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Aries.

—Estoy tan emocionada —dice Aria por cuarta vez.

Ruedo los ojos.

—Aria, no te emociones. Cáncer solo tiene una molestia y dormirá contigo, le da miedo quedarse sola.

—Si si, esta salida de cuentas y le da miedo ponerse de parto estando sola —dice poniendo voz de niña de 5 años. —Espera! —exclama y me mira rápido —¿como que conmigo?, que duerma contigo, yo amo demasiado mi cama. —la miro mal. —Ey mírala, esta demasiado gorda y ocupa toda la cama.

Me río ante su comentario, tan exagerada como siempre esta chica.

—Pero yo no te mire mal por eso, ¿Como va a dormir conmigo tonta?.

—Uy perdón, no vaya a ser que la dejes embarazada. — se ríe ante su chiste y yo ruedo los ojos.

Paro frente al apartamento de Cáncer y la veo salir rápidamente y venir al coche con una sonrisa.

—hola papi, hola Ari —me sonrojo cuando Aria me mira y se ríe como loca.

—¿Papi?, Dios, me muero — Cancer se sonroja y le saca el dedo del medio.

Le sonrío tras el retrovisor.

—¿Te sigue doliendo? —ella asiente pero rápido niega y yo ruedo los ojos.

—Eso quiere decir que me duele, pero no tanto.

—Exacto, eso se llama lenguaje femenino amiga — Aria choca 5 con ella y yo arranco el coche.

El camino a casa es todo menos tranquilo, Aria y Cáncer cantan o lo intentan como locas y yo intento que nadie me vea y me relacione con ellas, mentira, canto como el que más.

Estamos cenando mirando la televisión cuando escucho a Cancer gruñir.

—Vamos al médico Can. —ella niega rápido.

—Es que Leah es revoltosa.

—Como su padre — digo mirando su barriga, no veo el momento de ver a mi hija.

—Si, bueno...

Cáncer apoya su cabeza en mi hombro y se la acaricio. En este mes, he sabido que Escorpio ha desaparecido y que probablemente jamás la volveré a ver. Ha dolido, mucho, pero he aprendido a valorar lo que tengo. He perdido mi orgullo muchas veces por ella, solo he tenido un error y ella no ha sabido perdonarlo, más no puedo hacer.

Si no debemos estar juntos lo entiendo, observo como la castaña juega con mis dedos y sonrío.

—la cucaracha la cucaracha, ya no puede caminar, porque no tiene, porque le falta —levanta la vista y me ve observándola, se sonroja un poco y sigue cantando, sonrío ante ese acto.

¿Como una persona tan infantil puede ser tan madura cuando se trata de los otros?, ella y Aria han hecho que no me hunda, que sea él Aries de siempre.

En ocasiones como está ahora se porque me enamoré tanto de ella y quería pasar toda mi vida con ella.

—Aries canta conmigo, tenemos que practicar para Leah —me sonríe con todos los dientes y mueve las pestañas, yo asiento.


Llegamos al hospital y suben a Cáncer en una silla de ruedas, Aria se mantiene a nuestro lado asustada.

—Estoy bien, joder —grita Cancer cuando se la llevan.

Nos sentamos en la sala de espera preocupados y al rato sale un doctor.

Observa la sala buscando a alguien.

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