DESTINO🌷

Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 18🍃

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        —¡Basta! Ah... ¡ChangBin! —Felix empuja inútilmente con ambos brazos, no porque no tubiera la fuerza necesaria para apartarlo; más bien porque hay algo en Changbin que lo hace sentir sin fuerza—¡Hyung! Eso no está bien... Ah... Mmm... ¡Para!

El sonido del metal chirriando provocó que Changbin despertara de su trance y apartó sus labios del cuello de Felix.

—Alguien movió un banco, tenemos que irnos—ChangBin tomó la mano de Felix y se lo llevó corriendo hacia la salida.

Felix que hace un momento estaba siendo sometido a un ataque de mimkos y al otro iba corriendo sin parar siendo guiado com fuerza se estaba quedando sin aliento.

Cuando salieron e incluso empujaron a algunos de sus compañeros a la salida llegaron al parque que estaba a un lado de la escuela, Changbin llevó a Felix a la sobra de un árbol.

Ahí sentados a los pies del árbol; recobraron el aliento, Changbin antes que Felix.

El sudos, sus ferormonas, la piel mojada y sus mejillas sonrojadas, lo mechones de cabellos pegados a su frente.

Changbin pensó que nunca había dudado que estaba hecho para ser de Felix, y ahora pensaba en esto porque quería encontrar lo contrario de dudar, de arrepentirse, de lamentarse de no ser un omega.

Ya que es exactamente lo contrario a lo que siente justo ahora.

Solo le pertenezco a él, a mi omega.

—¿Sabes que te había pedido que me tejieras un sueter en vez de una bufanda?

—oh... ¿En serio?

—Si, pero está bien, me gusta mucho esta bufanda.

—Hyung...

—¿Sip?...

—¿Somos amigos?

—Porsupuesto

—Pero...tu haz... Haz hecho... —Repentinamente Felix se sentía Cohibido, nunca había hablado con nadie de cosas "intimas",sobre cosas como las que había sucedido hace unos momentos, cuando debía ovultar un pequeño inconveniente qie iba creciendo poco a poco cuando ChangBin besaba su cuello.

A medida que Changbin iba hablando, su tono de voz disminuía —Bueno... Yo quiero... Que seas mi Pareja Felix... —con algo de miedo, ChangBin unió sus manos con las de Felix.

Algo vergonzado aún después de las cosas que pasaron en su celo... Es vergonzoso. Cada que Changbin dice cosas así es como si le declarara su amor una, y otra, y otra vez.

—Tu lo dijiste,que te cuidaré, entonces... ¿Eres mío?

—No... Tu eres mío.

Changbin y Felix no pararon de carcajear, pues cuando Felix le contesto, le miró con los ojos bien abiertos, y su cara en una myeca extraña, y al finalizar agitó sus cejas sugerentemente.

ChangBin tomó a Felix sobre sus brazos y lo acurruco por un tiempo más antes de volver a casa.