CLC One Shots [SMUT]

Cándida

—Tranquila, tu unnie te cuida —le susurró la mayor a Eunbin en el oído al escuchar su quejido de dolor. Con inocencia y confiando completamente en su unnie, Eunbin la abrazó con fuerza— puedes clavar tus uñas en mi espalda si te duele.

—Sí —jadeó la menor, quién estaba cubierta en sudor— te quiero mucho.

Esas palabras hicieron a Elkie sentirse la peor persona del mundo. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero ahora ya era tarde para retractarse.

La mayor empujó sus caderas lentamente, luchando contra la estrechez de la virgen cavidad de Eunbin; el falo plástico no lograba abrirse paso a pesar de los múltiples intentos. Hubo un momento en el que Elkie se preguntó porqué su empeño en romper el himen de Eunbin; ¿Porqué Eunbin la provocaba tanto, incluso más que las demás? Eunbin la excitaba demasiado, la hacia perder el control, y quería tomar de ella lo que Seungyeon y Seunghee, las hermanas mayores de Eunbin, hablan protegido por tanto tiempo.

Elkie empujó con más fuerza, sintió las uñas de la menor enterrarse en la piel de sus omóplatos y tuvo que detenerse, Eunbin respiró rápido y profundo, como si hubiera corrido una carrera de velocidad. La mayor, entre la penumbra de la habitación, miró el rostro de Eunbin, exhausto y adolorido, y se sintió aún más culpable.

No podía creer que hubiera caído tan bajo esta vez al punto de lograr seducir a Eunbin. No conforme con dar rienda suelta a todos sus placeres con muchas mujeres, se había llevado consigo en su crápula a la hermosura que Eunbin todavía conservaba, esa hermosura que la volvía diferente de ella y de todas las mujeres con las que había tenido algo que ver, y esa hermosura que la provocaba tan ilícitamente.

Sintió piedad por ella y enojo consigo misma.

—Volveré a intentarlo, ¿De acuerdo?

—Sí —respondió la menor con la más pura inocencia.

Con las piernas temblorosas Eunbin volvió a acomodarse y respiró hondo. Estaba dispuesta a soportar el terrible dolor que sabía que le esperaría en medio de sus piernas porque amaba a Elkie. Eunbin quería estar con ella y quería hacer esto con su unnie, aunque ignoraba completamente las consecuencias que le esperaban a Elkie si sus hermanas mayores se enteraban de ello.

La mayor tomó la cabeza plástica y lo colocó en la entrada, empujó nuevamente y sorprendentemente la punta del juguete logró entrar, pero al hacerlo Elkie escuchó un sonido fugaz y muy particular que le hizo detenerse en seco y paralizarse. En ese momento recordó que al romperse el testigo de la castidad de Eunbin ella tendría que verse las caras con Seunghee y Seungyeon, quienes estaban al tanto del deseo que sentía hacia su hermana menor, y le advirtieron seriamente que no tuviera el atrevimiento de poner una mano encima de ella.

Elkie se preocupó por unos segundo sobre la gravedad de su situación, pero la olvidó completamente al escuchar la dulce voz de Eunbin.

—¿Que pasa?

—Nada, bebé, no pasa nada —Elkie besó los labios de Eunbin con intensidad, sus bocas se besaron lentamente e intercambiaron sus calientes humedades. No quería informarle a Eunbin acerca del sangrado, pues sabía que se asustaría, así que retiró el dildo y discretamente palpó con una de las sábanas la hemorragia para limpiar la sangre. Después la arrojó al suelo sin que la menor se diera cuenta.

La mayor volvió a colocarse y después de introducir la parte correspondiente del dildo dentro de ella, hundió lentamente la parte correspondiente de Eunbin en su interior. La menor tembló y cerró los ojos con fuerza, apretó los labios para no gritar. Elkie se meció sobre el cuerpo de Eunbin una cuantas veces, pero al verla a punto de llorar se sintió terriblemente culpable. Se estaba a aprovechando del amor que la menor sentía por ella y en ese momento hubiera dado lo que fuera por amarla también, pero no podía hacer nada al respecto. Apartó otra vez el juguete y luego la besó; Eunbin respondió acaloradamente el beso y la abrazó tan fuerte que parecía no querer soltarla nunca.