Waterbomb: YeElkie

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—No quiero que tarden demasiado como lo hacen siempre— sentenció Seunghee al escuchar que Yeeun y yo iríamos al baño.

No lo haremos, unnie— replicó Yeeun con el aegyo que es tan característico de ella, y hecho a propósito con la intención de ganarse la dispensación de Seunghee por la veces anteriores que salimos tarde al escenario por nuestra culpa. Dicho esto ella me tomó de la mano y salimos rápidamente riendo para dirigirnos al tocador.

Cuando llegamos abrimos la puerta, y para nuestra fortuna, estaba completamente solo. Yeeun, aprovechando la soledad del lugar,  me tomó del cuello y me besó con necesidad, regalándole sus mejores besos, es evidente que durante este tiempo se contuvo de hacerlo frente a las otras miembros. Yo la abracé por la cintura mientras ella acariciaba mi cuello con la yema de sus dedos, y nuestros labios peleaban arduamente entre sí.

Solo a ti se te ocurre querer hacer esto faltando unos momentos para aparecer en el escenario— reí pegando su cuerpo al mío.

—Ya lo necesito— dijo jadeante— ¿hace cuánto que no lo hacemos?

Anoche, tonta— solté una carcajada.

Solo será algo rápido— dijo ella juguetona dando besos por mi cuello.

Mas vale que termines en menos de 20 minutos o Seunghee nos va a matar— advertí.

Eso dependerá de ti— me retó encogiendo los hombros y sonriendo como una insolente.

No me retes porque me lo tomo muy enserio— di un fugaz beso sobre sus labios húmedos.

No creeré hasta ver— respondió sonriendo casquivanamente. A ella le divierte provocarme de está manera.

Y no solo lo verás— ataqué sus labios besándola con ardor, acariciando su espalda y decendiendo mis manos hasta estrujar sus nalgas. Ella soltó un tímido gemido sobre mis labios y envolvió mi cuello con sus brazos. La empuje poco a poco hasta llegar a un sanitario y encerrarnos en él, pues no sería nada conveniente que alguien entrara y nos descubriera.
Sin desprenderme de sus labios desabotoné sus shorts y los jalé hacia abajo junto con sus bragas. Coloqué mi manos en medio de sus muslos y deslicé mis dedos sobre esa piel húmeda y caliente, besé su cuello y lamí la piel blanca mientras escuchaba bonitos gemidos salir de su boca.

Rápidamente me hinqué y di un prolongado y apasionado beso en esos otros labios que también adoro besar. Ella alargó su mano y la pasó suavemente por mi cara y después las posó sobre mi cabeza para sostenerla.

Sin perder tiempo, capturé el pequeño clítoris ya duro, e ingresandolo a mí boca, le propiné lamidas y succiones un poco bruscas, pero con la precisión necesaria para hacerla gozar. 

Volteé hacia arriba para ver qué tal la estaba pasando ella y cuando ví su rostro supe que estaba haciendo las cosas bien, pues tenía los ojos cerrados y luchaba por contener lo que parecían ser gritos.

Abracé sus caderas y hundí mi cara en medio de esos muslos; ella separó sus rodillas lo suficiente como para tener mi cara en medio de sus muslos besando y lamiendo su dulce intimidad. Ella parece un manantial; un manantial que llena mi boca con su delicioso néctar, y yo lucho por extraer más de aquella miel preciosa que trago a medida que es expulsada con cada succión.

Ella sostiene mi cabeza con sus dos manos, sus caderas tiemblan un poco, su abdomen se tensa, sus respiraciones son pesadas pero rápidas, sus mejillas están rojas, no puede abrir los ojos, a veces entre abre sus labios para poder tomar una mayor cantidad de aire, y aveces los aprieta para no hacer mucho ruido. Es tan linda.

CLC One Shots [SMUT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora