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"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni mis caminos vuestros caminos, dijo Jehová". Isaías 55:8. RV1960.

Con solo leer este versículo, nos damos cuenta de muchas cosas que suceden... Este es uno de mis versículos favoritos, ¿saben?

A veces, pensamos muy pequeño para el gran Dios y Padre que tenemos. No sé si me doy a explicar. A veces, cuando nos postramos en nuestro aposento en lo íntimo, pedimos al padre en pequeño... siendo él el dueño del oro y la plata. A veces, pedimos una bicicleta, para no pedir mucho, sabiendo que Dios no puede dar un auto último modelo.

Pero no todo es pedir... ¿de acuerdo? Vale la pena estar ferviente en el Señor, no por lo que él nos puede dar, sin por todo lo que ya nos ha dado desde un inicio... y más por ese hermoso sacrificio que hizo hace más de 2000 años en la cruz del calvario.

Así que no nos postremos solo por pedir, no seamos descarados, postrémonos ante un Rey de Gloria, que merece toda adoración sobre todo el Universo, El Rey Eterno e Incomparable.

Pensamos en pequeño, y nos olvidamos que tenemos un Padre más que inmenso, indescriptible.

Creemos que tomamos el camino correcto, cuando en realidad sus caminos son distintos.

Quizás, queremos algo, pero Dios tiene algo preparado... algo mucho mejor para nosotros.

No saben cuanta felicidad hay en mi pecho al escribir esto, e incluso puedo decirles que siento su presencia en este instante.

TENEMOS UN DIOS GRANDE.

¡BENDICIONES!

RED DORADA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora