Capítulo 42

672 52 17
                                    

Salimos a cenar a Comptoir Darna, restaurante en el que se ha encargado de reservar Luca por sopresa para todos.

-¿Sabes algo del código de vestimenta? -le pregunto a Marco tanteando un par de opciones que tengo tiradas encima de la cama. Él me mira a través del espejo sonriente abrochándose el último botón de su preciosa camisa blanca de Armani.

-Si fuera yo te dejaba pasar en toalla -ríe haciendo el chiste a mi mayor manía.

Finalmente termino eligiendo un vestido de Rocío Osorno Collection, en concreto un vestido corto de tul con muchísimo vuelo color amarillo. Aprovecho para hacerme un par de ondas con las tenacillas antes de maquillarme, por lo que espero para que Marco se marche para conseguir que se sorprenda de... de nada se va a sorprender, si ha estado con mil chicas...

En los ojos me hago con paciencia el sombreado hasta conseguir ese resultado smokey que jamás me ha quedado del todo bien, pero esta vez cambio los tonos grisáceos por una sombra con purpurina dorada. Como de costumbre me hago un potente y elaborado eye-liner para resaltar el color verdoso de mis ojos y como no puede fallar en mí, me pinto los labios de rojo pasión.  

-Emma, cariño ¿estás lista? -Sara, vestida con un vestido largo viene a buscarme a la habitación, pues todos están reunidos ya en el salón, esperándome.

-Sí, ya estoy... -cojo el bolso de mano de la cama y tras meter el móvil en él me giro para que mi amiga me dé el visto bueno.

-Dios mío... estás preciosa... 

-¿Tu crees? -me obligo a no poderme el labio inferior para no fastidiarme el maquillaje pero ella nota que estoy nerviosa.

-Esto... chicas... -Marco deja de hablar de inmediato cuando me ve pasear por la habitación-. Joder... yo... estás...

-¿Bien? -le presta ayuda la canaria.

-Está preciosa...




-¿Salimos no? -Luca, que acaba de terminar de charlar con uno de los dueños del restaurante, vuelve hacia nosotros que esperamos pacientemente a la entrada del famosísimo restaurante.

-¿A dónde queréis ir? -se adelanta el mallorquín, que pasa un brazo por mi cintura para darme algo de calor, pues es cierto que las noches marroquíes son mucho más frías de lo que es de esperar.

-So Lounge está a tan solo un par de calles... -Luca tantea algo en su teléfono y hace una pequeña llamada durante la cual, por lo que entiendo, nos acaba de reservar una mesa en la zona vip. Joder, si es que tiene contactos en todas partes.

Cuando los chicos ya han pedido una botella de ginebra y han aceptado el ofrecimiento de la cachimba, yo me disculpo un momento para ir a por un mojito pues no me apetece empezar a beber sin ir calentando motores antes...

Mientras espero a que me sirvan me balanceo suavemente al ritmo lento de Thinking 'Bout You de Dua Lipa quizá prestando demasiada atención a la letra de la canción de una de las promesas del pop internacional. Quizá debería dejar de darle tantas vueltas a las cosas...

-Te va a salir humo de la cabeza de tanto usarla... relájate -escuchar su voz tan solo a unos cuantos centímetros de mi eriza la piel de mi cuerpo de manera inexplicable.

-Algunos tenemos ese defecto de pensar las cosas... 

-Y luego estoy yo y mira lo feliz que soy -señala su pecho con orgullo y sonríe abiertamente-. ¿Ya te has reconciliado con Dua Lipa?

Pues claro, él estuvo al corriente de mi ataque de celos y se divirtió conmigo de lo lindo.

-Eres muy mala influencia, Asensio...

-No lo sabes tu bien, Sagnier -cuando pronuncia mi apellido de forma casi gutural debo apoyar mi brazo en la barra para no comerme el suelo pues mis piernas parecen estar hechas de mantequilla pura.

El simpático chaval me sirve el mojito y le doy un sorbo sin pensar. Marco tiene razón, una vez más; debo dejar de darle tantas vueltas a las cosas...

Sweater Weather de The Neighbourhood empieza a sonar a un volumen suave pero aún así lo suficientemente alto como para poder escuchar la voz rasgada del vocalista pronunciar la letra. Recuerdo el primer día que escuché la canción; fue el día que me atreví a conducir sola por la Gran Vía para compararle a Marco por Navidad las botas de fútbol grabadas ¿todavía las conservará?  Al primer segundo sentí que la letra estaba escrita para nosotros así que me pasé días escuchándola sin descanso, día y noche hasta que decidí que debía pasar página.

-Ya te has vuelto a ir... -su voz me trae de nuevo a este preciso momento en el que me abraza con suavidad haciéndome sentir segura y protegida.

-Perdona...

-¿No estarás ya borracha? Mira que dicen que los borrachos dicen la verdad eh... -ríe de broma pero algo en mi se acciona sabiendo que tiene más razón que un santo.

-Te quiero. -Se lo suelto de sopetón, sin pensarlo de tal forma que suena incluso amargo pero necesitaba decírselo porque es algo que llevo sintiendo demasiado tiempo, algo que ya no puedo callarme, algo que no puedo seguir convenciéndome de que pasará-. Y los borrachos siempre dicen la verdad...

-Entonces... -da un largo sorbo a mi mojito antes de besarme todavía con el sabor de la menta en la boca-, estoy enamorado de ti. Y los borrachos siempre dicen la verdad...

There's nothing I won't do [SAGA THINGS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora