—Taehyung, lleva la ropa nueva de Jimin a mi habitación y acomodala en el clóset, luego acomoda a Hoseok en una habitación del segundo piso. Tú —observa al pequeño animal sobre el hombro de Jimin, en la suave superficie del suéter celeste pastel—. Vamos a mi despacho.
—No —los ojos del vampiro se dirigieron a los bonitos verde esmeraldas con las tiernas motitas grises—. Prometiste que cuando llegáramos comerías —le recordó juntando sus cejas.
—Jimin...
—No Yoongi, lo prometiste —cruzó sus brazos sobre su pecho.
Jackson apareció en ese instante con el mismo chico que había estado más temprano en la mansión.
—Señor —el vampiro rodó sus ojos con desagrado.
Yoongi bufó y tomó la mano de Jimin, jalándolo cerca de él. El pequeño petauro salto y uso su peculiar extremidad para volar hasta las manos extendidas de Taehyung que le esperaban.
Sosteniendo la mano del pequeño tritón, ingreso a su despacho con su asistente siguiéndolo junto al desconocido humano.
Se dirigió a los sofás, donde se sentó y sentó a Jimin sobre sus piernas.
—¿Qué...? —pregunto confundido el muchachito acuático.
—Tomaré su sangre, pero quiero que veas —respondió rodeando con un brazo la cintura del tritón, impidiendo que se levantara—. No quiero malentendidos al respecto.
Jimin se removió inquieto, sabía que se refería a la vez anterior. No le gustaba el nudo que se iba formando en su garganta mientras veía al chico sentarse sobre sus rodillas y extender su cabeza hacia un lado sumiso, despejando su cuello.
Buscó con la mirada a Jackson, pero este se había quedado afuera de la habitación.
—Mi señor, puede tomar cuanto guste —pronunció el desconocido, manteniendo sus ojos en el suelo. Su tono era tranquilo y a la vez ansioso, como si esperara y deseara que el vampiro lo tocara.
Jimin torció sus labios levemente, el hombre era apuesto, no como Yoongi pero sí lo era.
Con disgusto, Yoongi se inclinó sobre el hombre y enterró sus colmillos en el cuello.
Aunque no había más contacto en ello, todo se veía de igual forma... Íntimo. Había una indudable intimidad en la acción que le cortó la respiración al tritón.
Un gemido dolorido escapó entre los gruesos labios del ser acuático, sin entender el por qué, de sus ojos caían sin parar silenciosas lágrimas brillantes que se deslizaban por sus mejillas hasta caer en su regazo.
No le gustó la forma en que Yoongi lo mordió, no le gustó ver los labios del vampiro sobre otra persona, no le gustó ver aquel contacto tan íntimo... Dolía verlo.
Un sollozo escapó de sus labios alertando a Min, quien inmediatamente se alejó obligando a pasar aquella ya no tan sabrosa sangre para que no lo molestaran más acerca de comer.
Preocupado y confundido observó a Jimin, con sus pequeñas manos cubriendo su rostro mientras sollozaba bajo, reprimiendo aquel sonido.
Sin soportarlo, el pequeño tritón se levantó y corrió al otro extremo de la habitación, arrodillándose contra la muralla sin entender cómo se sentía, menos aquel dolor que se iba intensificando en su pecho, en su corazón el cual se iba rodeando con una amargura en conjunto al dolor.
Se sobresaltó cuando un fuerte cuerpo lo arrastró y luego unos brazos estaban rodeando su pequeño cuerpo.
—Jimin, ¿Qué sucede? —pregunto preocupado, ni siquiera se esforzó en ocultarlo en su voz.
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Algo más...
FanfictionUna subasta. Lo compró perdido en su belleza, pensando lo bien que quedaría junto a sus otros objetos pero... ¿Por qué se siente diferente? Yoonmin.