𝓓𝓘𝓔𝓒𝓘𝓢𝓔́𝓘𝓢

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― ¿Te voy a ver mañana en el partido? ―preguntó Luke mientras caminábamos hacia las canchas de americano.

―Tengo que ir ― lo miré mal― ¿Acaso siempre tienes que recordarme eso?—

―Sólo por si se te olvida ―sonrió. ―Luke, no se me olvidan ese tipo de cosas ―le di un empujoncito y solté un risita.

―Higgins ―gritó el entrenador apenas llegamos― necesito hablar contigo.—

―Te veo más tarde chaparra ―besó mi frente y se fue.

Subí las escaleras de las gradas y me senté hasta arriba; dejé mis cosas a un lado de mí sobre la banca y saqué mi cámara, apreté el botón de encendido y enfoqué a Luke con el entrenador para capturar la imagen.

―Oye ―me sobresalté un poco porque no había visto a nadie al momento de subir― yo debería estar allá y ese ―señaló a Luke― debería ser yo ―se sentó a mí lado.

―Deja de aparecerte así ―dije un poco molesta― Un día vas a matarme ―volví la mirada a la cámara.

―Lo siento pero tu amiguito se está quedando con todo lo que yo tenía ―podía sentir su mirada sobre mí.

―Menos con Emily ―solté de la nada― ella sigue siendo tuya ―me regañé a mí misma por el comentario que había hecho.

―Ya te dije que entre Emily y yo no hay nada ―se inclinó y buscó mi mirada― ¿Acaso estás celosa?—

―¿Debería de estarlo? ―me giré hacia él y arqueé una ceja.

―No en realidad ―sonreí triunfante― pero si enojada.

―Pues lo estoy ―lo miré― ¿Ahora estás feliz?—

―¡Park! ―gritó el entrenador― Tarde otra vez.

―Llevo aquí poco más de diez minutos pero ha estado hablando con Higgins y no se dio cuenta ―respondió sin expresión alguna en su rostro.

―Como sea ―hizo un ademán con las manos―. Lane ―me gritó. Genial hasta yo iba a alcanzar un regaño por culpa de Jimin.

―No distraigas a mis jugadores ―asentí― eres linda y el hecho de que seas linda no quiere decir que vas a venir y vas a coquetear con mis chicos.—

―Ves, eres linda ―dijo Jimin levantándose― Me voy o si no el entrenador me castigará ―asentí― Por cierto, después del entrenamiento iremos a comprar los materiales de nuestro proyecto.—

―De acuerdo ―volví la vista a mi cámara.

Había estado haciendo solo un poco de sol y yo había agradecido eso; odiaba los días soleados. El entrenamiento se tomó un poco más de tiempo, al parecer estaban practicando nuevas jugadas. Cuando por fin terminó, vi a Luke subiendo las gradas con pasos grandes y luego se puso frente a mí.

―No quiero ir ―dije mientras guardaba mis cosas.

―Tienes que ir chaparra ―dijo Luke.

― ¿Nos vamos? ―preguntó Jimin cargando su casco con la mano derecha y su equipo de protección con la izquierda.

―¿No puede ser otro día? ―hice una mueca.

―Tú fuiste la que dijo que quería terminar este proyecto cuando antes ―me miró y se acomodó la mochila.

―Bien, vámonos.—

La realidad era que me había arrepentido de lo que le había dicho a Jimin a principios de semana; quería que este trabajo fuera para siempre, era la única forma de pasar tiempo con él, y después de este proyecto eso no sería posible, seguiríamos separados y no me hacía a la idea de no estar con Jimin.

The lucky oneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora