| D E A N |

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Era un día lluvioso y fresco. Las nubes grises cubrían el cielo.

Quería ir al cine de la ciudad pero como el día no estaba muy lindo para salir, decidí quedarme en el Búnker viendo películas.

Me senté en el sofá de la sala que Dean había echo el día que viajamos a Scooby-Doo, por fin pudo conseguir otro televisor. Cambié de canales por unos minutos ya que no encontraba nada entretenido hasta que encontré "Crepúsculo".

Comencé a ver la película muy contenta ya que amaba los libros.

Dean entro en la sala y se dirigió a la nevera que se encontraba en esta, no emitió palabra alguna, solo lo mire de reojo y luego volví mi vista a la pantalla.

A los pocos minutos Castiel entro por la puerta y se me acercó.

- ____, ¿Que estás haciendo? - cuestionó.

Me encanta pasar tiempo con el ya que su desconocimiento sobre nuestras costumbres me causa un poco de ternura y disfrutaba mucho explicarle todo lo que no sabía además de que siempre me hace reír. Sabía que Castiel siempre venía a mi cuando tenía dudas, ya que yo suelo escucharlo y ayudarlo con mucha paciencia.

- Estoy viendo una película, se llama Crepúsculo... Es de mi libro favorito - sonreí - ¿Quieres verla conmigo? - cuestioné con una sonrisa, y le di varias palmaditas al sofá justo a mi lado izquierdo para que se sentará.

Castiel me miró, sonrió, y se sentó.

- Claro, _____ - dijo.

Volví mi vista a la pantalla y en ese mismo momento algo golpeó mi cabeza desde atrás. Miré hacia mi costado, una almohada me había golpeado. Me di la vuelta y ví a Dean de brazos cruzados mirándome con el ceño fruncido.

- Auch, ¿Por qué hiciste eso? - cuestioné y le tiré la almohada, la cual, en un rápido movimiento, el agarró.

- ¿Lo invitas a él, pero a mí no? - dijo llevándose una mano al pecho fingiendo dolor.

No pude evitar soltar una carcajada.

- Tú también puedes venir a ver la película con nosotros, celoso - sonreí y el avanzó hacia mi. Se sentó a mi lado y frunció el ceño.

- No estoy celoso - negó con la cabeza.

- Claro que sí - afirme divertida.

- Claro que no - volvió a negarse.

- Mmm, mejor me voy - susurro Castiel levantándose. Se le veía muy incómodo. - tengo cosas que hacer - me sonrió y antes de que pudiera decirle algo se fue.

Me crucé de brazos y miré a Dean.

- ¿Que? - pregunto levantando una ceja.

Yo solo rodé los ojos y pose mi vista en la pantalla. Justo en ese momento apareció en la pantalla Edward Cullen. Sonreí.

- ¡Ay, es tan lindo! - exclamé con un suspiro y me mordí el labio. Miré de reojo a Dean, el estaba serio, MUY serio. Suspiré otra vez como enamorada cuando Edward volvió a aparecer en la pantalla.

Dean rodó los ojos.

- No sé que le ves, yo soy mas lindo y sexy que el - comento con arrogancia.

- Mmm, no lo creo - dije tratando de contener una carcajada.

El clavo su mirada en mi.

- ¿Que? - pregunto atónito.

- Ya me escuchaste, Winchester - dije observándolo fijamente.

Me fulminó con la mirada y se levantó dispuesto a irse pero yo lo detuve tomando su mano. Tiré de esta haciendo que se volviera a sentar y lo abracé.

- Era broma, no te enojes - el no respondió. Me separé de el y lo miré - eres mucho más lindo y sexy que el, ardilla - afirme con una sonrisa. Sus labios se curvaron y mi sonrisa se agrando - y mucho más ardiente - susurré y me sonroje.

- ¿Ah sí? - cuestionó con una sonrisa pícara en sus labios. Tomo mi mano y me atrajo hacia el. Apoye mis manos en su pecho para no caer completamente sobre el. Sus labios se posaron sobre los míos uniendolos en un muy apasionado beso.

Una de sus manos se posó en mi cintura acercándome más a él si es que eso era posible. En un abrir y cerrar de ojos me encontraba recostada sobre el sofá con Dean sobre mi. Sus labios eran mi perdición. Sonreí en medio del beso. Coloqué mis manos en su nuca y comencé a jugar con su pelo. Era suave y sedoso.

Escuché unos pasos acercarse y antes de que pudiéramos separarnos, Castiel entro en la sala. Me aparte de Dean sonrojada y agitada. Él se levantó de mala gana y se sentó donde estaba antes. Yo me incorpore y miré a Castiel que se encontraba en la entrada de la pequeña sala muy sonrojado.

- Lo siento, ______, Dean - dijo sin mirarnos y se acercó - venía a buscar mi celular, me lo había olvidado - dijo apenado.

El celular se encontraba en la pequeña mesa que teníamos al frente de nosotros. Para ser sincera no había notado cuando Castiel lo dejo ahí. El lo tomó en sus manos y luego de disculparse otra vez, abandonó la sala muy rápido.

Miré a Dean y una risa incontrolable apareció en mi boca. Dean al verme no pudo contenerse y soltó una carcajada.

Cuando me pude controlar, suspiré y apoyé mi cabeza en el hombro de Dean. El pasó su brazo por mi cintura y me atrajo a él. Seguimos mirando la película hasta que terminó, y luego me tomo de la mano y nos dirigimos a la habitación a terminar lo que habíamos comenzado.

One Shots Dean/JensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora