Capítulo 5

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Yoongi despertó con sudor recorriendo su cuerpo. Se sentó en su cama y pasó sus manos por su blanco cabello, desordenandolo con algo de frustración.

Mordiendo su labio inferior se levantó y salió de su habitación, bajó al segundo piso y fue al final del pasillo, a la única puerta que había en este.

Cuando entró, soltó un suspiro de alivio al ver a su mascota durmiendo sobre el duro suelo.

Ahora que sentía que en verdad tenía algo suyo, tenía aquel extraño terror de perderlo.

Era una sensación que hace muchos años no tenía, ya que en ese tiempo no se lo permitían y él no se lo permitía.

Se acercó al vidrio cuando vio que el pequeño tritón se comenzaba a mover. Jimin abrió sus ojos y bostezo mientras estiraba todo su alargado cuerpo.

Restregando sus ojos para ahuyentar el sueño, observó desorientado a su alrededor por costumbre. Cuando descubrió a Yoongi del otro lado, sonrió en grande y nado hacia arriba con rapidez, esperándolo ansioso.

Cuando estuvo frente a él, frunció las cejas al ver a través de los grises ojos que algo le atormentaba. Aquella muralla que había visto la primera vez, estaba débil.

Con ambas manos lo agarro de sus mejillas y apoyó su frente en la contraria. Se encontraba preocupado.

*¿Estás bien?

—Sí —con solo el tono que usó, Jimin supo que no la hablaría de lo que le sucedía realmente, por lo que lo dejó pasar.

*¿Me extrañas? ¿Por eso viniste a verme tan pronto?

Exclamó emocionado de solo pensarlo.

—No te creas tanto, perrito —murmura por lo bajo, dejando que el muchachito acuático recorriera su rostro con sus pequeñas manos húmedas.

*¡No soy un perrito! ¡Soy un tritón!

Exclamó con un puchero mientras seguía acariciando su rostro con delicadeza, trazando un camino imaginario con sus dedos las facciones definidas del vampiro.

Min sonrió ante lo ofendido que estaba, era divertido burlarse de él. Y aquel malestar que lo había despertado y obligado a levantarse, ya no estaba.

—Jimin, te traje tu desayuno —anuncio Taehyung sin fijarse que en la habitación estaba su jefe.

*¡Tae!

—¿Eres muy cercano a él? —preguntó juntando sus cejas, el no era uno de esos lobos pero tenía el extraño deseo de gruñir ante lo cercanos que podían ser.

*Es mi segunda persona favorita, me gusta las historias que me cuenta ya que me distraen hasta poder volver a verte y a si no me siento tan solo mientras te espero.

Explicó mientras saludaba con una mano al contrario que se había quedado paralizado en la entrada.

—¿Segunda?

Jimin volteó a verlo y sonrió hasta que sus ojos desaparecieron.

*La primera eres tú.

Sí, ya no pudo suprimir su sonrisa luego de eso. Aunque era obvio que debía ser la primera persona favorita del tritón, era su mascota después de todo, su dueño.

Taehyung afirmó con fuerza la bandeja que contenía dos desayunos, uno para Jiminnie y otro para él. Tenía miedo de que su jefe lo había atrapado y lo más seguro era que ahora si lo sacaría a patadas de aquí... A menos que quisiera matarlo... O mandar a alguien que lo mate.

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