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El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13: 4-7

Cuando por fin has encontrado aquella persona tan especial con la que Dios te unió para ser uno solo en el camino del Evangelio, te preguntas como él tuvo tanto amor contigo para darte aquella persona por la que esperaste toda tu vida, de quien tienes tantas cosas que aprender el uno del otro, tantas cosas que seguir de las enseñanzas que Dios puso en tu corazón, del aprender amar, a esperar, a confiar en quien te dio por amor a quien correspondiera la forma en que amarás a tu idónea o idóneo. Darás gracias al Señor porque la persona que llegó a tu vida sembró en tu corazón una semilla que con el tiempo fue floreciendo como la flor más hermosa en la primavera, de la cual sus raíces tienen a Dios por sobre todas las cosas, de tener esa ternura que tiene por ti, de la paciencia de aguantar todas las cosas sean buenas o malas, porque no siendo perfecto como hijos de Dios, él te envió para que llenes un lugar muy especial en mi corazón, para que recuerdes cada día lo mucho que te ama, lo mucho que quiere bendecir de tu familia en proceso u formada delante de su presencia, porque no vinimos al mundo para estar en soledad, porque Dios vio en el corazón de Adán una tristeza que no dejaba de crecer y por la cual decidió ponerle como compañera idónea a Eva. También así el amor que Jacob tuvo por Raquel y trabajar la tierra durante 14 años, entregando con amor todo el fruto con el cual Dios bendeciría a Israel, con el amor que José puso en la tierra de Egipto para ofrendar todo al Señor hasta que llegase el momento de demostrar amor y compasión con aquellos que un día lo vendieron como esclavo, como el amor de David y Jonatán ese amor entre hermanos por el que cada uno daría la vida por la del otro y por ese amor tan inmenso que tuvo Dios para enviar a su hijo para morir por toda la humanidad y demostrar el acto de amor nunca jamás visto por todo el mundo y que por todas las cosas es el mejor amor de todos.

RED DORADA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora