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Escorpio.

Cuando tú coraza se rompe, cuando llega alguien que rompe todos tus esquemas.

Cuando te sientes vulnerable y sabes que tú corazón está en manos de esa persona, cuando involuntariamente tu bienestar mental depende de tu situación con esa persona..

Es ahí cuando el pánico se apodera de mi, siento la presión en el pecho y suspiro para calmar mi ritmo cardiaco.

Odio sentir, odio enamorarme, y odio ser una cobarde.

Vuelvo a entrar en su perfil y siento que algo se contrae en mi, ha borrado su foto de perfil, esa que salía conmigo.

Sé que Libra me mira fijamente percatándose de todo, pero es tarde, no me romperé delante de ella.

Me levanto rápido de su cama e intento llegar al baño, pero ella me agarra.

—Déjame Lib— mi voz sale demasiado gruesa y hago fuerza para soltarme de ella, no puedo romperme delante de ella.

—No te voy a dejar ir, de mí no huirás.

La empujo haciendo que caiga a la cama e intento huir, pero ella me abraza por atrás. Un calor familiar se apodera de mi pecho, no llores Escorpio, Nadie merece tus lagrimas.

Intento soltarme pero ella se opone, escucho un sollozo de Libra y todo se paraliza a mi alrededor.

No tengo que huir, ella me necesita. Mis ojos arden y poco a poco mis barreras caen ante mi, mi orgullo propio y mi obsesión por mostrarme fuerte no vale de nada. Necesito llorar, con ella, con mi mejor amiga.

Me he enamorado de un chico que me quiere, mi familia está destrozada y me necesitan fuerte . ¿que estás haciendo Escorpio?, tú no eres esta, tú eres una chica que aunque cueste reconocer sensible y amorosa.

—Tauro —su voz de rompe y suelto sus manos y giró mi cuerpo para mirarla. —Tauro no quiere mirarme a la cara —rompe a llorar desconsolada y la abrazo dejando salir las lagrimas. Paz inunda mi ser, necesitaba tanto llorar.

—Tú mereces todo en este mundo, escúchame Libra— ella levanta sus ojos azules y me mira, puedo ver desesperación en mis ojos. —Nos tenemos la una a la otra.

—Debemos cambiar todo Escorpio— la miro confundida.— estamos acostumbradas a esperar por los chicos, hemos crecido esperando que sean ellos los que den el primer paso. Estamos perdiendo a dos chicos maravillosos porque somos tan orgullosas de pensar que el problema está en ellos. —la abrazo más fuerte y muerdo mi labio— nosotras debemos arreglarnos, no esperar que llegue nuestro príncipe azul a hacerlo.





Tras hablar durante toda la noche con Libra aquí estoy, en la puerta de la casa de Aries.

Suspiro y toco el timbre.

Debo decirle cuánto lo quiero y que quiero estar con él y solo con él, que él me devolvió la ilusión, que él me hizo feliz después de que Acuario me destruyera años atrás.

Escucho pasos acercarse y mi corazón se acelera.

Una Aria adormilada me mira sorprendida, después su rostro muestra que está confundida por verme aquí.

Mira dentro de la casa y cuando gira hacia mí veo pánico en su mirada, algo va mal.

—Hola mapache— ella pasa su dedo por su ojo y mira su maquillaje corrido, sonríe.

—Si buscas a Aries, no se encuentra—mira rápido a la derecha y se que está mintiendo.

—Pasaré a esperar a que llegue— ella intenta bloquearme la entrada, pero soy más rápida y paso.

Me siento en la sala de estar y veo fotografías de todos, suspiro al ver una en la que salimos Acuario, Aries y yo. Ese día Aries y yo comenzamos a coquetear, recuerdo que Acuario me busco y como lo ignoré.

Recuerdo la primera vez que hice el amor con Aries y como lo comparaba todo el tiempo con Acuario, no podía evitarlo. Él fue mi primer amor, y eso no podría olvidarlo jamás.

—¿has desayunado?—me pregunta Aria con una sonrisa y niego, ella rápidamente se va y me deja sola.

Escucho como sube las escaleras rápido y una puerta se abre en la planta de arriba.

Gruñidos y voces que no puedo reconocer por la lejanía.

Sigo mirando las fotografías y un recuerdo atora mi mente, siento vergüenza ajena por mi y rápido sonrío ante mi evolución.

Me acerco rápido a la fotografía y la miro de cerca, ese día Aries y yo discutimos por primera vez, recuerdo que él estaba celoso porque no soportaba que fuese amiga de Acuario. Decía que él seguiría jugando conmigo como siempre hacia. Eran tan diferentes, Aries tan cariñoso y amoroso, Acuario tan frío e indiferente. Trago saliva al recordar que ocurrió esa noche, suspiro y rápidamente siento la culpabilidad.

Debo contarle a Aries que aún no estando juntos yo recaí en Acuario, pero todo había cambiado, ya no sentía nada por el moreno. Ahora estaba segura de que amaba a Aries, no tenerlo a mi lado me torturaba.

—No puedo saltar— ese grito hace que mire rápidamente hacia el techo.

Mucho movimiento en la planta de arriba y gritos ahogados.

Mi intuición actúa por sí sola y la presión en el pecho comienza a ahogarme, me levanto y comienzo a subir sin hacer ruido.

Veo que la puerta del dormitorio de Aries está abierta.

A paso lento comienzo a acercarme.

—No pienso callarme esto Aries, ¿porque me hacéis esto? —la voz de Aria muestra angustia.

—Tienes que ayudarme a sacarla de aquí Aria.

¿Sacarla?.— me sigo acercando con el corazón a mil por hora.

—Tengo vértigo, no pienso saltar por la ventana.

Cuando reconozco esa voz, sin pensar en que oigan mis pasos corro a la habitación.

No seas tan pesimista Escorpio, puede que no haya pasado nada entre ellos.

Cuando cruzo la puerta y veo que Aries solo tiene un bóxer puesto, su pene erecto mostrando que acaba de despertar, junto a sus ojos hinchados. Miro a Aria que me mira con la boca abierta y niega rápido hacia su hermano. Se acerca a mi y retrocedo.

Y me fijo en ella, en la que pensaba que era mi amiga, en la chica castaña que aferra la sábana a su cuerpo y me mira horrorizada.

Aries no tiene la culpa, está soltero.

Ella es la zorra, siempre se lo dije a Acuario, su mejor amiga era una zorra que haría cualquier cosa por tener un pene entre sus piernas. Decidí darle una oportunidad, confiar en ella.

Me acerco a ella a paso rápido y golpeó su pómulo con mi mano. Aries intenta agarrarme, pero solo pienso en matarla. Cáncer acaba de desatar mi ira acumulada.

La golpeo sin parar mientras pienso en que ella, mi amiga se ha acostado con Aries, ¿como ha podido hacerme esto?. ¿Como han podido hacerme esto?. Los haré pagar por esto, aunque sea lo último que haga.

Aries me agarra con fuerza e intento golpearlo, Aria se acerca y con todas sus fuerzas empuja a su hermano haciendo que caigamos en la cama. Él parece confundido, acto que aprovecho  para  huir de ahí.

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