Capricornio.
Intento quitarme por octava vez desde que bajé del coche de Acuario el gorro de graduación y el me lo vuelve a impedir.
Gruño y él sonríe eufórico, sé que ama molestarme.
Ruedo los ojos y miro a las personas que pasan a mi alrededor, todas parecen venir vestidas elegantemente. Agradezco enormemente que Acuario haya decidido traerme a cenar a un restaurante lujoso Justo el día de mi graduación.
—¿Vienes o qué, enana?.
Asiento y a paso lento me pongo a su lado, él agarra mi mano y quiero gritarle que me suelte, pero no lo hago. Acuario últimamente está demasiado cariñoso conmigo, y eso me asusta, mucho.
Nunca lo había sido antes, solo con Cáncer.
Contraigo el rostro al acordarme de la relación que siempre han tenido ambos y lo mal que me hacía sentir aquello, eso era antes de conocer a Leo, me grita el subconsciente.
Como si Leo me importara, le grito yo.
Cuando quiero darme cuenta estamos entrando al restaurante y yo abro la boca asombrada.
No es tan lujoso por dentro, es un simple restaurante con bonita decoración, pero lo que lo hace tan especial es una pared de cristal que deja una vista asombrosa de toda la cuidad.
—No me jodas Acuario, veo nuestro apartamento. —Acuario se ríe a mi lado y toma asiento.
—Otra chica expresaría lo bonita que es la vista, el romanticismo, el...
—mejor cállate, me das dolor de cabeza.
Él suelta una carcajada y yo me siento frente a él.
Cojo la carta rápidamente y observo los platos,¿Puedo pedir todo?.
—¿invitabas tú, no?. —Acuario me mira mal y asiente
—Entonces ya sé que pedir. —me río bajo de forma macabra.
—No vas a pedir toda la carta, gorda avariciosa.
—Gorda avariciosa lo será tu abuela, me traes a una cita y me insultas.
— ¿una cita?, ¿a ti?. ¿Tan desesperado me crees? —le tiro un tenedor y él lo esquiva riendo.
Me cruzo de brazos indignada y él golpea mi pie debajo de la mesa para llamar mi atención. Pero no pienso mirarlo, entonces me reiré y él ganará.
—Hola chicos —el camarero interrumpe y lo miro. —¿Que van a tomar? — me digno a mirar a el chico moreno ante mi y él está sonriéndome como un idiota.
—Yo ya he elegido, es tu turno —su voz misteriosa junto a su sonrisa retadora me hace temblar, ¿que quiere decir?¿estamos hablando de comida?,¿no?.
—Quiero un poco de todo. —el camarero me mira frunciendo el ceño y Acuario rueda los ojos. —Nah, solo tráigame el plato más caro de la carta.
Estoy hablando con Acuario mientras llevo cucharadas de postre a la boca, todo estaba delicioso y estoy disfrutando demasiado de su compañía.
Me encanta ser solo él y yo, sin cancer, sin mas chicas de por medio.
Noto un movimiento a mi derecha y observo como él mismo camarero que nos ha atendido deja un maletín de empresario a mi derecha, muy cerca de mi silla.
Miro este curiosa y luego pienso en que puede ser y me comienzo a poner nerviosa.
Apoyo mis codos en la mesa y me alzo un poco para acercarme a Acuario, este de repente se pone serio y se acerca. Ante su cercanía me pongo nerviosa y giro mi rostro, mis labios rozando su oreja.