{8 de Octubre, Miércoles}
Jack ya sabía todo lo que necesitaba, aquel chico del que Will tanto le hablaba no se había guardado nada y le había sido sincero, más tranquilo invitó al chiquillo a merendar en su enorme casa. Dean se sentó en la mesa del comedor mientras el mayor iba a la cocina por algunos dulces, un capuchino y leche caliente, posteriormente lo dejó todo sobre la extensa mesa de cristal situada en el comedor. Este no le había querido explicar nada al rubio porque quería que fuera el propio moreno quién le contara su condición.
- Bueno Dean....¿puedo hacerte una pregunta? - Él se tensó un poco y se puso nervioso, ¿qué tipo de pregunta le haría? - S..sí claro - Dijo en un intento de parecer tranquilo, aunque no sirvió de mucho - ¿Tú padre abusa de ti? - La leche que Dean bebía le salió por la nariz y este comenzó a toser y respirar con dificultad. Jack cogió una servilleta y la pasó por toda su cara y luego sobre el charco de leche que había en la mesa - ¿A..a qué v..viene esa p..pregunta - Ya había perdido toda la tranquilidad que poseía y estaba comenzando a sudar, no le gusta hablar de él.
- Sinceramente estoy preocupado por ti, pero más lo está William, cuando estabas en el hospital le llevé unas cosas a mi hijo y me contó lo que pensaba, no quiero incomodarte ni nada - El menor bajó la mirada y frotó sus manos sudorosas inconscientemente -B..bueno...mmm q..quizás - Confesó nervioso de la posible reacción que pudiese llegar a tener el adulto que se encontraba junto a él.
- Está bien, estate tranquilo - Él se agacho a su lado y tomó sus manitas temblorosas - Si quieres podemos ayudarte a solucionarlo, pero no hay prisa ¿si? - Entre su voz cariñosa y esa sonrisa tan sincera logró calmar a aquel animalillo asustado - ¿C..cómo? - Ya más tranquilo fue capaz de hablar, para él hablar de su padre es como mencionar al mismísimo diablo, aún yacía en él un reciente cardenal en su muslo derecho.
- Supongo que tú y tu hermano lo habréis pasado muy mal...mmm...¿te gustaría quedarte aquí de momento? - La pregunta tomó desprevenido al adolescente y se levantó de la silla con rapidez en acto reflejo - ¡¿V..vivir aquí?! - En otro asintió en respuesta - Mmm no s - Se vio interrumpido por unos pasos que venía de las escaleras - ¡¡Di!! - Su hermanito acompañado de Sophie se tiraron encima de Dean como si fueran dos garrapatas y este por poco no cae al suelo.
- ¿Vamos a vivir aquí hermanito? - El hecho de que el menor hubiera escuchado parte de la conversación ponía al rubio en un apuro - Yo no quiero vivir con el hombre malo, ¡quiero estar con Sophie! - El pequeño abrazó a su amiga en un gesto muy tierno para ambos y la niña, como no, lo correspondió con mucho cariño - E..está bien, si no es una molestia...Aún así sólo será temporalmente, no queremos abusar de su generosidad -Dijo el chiquillo algo avergonzado, aún no se acostumbra a que lo ayuden - Perfecto, no te preocupes por tu padre, mi marido y yo nos encargaremos - La tensión que estaba instalada en el cuerpo de Dean se fue y por fin pudo estar tranquilo.
- Antes de nada me gustaría que habláramos con tu padre y que fueras a recoger vuestras cosas ¿te parece bien? - Asintió decidido, estaba dispuesto a librarse de aquel monstruo del que había estado atado por años. Al llegar el hombre de comenzó a tensarse por la presencia de los dos sujetos desconocidos y comenzó a ponerse violento, Dean mientras cogió las pocas pertenencias importantes de ambos y esperó en el coche, las sienas de la policía sonaron y estos se llevaron a su progenitor - "Te arrepentirás" - Habló moviendo sus labios mirando al adolescente, haciéndolo sentir aterrado.
- ¿Eso es lo único que tenéis? - Preguntó Damian al ver una sola bolsa con una foto, un peluche y un poco de ropa - Sí....- Jack más animado que nunca habló con tono alegre - Pues entonces tenemos que ir un día de compras ¿te apetece? - La idea sacó un enorme sonrisa de la boca del ojiazul haciéndolo sentir como si de verdad tuviera un familia - ¡Sí! - Y pasaron el resto del camino hablando fluidamente.
- ¡Dean! - Nada más entrar unos brazos se situaron alrededor del cuerpecillo del más bajo haciéndolo sentir cálido - ¿Vivirás aquí? - Preguntó el moreno aún abrazando con fuerza al menor, un abrazo que fue correspondido - Sí...¿te importa? - El otro negó frenéticamente, estaba tan feliz que incluso elevó a Dean, haciendo que este rodeara su cintura con las piernas - ¡Will! - Exclamó avergonzado el menor de la posición que ambos tenía - ¡Es que estoy feliz! - El de ojos avellana se separó un momento del chico aún cogiéndolo y observó como se veía algo preocupado
- ¿Estás bien Dean? - Este último lo miró a los ojos, esos ojos que se ven tan puros y claros, pero que si miras un poco más fijamente puedes observar como en unos de ellos un parte es levemente de color verde, tan pequeña que es difícil de apreciar. Esos ojos para Dean son un peligro, porque sientes como estos ven a través de su alma y que sobrepasan todas sus barreras sin esfuerzo alguno - Oye no llores - William se sentó en el sofá y colocó al menor encima de sus muslos de forma que quedaran cara a cara y secó sus lágrimas con delicadeza - ¿Estás asustado? - El otro asintió, ya sabiendo que la mirada del mayor había visto todo en su interior.
- Pero ahora estás conmigo ¿no? Aunque no lo parezca pego fuerte - La pequeña broma que había echo Will fue suficiente para hacer reír a Dean, una risa débil pero preciosa, esa era la primera vez que lo escuchaba reír de esa forma - Wow, tienes una risa muy bonita - El menor se detuvo y se sonrojó frente a su sincero comentario - ¡No digas esas cosas! - Este enterró su cara en el pecho del moreno para que no viera su incipiente sonrojo - Hey no te escondas, déjame ver - William forcejeaba con el pequeño hasta que por fin pudo contemplar esa carita que le parecía tan linda - Dejaste de llorar - Dijo retirando las últimas lágrimas que quedaban sobre sus mejillas.
- Ugh ¡no me molestes! - Y Dean volvió a enterrar su cara en el pecho de su acompañante, William se limitó a acariciar sus mechones color ceniza con una mano y con la otra frotaba su espalda protectoramente. A todo esto Damian y Jack contemplaban esa linda escena abrazados, pensando que su hijo quizás habría encontrado a su otra mitad después de todo y rememorando cómo lucían ellos en su juventud. El resto del día lo pasaron jugando a juegos de mesas todos juntos y viendo películas hasta bien entrada la noche.
![](https://img.wattpad.com/cover/173879312-288-k838936.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dean (+18 - Gay)
RomanceUna vez que descubres qué es estar acompañado por muy solo que hayas estado toda tu vida ya nada volverá a ser como antes. Lo necesitas a tu lado, te sientes lleno, así se sentía Dean cuando vio por primera vez al moreno. Segunda parte de "Te odio y...