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Capítulo 11

Jungkook se inclinó en señal de respeto ante las personas frente a él, no había esperado aquella emboscada por parte de su familia, aunque era muy probable que pasara si lo piensa más a fondo y se maldijo interiormente por no haber pensado en ello.

Ahora tenía a la cabeza de los Jeon, su padre, y a la cabeza de los Min, el padre de Yoongi.

Dos hombres con auras de autoridad, fuerza y disciplina. Vampiros de muchos años por no decir siglos probablemente, que apenas se notaba en sus rostros o cuerpos. Por experiencia propia sabía que eran personas codiciosas y egoístas como nadie más, interesadas solamente en su reputación procedencia de sus apellidos y en su dinero.

—¿Me llamabas, padre? —pregunto enderezandose, manteniendo la mirada sobre su progenitor.

—Iremos directo al punto Jungkook, tu señor tiene algo que preguntarte —señalo obviamente refiriéndose al líder de los Min, el clan más antiguo de los vampiros.

A quienes, por obligación, le debían respeto. Ambos en una alianza por sus propias conveniencias.

—Señor.

—Sigues en contacto con mi hijo —aunque sonaba como una pregunta, había un claro tono de afirmación en ella.

—Se podría decir.

—Entonces es cierto que tiene un tritón.

—No lo sé, señor —mantuvo la calma y su tono neutro, sin mostrar alguna emoción que lo llegara a delatar.

—Debes de saberlo —insistió manteniendo un tono inexpresivo y bajo.

—Señor, aunque tengo permitido por él mismo verlo de vez en cuando, mi primo no me cuenta nada ni me deja explorar su casa. Si hubiera algo mal, no podría decirle algo que con seguridad no lo sé.

No estaba mintiendo, en la mansión de su primo ahora no había ningún tritón, los tritones tienen cola, no piernas.

El señor Min le observó en un largo silencio, buscando signos de mentira. Sin encontrar alguno, suspiro y tomó asiento nuevamente.

—Mira Jungkook —comenzó invitándolo a sentarse frente a él.

Padre e hijo se sentaron en el sofá, con una postura rígida mientras esperaban.

—El rumor de que mi hijo, Yoongi, tiene en su poder a un tritón se ha extendido hasta llegar a nosotros. El que los Min, tengan en su poder algo tan exótico como el último tritón en el mundo, es algo que tiene que ser real.

—No entiendo, señor —pronunció el joven vampiro obligando a no mostrar una reacción, ya presentía a qué dirección iba todo esto, y no le gustaba.

Era la primera vez que podía ver a su primo actuar como una persona, alguien con emociones y sentimientos. Sabía que todo era por el desinteresado tritón que estaba al lado de Yoongi por quien era y no su apellido o familia.

Y no quería arruinar la pequeña felicidad que encontró ahora.

El señor Min sonrió ladino y se inclinó hacia adelante.

—Me refiero, a que sería una deshonra para los Min no tener al nombrado tritón si ya se ha extendido los rumores de que pertenece a nosotros. Quiero que vuelvas a esa casa y averigües si hay un tritón, si lo hay, me lo traes —decretó.

—Mi señor, aunque llegara a encontrar al dicho animal, no veo la forma de que pueda sacarlo sin que mi primo o sus perros guardianes no se dieran cuenta —enfrentó un poco irritado de que pensara que podía ordenarle así como así.