Capítulo 59

585 46 12
                                    

-Marco, por Dios, deja de darle vueltas a la habitación... -escucho las quejas desesperadas de Isco antes incluso de llegar a la habitación.

-Si tú estuvieras aquí encerrado durante dos semanas estarías igual o más insoportable que yo.

Entro a la habitación riéndome por la discusión de estos dos, lo que provoca que al segundo dos miradas me lancen dardos envenenados.

-¿Me traes ropa que no huela a hospital? -me río como una cría al comprobar que esa manía mía del olor de los hospitales se le ha contagiado al mallorquín, así que cuando le muestro las sudaderas que sobresalen de mi bolso sus ojos se iluminan-. ¿Te he dicho lo mucho que te quiero?

Marco se acerca a mí arrastrando el gotero y me besa en la frente en un acto de intimidad en el que Isco ya está acostumbrado a ser partícipe.

-Solo me quieres por interés...

El malagueño y yo nos podemos al día sobre el embarazo de Sara mientras Asensio se viste con su ropa en el baño y antes de que salga por la puerta, Isco me dedica una de sus miradas de: "tengo que contarte algo pero no sé si puedo".

-¿Qué pasa? -le doy pie, como ya sé hacer.

-Si te lo cuento Marco me matará...

-Y si no lo haces lo haré yo, y sabes que soy más peligrosa...

-Ha pedido el alta voluntaria.

-¡Todavía te quedan cuatro días de baja! -protesto la mar de indignada.

-Emma... no soporta estar aquí, se aburre, es normal que quiera volver a casa, a su vida...

-Pero... -reflexiono preocupada-, ¿cómo va a volver a jugar tan pronto?

-No va a volver jugar ya... él cree que sí pero Zizou quiere que esté en plena forma cuando vuelva. De momento solo le va a dejar entrenar con nosotros, para que esté al día de los cambios que ha ido haciendo en plantilla.

Por la cara de preocupación que debo poner Isco vuelve a tomar la iniciativa:

-No te preocupes, anda, Lucas y yo le cubriremos las espaldas. Te lo prometo.

-¿A qué vienen esas caras tan largas? -pregunta Marco al salir del baño.





-Vale, ¿todo bien? -revoloteo alrededor de Marco sin dejar de pensar en qué puede llegar a necesitar a lo largo del día.

-Emma, estoy bien, puedo moverme así que si necesito cualquier cosa yo mismo iré a buscarla...

Le miro con el ceño fruncido, sin fiarme demasiado de sus palabras, pero él sin embargo sonríe abiertamente, como si realmente estuviera exagerando. Quizá sí que me esté preocupando demasiado...

Antes de que pueda decidirme si me quedo como Marco me pidió nada más llegar o si me voy a trabajar y parecer un adulto responsable el pitido de mi teléfono en el bolsillo trasero de mis tejanos me indica que un correo nuevo ha entrado a mi bandeja de e-mails.

-¿El club te está reclamando? -bromea el mallorquín abrazando la parte superior de mis muslos.

-No, es otro correo de ese francés... vuelve a pedirme que acepte una entrevista con él.

-Emma...

-No, Marco. Ya está, lo he eliminado.

-Pero... si quisieras aceptarla... me parecería bien.

¿Cómo?

-¿Qué?

-Si las condiciones fueran buenas, si el trabajo te gustara... No sería yo quien te pondría pegas para que fueras.

-Marco, ¿qué estás diciendo?

-Que ya te forcé a tomar una decisión una vez, pero he cambiado y ya no soy así. Tu trabajo es lo más importante para ti y lo entiendo, nunca te obligaré a tomar una decisión entre tu trabajo o yo, así que si quieres aceptar...

-Te equivocas. Lo más importante para mí eres tú, no un maldito trabajo en París.

-París no está lejos... Podríamos vernos cada...

-Marco, se acabó la discusión. Quiero estar aquí contigo, no en Francia trabajando para un tío que no me da buena espina. Y ahora me voy a trabajar, nos vemos luego.

-Te quiero -noto como sonríe antes de que me largue por la puerta.

Debe estar pensando lo mismo que yo ahora mismo:

Asensio 1 - Come crêpes 0

There's nothing I won't do [SAGA THINGS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora