RED DORADA ©

#70

Aveces en nuestro tiempo de comunión con Dios tal vez nos hacemos la pregunta ¿Que guía mi vida?. Quizá, lo que controle nuestra vida sean los problemas, la culpa, nuestro pasado...
Somos el resultado de nuestro pasado pero no somos el reflejo de este.
Probablemente los resentimientos estén en el control de nuestra vida, pero no nos fijamos que este sentimiento me daña más a mí que con quien estoy resentido.
Puede que el temor sea el que guíe nuestra vida, todos hemos pasado por momentos de confusión y miedo, el temor es un tipo de cárcel que nos imponemos para no permitir que se cumpla el propósito de Dios en nuestra vida.
La necesidad de ser aceptado: muchas veces las amistades son las que nos influyen, la presión de nuestros amigos, el "¿Qué dirán ?", una de las claves del fracaso es complacer a los demás cuando en realidad a el único que debemos agradar es al señor .
Todos estas cosas evitan que él propósito se cumpla el nosotros, una vida sin propósito es una vida sin marcha, es trivial.
El conocer el propósito le da sentido a mi vida, le da entusiasmo, ser usado para un propósito y reconocer la supremacía de Dios es encontrar la verdadera felicidad. Conocer mi propósito me lleva a la eternidad, no estamos en la tierra para ser recordados si no para ser preparados cuando lleguemos al tribunal de justicia y rindamos cuentas con Dios. El quiere que todos lleguemos a la eternidad y anticipadamente nos deja dos preguntas para meditar y poder llegar a la vida eterna.
1. ¿Que hiciste con Jesucristo, aprendiste a amarlo y a aceptarlo como señor y Salvador?
2. ¿Que hiciste con lo que Dios te entrego, tus dones, talentos?