Inocencia

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Capitulo dedicado a ammm40511

Elkie escuchó golpes rápidos en su puerta, y pensó quién estaría tocando la puerta a estas horas, y precisamente en su momento favorito del día, bueno, de la noche, y cuando ella aprovecha para ver su serie favorita mientras come su cereal favorito.

Se levantó y se dirigió a la puerta que aún sonaba por los golpes desesperados de la persona que estaba detrás de ella. Elkie ya se había hecho una idea de quién podía ser. Apenas la abrió cuando Yujin se echó sobre ella y la abrazó con todas sus fuerzas derramando lágrimas a más no poder. Elkie pareció comprender y devolvió el abrazo cálidamente. Ya se imaginaba la razón.

-¿Otra vez él?

-Sí- contestó la mayor hecha un mar de lágrimas.

-¿Que te hizo esta vez?

-Lo encontré con otra chica- Yujin hipaba y se lamentaba.

La china no se asombraba por ello, pero se compadecía de su amiga. No era la primera vez que el novio de Yujin la engañaba.

-Me duele que tengas que pasar por esto- Elkie ya no sabía que más decirle- ¿Que harás ahora?

-Quiero olvidarlo

-Ya, ya- diciendo esto la menor sobaba su cabeza tratando de tranquilizarla- ven, siéntate.

Se sentaron en el sofá donde anteriormente Elkie había estado. La china abrazó a su amiga amorosamente, y mientras sus brazos enredaban protectoramente el cuerpo delgado de la mayor, respiró inevitablemente su aroma, y sintió el rose de la suave piel de su cuello en su cara. La sensación le pareció tan agradable que quiso continuar oliendo la placentera fragancias de el shampoo o quizás el perfume de Yujin, o quizás su piel. A pesar de que la nariz y la boca de Elkie estaban en pleno contacto con la piel de su cuello, y apesar de que Elkie disimuladamente restregaba su cara en esa sedosa piel, Yujin parecía ni siquiera notarlo.

Minutos después el llanto de Yujin por fin cesó, y al parecer ella también encontraba bastante cómoda la posición en la que se encontraba junto con Elkie. Los brazos de la china la protegían muy tiernamente, y las olfateadas cada vez menos disimuladas de la menor empezaban a parecerle agradables. Hubo un momento en el que una abrumadora paz se hizo presente en su muy mal trecho corazón. Ya no lloraba, ni siquiera se acordaba de la razón de su pesar, se sentía maravillosamente tranquila y serena.

Elkie, estaba empezando a sentir sensaciones extrañas debajo de su vientre, pero al contrario de preocuparle, le gustaba y no se contenía de seguir efectuando aquello que la estimulaba de esa manera. Rosó con sus labios el cuello de Yujin, y sin ninguna intención de ocultarlo, dio un fugaz beso en él. Yujin lo notó, y respingó en cuanto los labios de la contraria chasquearon suavemente su piel; Elkie, al percatarse de que la mayor no reparaba ni oponía algún tipo de resistencia se envalentonó y dió ahora otro beso en esa blanca piel, probando de esta manera qué tanto consentía Yujin aquel tipo de contacto.

Yujin suspiró y echó su cabeza a un lado, de este modo haciéndole saber a Elkie que aprobaba aquellas caricias. La china entusiasmada por dicha aceptación hizo a un lado el hermoso cabello castaño que le resultaba un estorbo para engullir aquella hermosa blancura que descendía de la barbilla de Yujin.

Besó su cuello y prestó atención a los movimientos corporales de la mayor, ya que estos serían los indicadores de las sensaciones que Yujin experimentaría. La coreana tembló ligeramente y se estremeció en cuanto la lengua de Elkie acarició su piel, después ésta ejerció suaves succiones y continuó besando y probando la suavidad de su cuello. Besó también el mentón, y dejó un surco de besos a lo largo de su mandíbula, mientras que con una de sus manos acariciaba la espalda de Yujin por debajo de su ropa.

CLC One Shots [SMUT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora