Jimin despertó con la extraña sensación de no poder moverse como quería, sin esa humedad que siempre le rodeaba.
Abrió sus ojos confundido para ver a cuatro personas que lo rodeaban, y lamentablemente, los reconocía como los hombres que habían estado hasta que el sol comenzaba a ocultarse mientras trabajaban en el tercer piso.
Intentó chillar con miedo al ver a un quinto, un hombre que reconocía muy bien. Era el hombre perro que siempre había estado mirándolo cuando estuvo encerrado en ese pequeño rectángulo, en ese feo lugar del cual Yoongi le salvó.
—Nos volvimos a encontrar, pececito. ¿Creíste que me dejarías tan fácilmente? —se burló acariciando su mejilla.
Se alejó de inmediato de aquel tacto, solo para sentir su piel demasiada seca para su horror.
—¿Ya te diste cuenta hermoso?, tengo la excelente idea de quitar cada una de tus hermosas escamas y venderlas a un buen precio una vez que se sequen, ya que, así es más fácil el arrancarlas para nosotros.
Miedo, eso sintió al ver un brillo malvado en aquellos ojos.
—Yo... Yoongi... —habló con dolor.
—Interesante, pensé que no podías hablar y mira la sorpresa que me llevo —se burló alejándose—. Vuelvan a tomarlo, necesitamos salir de esta montaña antes de que todos se den cuenta.
—Yoo-yoongi... Y... Yoon... Gi... —comenzó a llamar el pequeño ser acuático, ignorando el leve dolor en su garganta.
Entre las cuatro personas, su cuerpo fue alzado y rápidamente se comenzaron a desplazar a través del bosque.
—¡Yoon-gi! —gritó Jimin, sus lágrimas luchaban por salir y bañar su hermoso rostro.
Jadeo de dolor cuando su cuerpo fue liberado sorpresivamente, impactando con el duro y desigual suelo.
—Maldita mierda, póngale algo en su boca —gruñó el hombre perro.
Un grito lleno de enojo penetró toda la montaña, alertando que el dueño de la propiedad iba a por ellos.
—Yoongi —susurro Jimin al reconocer su voz—. ¡Yo-yoongi!
—¡Cállenlo! Ya tenemos que irnos —ordenó el que era el jefe, comenzando a moverse nuevamente.
(***)
Yoongi gruño apenas su conciencia volvió. Algo desorientado observó a su alrededor para encontrarse con un lloroso rostro de Taehyung.
—¡Oh Dios! —chillo el castaño, ayudándolo a incorporarse.
—¿Qué mierda pasó? —pregunto enojado.
—N-no lo sé señor —respondió sorbiendo su nariz—. Yo estaba durmiendo cuando sentí algo extraño que me despertó y me oculté bajo mi cama, escuche ruidos y en cuanto pude vine aquí.
Algo iba mal... Lo podía sentir...
—¿Jimin? —pregunto más despierto.
Mordiendo su labio inferior, Taehyung negó con su cabeza.
—Su pecera estaba vacía y él no estaba, fui a ver a las otras habitaciones pero ellos estaban igual que usted.
La ira comenzó a alojarse en el interior del vampiro rápido y con fuerza.
—Ve si puedes despertar a los otros —ordenó levantándose, sin pensar en nada más que Jimin.
Asintiendo rápidamente con su cabeza, Taehyung se fue de la habitación de su señor y fue a la del otro vampiro sin pensarlo dos veces.
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Algo más...
FanfictionUna subasta. Lo compró perdido en su belleza, pensando lo bien que quedaría junto a sus otros objetos pero... ¿Por qué se siente diferente? Yoonmin.