RED DORADA ©

#59

Muchas veces la vida del cristiano no es de felicidad completamente, no, muchas veces es todo lo contrario. Las pruebas que llevamos como hijos de Dios son cargas que como humanos no podemos seguir, pero para los que confiamos en Jesús todo es más llevadero, eso no dice que nosotros no sufriremos, que no iremos a llorar, que no pasaremos pruebas difíciles. He aquí que Jesús no murió para que no sufrieras. Él murió para que cuando sufras, Dios use ese dolor para hacerte y acercarte más a Jesús, para que comprendas todo el amor que fue derramado por ti en la cruz del calvario, porque el venció al mundo, resucitó al tercer día con gloria y poder, dijo que vendría el Espíritu Santo, el consolador para rescatar, para levantar a aquel que cayó por una piedra, porque te caerás siete veces y 7 veces te levantarás en el nombre de Jesús porque no dejarás que nada impida llegar a tu meta de ser más como él, de llegar a su presencia, tu vencerás en el nombre de aquel que murió por ti y por toda la humanidad para que todo aquel que en él creyera no se pierda, más tenga vida eterna. Quien ha de perseguir a un hijo de Dios, porque caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra, más a ti no llegarán porque el ángel de Jehová acampa a tu lado y está para pelear la batalla a tu lado.