―Er...yo...—
―Hey Syd ―volteé a ver a Luke quien estaba acercándose a mí― Adoras esta canción, baila conmigo, no puedes decirme que no ―extendió su mano hacia mí.
Miré a Jimin y le dediqué una mirada nerviosa.
―Por supuesto ―asentí y tomé su mano― Lo siento Jimin , será en otra ocasión ―me encogí de hombros y seguí a Luke dejando a Jimin parado frente a nuestra mesa.
Llegué con Luke al centro de la pista de baile en donde se encontraban Sofi y Dave bailando. Luke colocó sus brazos alrededor de mi cintura y yo coloqué mis brazos alrededor de su cuello.
Luke era bastante alto, como Jimin , o tal vez yo era muy pequeña. Fuera lo que fuera agradecía a Sofi por comprarme esos tacones altos ya que no alcanzaba a Luke pero al menos no tenía que ponerme de puntillas.
―Me salvaste ―susurré en su oído.
―Lo sé chaparra, me debes una ―soltó una pequeña risa.
―Lo que quieras ―recosté mi cabeza sobre su pecho.
―En realidad hay algo en lo que quiero que me ayudes.
―Ajá ―sonreí.
―Hay una chica... ―me separé de él bruscamente y sonreí ampliamente.
―Oh por Dios, te gusta alguien, eso es...espectacular ¿quién es?—
―La chica de allá ―dijo separándose de mí y señalando a una chica en un lindo vestido color beige.
―Está en mi clase de biología.
―¿De verdad? ―asentí― Tienes que presentármela ―hizo un puchero.
―Bien, se llama Peny ―sonreí.
―Llévame con ella ―jaló de mi brazo.
―Bien, vamos ―giré los ojos y caminamos hacía la mesa en donde estaba Peny.
Cuando llegamos con ella, sonrió. Tal vez Luke también era de su agrado; los presenté y entonces fue como si no existiera, ambos encajaron al instante y al parecer compartían gusto por la biología.
Me disculpé con ellos y me retiré por un poco de ponche de frutas y luego volví a nuestra mesa en donde aún se encontraba Jimin sentad. Me estaba mirando muy atento y a causa de los nervios, sonreí tímidamente.
―¿Ahora podemos bailar? ―preguntó tomando un sorbo de lo-que-sea-que-estuviera-bebiendo.
―Si no tengo opción, supongo que sí ―me encogí de hombros.
―Pero ―se quedó callado un momento.
―Pero... ― repetí curiosamente.
―Vayamos afuera ―sonrió poniéndose de pie.
―Oh no, definitivamente no ―me senté.
―Oh vamos ―se acercó a mí― sólo será un rato.—
―Me agrada estar aquí ―lo miré― Además está fresco allá afuera.—
―Sólo una canción ―se agachó, tomó mis manos y me miró a los ojos. De esta manera no podía decirle que no así que asentí― Gracias—
Salimos del gimnasio y él me llevó hasta la cancha de americano, aún se escuchaba la música proveniente del gimnasio, Jimin se sentó en las gradas y yo lo miré extrañamente.
―¿Qué? ―preguntó mientras me miraba.
―Creí que íbamos a bailar ―fruncí el ceño.
ESTÁS LEYENDO
The lucky one
Novela JuvenilCuando tu mejor amigo es el mariscal de campo del equipo de football americano de la escuela, no sabes quienes son realmente tus amigas. Todos los derechos a su autora.