Capítulo 60

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El telefonillo no ha dejado de sonar en los últimos minutos durante los cuales me he estado  peleando con el cable del aspirador que se ha empeñado en rodear mis tobillos y no querer soltarme ni a tiros.

-¿Se puede saber que hacías? ¡He estado llamando más de diez minutos! -con Marco es siempre así; primero el reproche, después el té que siempre compra en la cafetería de la esquina y después el beso.

Y bendito beso.

-Lo siento, estaba pasando el aspirador... -Marco me mira como si acabara de salirme otra cabeza a la espalda-. El aspirador, ese aparato que hace ruido y limpia el suelo. Sabes lo que es, ¿verdad?

-Claro que sé lo que es, idiota, pero sigo sin entender por qué no contratas a alguien si no tienes tiempo...

-Marco, soy una persona normal que hace cosas normales. Ya te he dicho mil veces que ni se me pasa por la cabeza.

-Pero tendrías más tiempo...

-No y no hay más que hablar. ¿Te quedas a desayunar?

Por la sonrisilla que se le escapa entiendo que tiene otros planes pensados y no sé muy bien si debo o no fiarme de este diablo vestido de corderillo.

-Depende... ¿Me vas a hacer esas tortitas francesas tuyas?

-Tostadas francesas y si me buscas por el interés al menos disimula un poco, que te veo venir de lejos.

Hacemos el desayuno, a decir verdad cocino yo mientras Asensio se dedica a mirarme ir y venir por la cocina, al ritmo de Dua Lipa y Martin Garrix.

-Creo que te quiero, Sagnier -ríe mi chico con la boca llena.

-Si solo lo crees después de tanto tiempo, tenemos un problema -encaro una ceja dando un sorbo a ese té negro con jengibre que tanto me gusta.

-Hace casi cinco años que te conozco, Emma... Cinco años trayéndome de cabeza, lo que hay que aguantar...

-¡Qué morro tienes! -exclamo dejando los platos en el fregadero.

-¿Nos estamos haciendo mayores? Hace mucho que no salimos de fiesta.

-¿Y eso que tiene que ver? El único que está llegando al cuarto de siglo eres tú, guapo.

-Ahí has ido a hacer daño y lo sabes -hace un puchero.

-Tienes la suerte de que me gustas tanto con veinticinco que con cuarenta y dos.

Mientras voy al baño a darme una ducha él murmura entre dientes algo así como "normal, yo también me gustaré con cuarenta y dos".




-Sabes, el otro día fuimos a Las Rozas... 

-¿Y...? -le doy pie mientras me desenredo el pelo mojado.

-Y... bueno, ya vamos entrenando para el mundial...

-Aja, para junio.

-Sí...

-¿Qué más Marco? Me estás poniendo nerviosa.

-Bueno pues... A Luis Enrique le gusta mucho como estás llevando las redes del club.

-Marco, ¿me has metido otra vez en un trabajo?

-Solo si quieres.

-Quería ir contigo al mundial, pero para apoyarte no para trabajar.

-Si no lo ves bien puedes decir que...

-Tú solo preguntarme antes, ¿vale?

-¿Es un sí? -le brillan los ojos como si de un niño pequeño se tratara.

-No voy a dejarte colgado, pero ahora largo, me he de maquillar que ya sé que estás tramando algo.



El teléfono no deja de vibrar durante los veinte minutos que estoy concentrada en dejarme la cara con un resultado aceptable. Antes de aplicarme el labial, resignada, miro a ver qué narices está pasando para que todo el mundo me esté buscando. Como esperaba, Instagram es el causante de tal alboroto.

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marcoasensio10: Perfectamente tú, quiero seguir mirándote así ❤️🍿 #18 #mtymn

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marcosllorente: Sigo sin entender como te aguanta por las mañanas, con la mala leche que tienes...😡🤷🏻‍♂️

berttoseevilla: A nosotros no nos mira así 😰 @angelpoblete5  @javipovea


-¿Me explicas esto? -me dejo caer a su lado en el sofá.

-Se llama Instagram, lo usas mucho -se encoge de hombros.

-Disimula... 

-Yo también te quiero cielo -me besa en la sien.

-¿Me vas a explicar dónde vamos? -hago un mohín.

-¿Dónde vamos?

-Te conozco más que demasiado, Marco. Ahora dime dónde vamos.

-A Formentera -suelta sin más.

-Muy gracioso. Veeenga -meneo su brazo pidiendo atención como cuando era una cría-, dime donde vamos...

-No me creas...

-¿Cómo? ¿Cómo nos vamos a ir a Formentera? No me vaciles, Asensio -me pongo muy seria aguantando la risa y como siempre él sin más estalla en carcajadas por lo mal que se me da mentir. Debo pedirle a Sara un par de clases de interpretación.

-Emma, Vero y Odri nos están esperando, ¿me vas a creer ya o no?

-Pero... ¿por qué? Si aún tenéis que...

-Es una sorpresa. Ahora, ¿me dejas intentar no joderte el resto de ella? 

There's nothing I won't do [SAGA THINGS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora