas palabras con las que le hablaron, o quizás se trataba de una necesidad y deseo que había permanecido latente y escondido durante toda su vida y hasta ahora vendría a descubrirlo, siendo follada por dos mujeres preciosas, quizás las mujeres más hermosas que había visto en toda su vida. Quien sabe. Quizás jamás lo descubriría, lo único que sabía era que ésta era la ocasión más excitante y ardiente que jamas había imaginado que experimentaría.

CLC One Shots [SMUT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora