Imagina #22

2.7K 134 9
                                    

— Quédate, por favor — pide Steve con tristeza. La chica intento parecer fuerte por fuera, mientras que en su interior se le rompía el corazón por cada súplica del hombre — no te vallas, _____, no te vallas — respetos ya con lágrimas en los ojos.

La chica se encontraba con una mano en la perilla de la puerta y con la otra cargaba su pequeña maleta. Soltó la perilla y se acercó lentamente a Steve aún con una expresión seria.

— No, Steve. No me pidas eso, por favor — le dice pareciendo exasperada por no saber decidir — sabes que si me lo pides otra vez, voy a ser débil y me quedaré; pero ¿Que hay de mi, Steve? — cuestionó desesperada.

El rubio tomo la mano libre de su amada ______. Ella agachó la cabeza para no mirarlo a los ojos y no ceder.

— Voy a volver... Volveré por ti — le promete aún mirando hacia abajo. Steve la tomo de la barbilla, obligándola a verlo a los ojos. Aquellos que podían hacer que las piernas le temblaran y que su respiración se tornase agitada.

— Se que lo harás — dijo el con voz temblorosa.

— Entonces, ¿Por qué no me dejas ir? — cuestionó en un susurro.

Ambos hablaban cada vez más bajo y cerca. Con cada palabra.

— Por qué tengo miedo de perderte — confesó.

— No lo harás, sabes que siempre voy a estar enamorada de ti, Steve... Eres mi rubio, dulce y tierno. — dice con una sonrisa mientras una lágrima caía por su mejilla izquierda. Steve limpio aquella gota con su pulgar. El espacio entre los dos ya era nulo. Juntaron sus labios para luego besarse lentamente, como su desearan que jamás acabará.

— Te amo, Steve — hablan cuando ya se habían separado.

— Yo te amo más.

______ se alejó, tomo su maleta y se marchó rumbo al aeropuerto. Para cumplir su sueño de estudiar su carrera de diseñadora gráfica en la mejor universidad del país, todo gracias a Tony.

*4 años después*

La castaña caminaba en el aeropuerto, buscando a aquella persona que había extrañado todos estos años. Aquella persona con la que conversaba por cámara noche y día, con la que soñaba y ansiaba ver.

Jalaba su maleta de ruedas mientras miraba a todos lados ansiosa. De pronto vio entre toda la multitud, agitaban y alzaban los brazos. Entonces lo vio y corrió hacia el, no le importo dejar su maleta. Al diablo con todo, solo importaba el.

Cuando llegó hasta Steve, dió un pequeño salto y el la cargo. Se abrazaron fuertemente y simultáneo a esto, más lágrimas de emoción sobraban.

— Cásate conmigo, _____ — susurro en su oído aún abrazados.

Y el resto es historia, aquel día fue el inicio de una gran historia de amor, donde el producto de esta fue una hermosa familia que la conformaba su pequeña hija de 7 años y su hijo de 12. El capitán cada día enamoraba a su hermosa esposa, aún después de todo ese tiempo siguen estando tan enamorados como el primer día que se vieron, parecían adolescentes hormonales y era demasiado tierno.

"Valió la pena, la espera".

Imaginas De Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora