Adios

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Me paré frente a la puerta, quizás estoy temblando un poco, quizás me duele el estómago, quizás debería sentirme liberada al saber que la tortura terminará hoy mismo, pero el dolor que la despedida conlleva no se compara con el supuesto alivio que debería precederla. Le pregunté a su madre por ella, y me respondió que estaba arriba, en su cuarto aún preparándose para tan dichosa ocasión; dichosa para todos, menos para mí. Al verme la señora se extrañó, pues se supone que yo sería la dama de honor de Elkie, y al verme tan desaliñada, sin vestido, sin arreglo y sin nada de maquillaje se desconcertó. Yo le pedí pasar a verla, pues tenía que hablar con ella. Cierta preocupación y más desconcierto se hicieron presente en el semblante de la señora, pero me permitió pasar y prudentemente dejar que las jóvenes habláramos. 

Subí las escaleras con lentitud, pues aunque quiero que esto termine rápido, al mismo tiempo no quiero que termine, de alguna manera al volver lentos mis pasos estoy tratando de alargar el tiempo que aún nos queda "juntas". Y digo juntas entre comillas, porque estoy consciente de que juntas en realidad nunca hemos estado.

He procurado durante tiempo reunir todo el valor necesario para esto, y después de muchos intentos fallidos y de muchos fracasos, esta ocasión será la definitiva; no seguiré retractándome más.

Toqué la puerta y escuché su voz detrás de ella diciéndome que pasara. Entré por el umbral de la puerta y ahí estaba ella, sentada frente al espejo, con su hermoso vestido blanco nupcial, su cabello rubio grisáceo peinado de la manera más hermosa imaginable, preparada y radiante para el anhelado himeneo... Maldición, se ve preciosa. Juro por mi vida que jamás he visto a una mujer más hermosa. Ella me miró, y sus ojos se abrieron ampliamente, una gran sonrisa se formó en su rostro. Ahora mismo estoy temiendo volver a rendirme ante ella y terminar perdiendo todo el valor que he reunido.

Seunghee... viniste— me dijo sonriendo aún más, resulta una sorpresa para ella haberme aparecido aquí, pues le aseguré que no asistiría a su boda a pesar de sus súplicas. Sin embargo, me duele en el alma ver esa hermosa sonrisa, pues sé que al enterarse de mis motivos al venir hasta aquí se desvanecerá dolorosamente. Pero sé, que todo ésto, no le duele más a ella que a mí.

No respondí, y simplemente me acerqué a ella; sus ojos brillan de contento, su sonrisa irradia dicha y la más pura felicidad. Sé que está feliz de verme, y aunque me duela, también me siento feliz al verla. Es una felicidad que duele y lastima.

Me posé detrás de ella y dirigí la vista hacia el enorme espejo que quedaba frente a nosotras, pude apreciar su bellísimo rostro con mayor precisión, y volví a maravillarme ante su hermosura. Oh Seunghee, por favor, no flaquees ante ella, no otra vez. Pasé mis brazos al rededor de su cuello dándole un fervososo y sentido abrazo, quizás, el abrazo más fervososo y sentido que habré de darle en toda mi vida.

Ella besó mis brazos tiernamente, y yo besé su nuca con ardoroso sentimiento, cerré los ojos, y respiré hondamente el aroma de su cabello hasta llenar de ese aroma dulce por completo mis pulmones, asegurándome de guardar en mi memoria esta fragancia que muchas veces acompañó mis noches y me otorgó miles de momentos de inmensa felicidad y tiernos cariños, este aroma que me hizo conocer qué tan hermoso es el amor, y este aroma que ahora me hace conocer qué tan dolorosa puede ser la despedida.

Te vez preciosa— le dije sin aflojar si quiera un poco la fuerza con la que la sostengo entre mis brazos. Ella sonrió y acarició mi brazo con dulzura sin dejar de esparcir besos en él. Mi estómago se revolvió, no puedo evitar sentirme desbordar de amor cuando ella me acaricia de esta manera, me siento débil ante sus divinos encantos, ella es mi debilidad, mi punto más vulnerable.

Estoy tan feliz de verte— me dijo con inocencia apoyando su mejilla en mi brazo.

Yo también— dije con lastimera entonación, pues aunque verla para mí siempre resulta en inmensa felicidad, hoy es diferente. Es la despedida definitiva.

CLC One Shots [SMUT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora