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Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. (Apocalipsis 21:5).
Estas son palabras de vida y aliento, por si creemos que ya no hay tiempo. ¡Manos a la obra!
Una de las maravillas que Dios hace en nosotros es que todas las cosas son nuevas en nuestras vidas. Aquí en este verso dice: todas NO algunas, una sí y otro no. Son todas. Cuando aceptamos a Cristo como nuestro salvador el primer cambio que se produce es un nuevo nacimiento espiritual, somos como bebés recién nacidos. Por esto dice en la Escritura que es necesario nacer de nuevo para que podamos recibir el reino de Dios. ¿Qué es lo que ocurre?
Lo que ocurre es que si venimos al camino de Dios con la misma forma de vida, de pensar, de ser, etc, no podremos disfrutar de todo lo que Dios nos tiene preparado. No podremos entender lo que Dios ha dicho en su palabra, si no nacemos de nuevo no tendremos un nuevo espíritu que sea sensible y pueda conectarse con el Espíritu de Dios. Por esto y otras razones es necesario nacer de nuevo. Después que nacemos espiritualmente, es Dios a través de su Santo Espíritu que nos va limpiando, es decir, nos ayuda a dejar de practicar el pecado para que progresemos en santidad, nos ayuda a identificar qué actitudes están mal y no son de su agrado, nos ayuda a ir entendiendo poco a poco la Santa Escritura.
Lo creamos o no, todos los aspectos en nuestras vidas Dios las hace nuevas. Él todo lo puede hacer.

RED DORADA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora