CLC One Shots [SMUT]

Netorare

—No me hagas esto Sorn, por favor— suplicó Seunghee con los ojos rojos. Sentía una opresión dolorosa en el pecho— si es que he cometido algún error, puedo solucionarlo, dame otra oportunidad.

—No es eso, Seunghee— dijo Sorn— No has hecho nada malo, simplemente yo...

—¿Entonces que es? No me dejes de esta manera— se arrodilló y le besó las manos. Sus ojos ardian— no podría vivir si ti, eres todo lo que amo.

—Seunghee, por favor— dijo la menor con la voz entre cortada— no me compliques más esto.

—Sorn, mi cielo— Seunghee se puso de pie y tomó el rostro de Sorn entre las manos. Con todas sus fuerzas trató de no estallar en llanto— por favor, te amo más que a nada en el mundo, no puedes terminar esto, recuerda nuestra promesa, que estaríamos juntas para siempre, a pesar de todo...

—Seunghee— la interrumpió— eso se acabó— sus ojos se cristalizaron— también esto es difícil para mí— quitó las manos de Seunghee de su rostro— pero ya no quiero estar más contigo, entiéndelo.

—¿Porque? ¿Que hice mal?— la voz de Seunghee delataba desesperación; las lágrimas no tardaron en hacerse presentes y recorrieron una tras otra sus mejillas.

—Nada, es solo que... Ya no es como antes.

—¿Ya no es como antes? Pero si yo te he dado todo de mi, te he entregado cada parte de mi ser, Sorn, mírame— tomó nuevamente su rostro para poder mirarla y entre gimoteos y lágrimas continuó— yo sé que me amas tanto como yo a ti; prometo que cambiaré, seré como antes si eso es lo que quieres, pero no te alejes de mi, te lo suplico.

La mayor acercó su rostro al de la menor para besarla, pero ésta giró el rostro y se apartó.

—No hagas eso Seunghee— Sorn dió pasos hacia atrás, marcando una dolorosa distancia entre las dos.

—¿Porque? ¿Repentinamente has dejado de amarme?— la mayor tapó sus ojos con las manos, no pudo contenerse más y lloró amargamente— ¿Que fue lo que hice para que esto pasara?

—Yo... Las cosas simplemente son diferentes ahora. Ya no es lo mismo Seunghee. Es solo eso.

Seunghee conocía perfectamente a Sorn y su tono de voz al hablar, la manía de desviar la mirada hacia el suelo, la manera en que mueve los pies la delatan. Ella miente.

—No. No es eso. Ay alguien más ¿Verdad?

—No— Sorn buscó evitar la mirada de Seunghee.

Mentirosa.

—No quieras verme la cara de idiota— su tono de voz cambió radicalmente. Ahora sonaba tan fría que Sorn empezó a ponerse nerviosa de veras.

—Ya te dije que no.

—¿Ay alguien más, verdad?— dijo con una entonación de auténtica severidad.

Sorn no respondió. En ese preciso instante lo comprendió todo. La opresión que sentía en el pecho se convirtió en dolor de estómago; su dolor se transformó en ira, y sus lágrimas de dolor en lágrimas de impotencia.

—¡Responde!— dijo apretando los puños.

—¡Sí, ay alguien más!— la menor una vez más desvió la mirada.

El corazón de Seunghee dejó de latir. Unas fuerte náuseas asaltaron su estómago. No podría creerlo, su Sorn, su amada Sorn la había traicionado. Aunque hubiera querido decirle muchas cosas no hubiera podido, fue incapaz de pronunciar palabra alguna, ni siquiera podía moverse.