𝓞𝓒𝓗𝓞

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―¿Entonces eras el mariscal de campo en tu antigua escuela? ―preguntó mi madre mientras recogía los platos, Luke se limitó a asentir.

―Luke comenzará a entrenar con el equipo mañana ―agregué mientras arrebataba una última rodaja de pepino del plato que mi madre estaba recogiendo.

―¿Sabías que Jimin es el mariscal de campo? ―pausó y antes de que Luke contestara añadió: ― Supongo que ya lo conoces ¿no?—

―Sí, hoy lo conocí ―dijo Luke limpiándose con una servilleta.

―Sydney y Jimin se llevaban muy bien hasta hace unos días ―Luke me miró perplejo.

―Mamá ―dije en un tono de reproche.

―Si Luke va a ser tu nuevo amigo debería saberlo.— Cuando mi madre dejó de sacar a la luz mi historia de amistad con Jimin, Luke y yo nos disculpamos con ella y subimos a mi habitación, agradecí que estuviese ordenada, ya que normalmente tenía ropa por todos lados y bueno, era básicamente un desorden.

―Así que Jimin y tú ―me miró como esperando que dijese algo, pero no fue así― ¿Qué pasó entre ustedes?—

―Para serte honesta, es algo que no merece la pena hablar ―me encogí de hombros y lancé mi mochila a la cama.

―¿De verdad? ―lo miré y enarqué una ceja― Porque tu mirada no me dice eso.—

―¿Ahora resulta que descifras las miradas? ―sonreí burlonamente― Eres todo un estuche de monerías.—

―¿Te gusta?— Vaya que directo que había sido.

―No ― negué con la cabeza.

―¿Segura? ―se acercó a mí.

―Vamos Luke, es de Jimin de quien hablamos ―bufé y puse los ojos en blanco.

―Exacto, Jimin, ojos marrones, alto, atlético...

―Suenas como si te gustara ―entrecerré los ojos― ¿No será que tú gustas de él?—

―Puedes estar segura de que no.—

Tenía dos opciones, decirle a Luke lo que sentía por Jimin o decirle a Luke lo que sentía por Jimin.

Lo sé, lo sé, es la misma opción, pero ¿qué riesgos puedo correr si le digo? Quiero decir, Amber lo sabe y básicamente ella puede hacérselo saber a todo el colegio en cuestión de segundos, así que ¿por qué no arriesgarme?.

―Tal vez ―pausé― cabe la posibilidad de que tenga un enamoramiento con Jimin―alcé mi dedo índice y recalqué ―Pero sólo tal vez— No era lo que esperaba pero algo era algo ¿no?, y al parecer había bastado con eso.

+ + +

Ésta mañana se me había hecho tarde. Había pospuesto la alarma del celular unas mil veces y luego no volvió a sonar, por lo que tuve que bañarme como Flash, desayunar a la velocidad de la luz y correr cual correcaminos escapando del coyote.

No había llegado tan tarde a la escuela, pero mi atuendo y aspecto no eran muy buenos.

―Syd ― gritó Luke mientras se acercaba a mi locker corriendo y se paraba junto a mí ― Ya tengo los boletos para la bienvenida.

―Genial ―dije con sarcasmo― Ahora tengo que conseguir un lindo vestido ―puse mis ojos en blanco.

―Estoy seguro de que encontraras uno muy lindo ―pausó― Así que sorpréndeme ―cerré mi locker.

―Dejémoslo en que encontraré un vestido—―comenzamos a caminar a la cancha de americano.

―Oye ―lo miré― en verdad te agradezco que me acompañes al entrenamiento ―me miró ― Además ―pausó― creo que ya te habías quedado antes así que no creo que te moleste.—

―¿Qué? ―lo miré confundida, no había entendido.

―Me refiero a Jimin―salimos y nos sentamos en las gradas― Tú y él amigos ya sabes—

―Ya ―asentí, no tenía mucho que decir.

―Higgins ―gritó el entrenador Drew mientras le hacía una seña a Luke para que fuera a donde él.

―Tengo que irme ―movió su cabeza señalando al entrenador― ¿segura que no te aburrirás?—

―Ya lo has dicho ―lo miré― Solía acompañar a Jimin a los entrenamientos ―sonreí.

―Hablando de él, mira quien viene allá ―me giré para poder ver a Jimin de la mano con Emily.

Verlo con ella se sentía como si me hubiesen encajado un puñal en la espalda y no se sentía anda bien.

―Oh si ―me limité a decir.

―Bueno enana ―tocó mi nariz con la punta de su dedo índice― te veo más tarde.—

―Surte ―grité y luego reí.

Luke se acercó al entrenador Drew y platicaron unos minutos, después el entrenador le habló a Jimin y le dijo algo y por su expresión de decepción y enojo, podría decir que no había sido algo muy bueno.

Al final de los entrenamientos los chicos del equipo siempre hacen varias jugadas para ver en que están fallando pero esta vez me pareció ver un par de cambios que fueron bastante notorios. Jimin estaba de receptor, lo que se me hizo extraño, y al buscar al chico que se encontraba en la posición de Jimin me encontré con Luke. Así es, Luke estaba de mariscal de campo, o bien, de quarterback.

Tal vez por eso Jimin estaba enojado, y es que Jimin nunca ha sido muy bueno en la posición de receptor, creo que de veinte veces que le mandaban en balón, él apenas lograba atrapar siete u ocho, por lo que esto iba a terminar mal, al menos para él.

The lucky oneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora