| J E N S E N |

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Dedicado a: RockItForMe, espero y te agrade... Perdón por la tardanza 😅.

Advertencia: Smut and divertido (gracioso).

Jensen y Dyland observaban atentos al televisor frente a ellos entre la oscuridad de la sala. Nuestro hijo yacía junto al cuerpo de su progenitor, temblando debajo de su brazo. Me acerque a ellos a pasos firmes y lista para regañar a ambos. A Dyland por ver aquellas películas que lo mantendrían despierto durante toda la noche y a Jensen por no tener cuidado con lo que miraba en la televisión.

- Jensen, ¿Que te e dicho sobre ver películas de terror con nuestro hijo? - le reprendí. Jensen movió su cuerpo hacia un lado junto con el de Dyland, invitándome a ver la película con ellos - olvídalo, Jensen. No veré eso contigo - arrugue la nariz tras ver la escena que plasmaban en la televisión. Sangre y viceras se desprendían de un cuerpo humano. - Dyland, a dormir. Ya es tarde.

- ¡Mamá!, Me quiero quedar con papá - se quejo el jovencito. - papá, dile algo.

- Dyland, a la habitación - le ordené nuevamente.

- Amor, no seas tan severa - río Jensen. - tiene diez años, y sabe que todo eso es mentira - Jensen estiró su mano y me invitó nuevamente a sentarme a su lado. Más negué molesta. Volví a insistirle a Dyland que se fuera a dormir. A regaña dientes el muchachito se levantó del sofá y se dirigió a su habitación, cerrando la puerta de un golpe, denotando molestia. Ackles carcajeó, se levantó del diván y, acercándose a mi, atrajo mi cuerpo al suyo.

- Solo te pido, que no le incentives a ver ese tipo de películas, Jensen - suspiré - sabes que tendrá pesadillas en la noche.

- No las tendrá, Fran - volvió a reír divertido - le he explicado cómo se hacen esas escenas. Es imposible que tenga pesadillas esta noche. - explicó - sujeto mi rostro entre sus manos y depósito un tierno beso en mis labios.

Antes de acostarme me cercioré de que Dyland durmiera tranquilo. Me acerque a su cuerpo tendido en su cama y bese su frente. Apague la luz de su habitación u entre junte la puerta una vez me dispuse a volver a mí habitación.

Jensen me esperaba recostado y con un libro en manos.

- ¿Todo bien? - cuestionó. Asentí en respuesta. - Bien, porque hoy no tengo muchas ganas de dormir - manifestó al mismo tiempo en el que se levantaba y se encaminaba sospechoso a mi lado. Sujeto mi cintura con precisión, apegandome a su cuerpo con brusquedad.

- Amor, hoy no - reí. Más Jensen me silencio con un beso apasionado. Le seguí su juego, dejándome caer en la cama con el rubio sobre mi. - mañana tenemos trabajo, amor - volví a reír, su barba frondosa me hacía cosquillas en el cuello.

- ¡Bah!, Esa excusa ni tú te la crees, Fran - carcajeó burlón - mírame a la cara y dime qué no quieres hacer el amor - murmuró. Su mirada se posó en la mía, desafiante. Sus ojos verdes eran cautivadores, podía perderme horas en ellos, sin querer salir del trance que generaba tan simple mirada. En respuesta reí. Lo necesario para hacerle saber a Jensen que esa noche no estaba dispuesta a dormir.

Tomo el borde de mi blusa y la retiro por sobre mi cabeza sus manos viajaron al borde de mi pantalón, despojándolo con la misma rapidez utilizada en la prenda anterior. Desesperada y ansiosa por sentirlo, despojé la única prenda que tenía en su cuerpo. Su boxer.

Jadeé exitada. Comenzó besando el área de mi cuello mientras se movía sobre mi sin siquiera hacerme suya aún. Aquello no hacía más que estimular mi anatomía, dando génesis a un sin fin de sensaciones que recorrían mi cuerpo. Jensen reía ante las reacciones obtenidas por mi cuerpo, bien sabía el lo que causaba con cada beso, susurro o caricia proporcionada con pasión.

- No seas cruel, Ackles - jadeé - no me hagas suplicar.

- Tranquila, preciosa - murmuró en mi cuello, proporcionando una mordida leve - tranquila...

Minutos después, cuando beso cada punto vulnerable de mi Antonia, decidió embestirle; suave y delicado. Besaba mis labios con el fin de ahogar mis gemidos que fuesen demasiado altos. Me aferre a su cuerpo, escondí mi rostro en su cuello y me deje llevar por sus movimientos suaves en mi interior.

- Jensen - murmuré en su oído, rasgando su dorso. Este se quejo en un gemido ronco.

- Te amo - susurro en mis labios. Apretó sus labios con fuerzas, logrando reprimir sus gemidos. Me abrace a él y alce mis caderas, facilitándome aún más su entrada.

- A-amor... - Gemí en la cavidad de su cuello. Mis piernas se cerraron a su alrededor en un acto involuntario al sentir los indicios de un orgasmo cercano. Jensen se quejo en un gruñido, tomando mis piernas y, entreabriendola nuevamente, reanudó sus movimientos rudos y fogosos.

Los gemidos y jadeos eran los dueños de la habitación. Nuestros cuerpos perfectamente alineados colisionaban entre sí, buscando el inicio de una culminación satisfactoria para ambos. Su voz ronca susurraba en mi oído, el sabía que aquello me estimulaba aún más. Su voz era simplemente el éxtasis necesario para hacerme gemir su nombre junto a los leves movimientos realizados con pasión.

- Mamá... Papá - llamo Dyland desde la puerta con voz somnolienta. Rápidamente empuje a Jensen y tape mi anatomía desnuda con mis manos. Jensen aterrizó en el suelo, buscando a tientas su boxer esparcido en el suelo.

- H-hijo - expresé avergonzada. Las mejillas de Jensen se habían tornado rojas bajo la tupida barba que cubría gran parte de su rostro - ¿Su-secedió algo?.

- Soñe con el hombre de la motosierra - sollozo. Lance una mirada molesta a Jensen, quien yacía aún en el suelo, observando a Dylan restregarse los ojos con sus manos, tratando de despertar - tengo miedo.

- Amor, es solo un sueño, ¿Si? - me levanté de la cama y cubrí mi cuerpo con una bata - vamos a dormir, cariño, nada de lo que soñaste es real.

Lo tome suavemente de la mano y lo guíe a su habitación. Allí lo volví a acostar y tarareé alguna que otra canción. Dylan se durmió a los segundos.

- Te lo dije - gruñí - te dije que tendría pesadillas - le recriminé molesta - ¿Cuando me harás caso, Ackles, uhm?, Es solo un niño, Jensen, no puede asumir que contándole sobre los efectos especiales de una película no tendrá pesadillas - Espeté.

- Bien, ya entendí - rodó los ojos - lo siento, pero pensé que no tendría pesadillas.

- Ahora sabes que si - suspiré.

- Perdón, bebé - musitó - tendré más cuidado.

Sonreí tierna, después de todo, Jensen no me puede hacer enojar del todo.

- Calla - susurré. Le besé con pasión - termina lo que empezaste.



One Shots Dean/JensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora