{8 de Octubre, Miércoles}
- ¿D..dónde dormiré? - Preguntó el adolescente aún sin poder acostumbrarse a toda esta situación - Puedes hacerlo en mi cuarto - Dean de solo pensar dormir en la misma habitación que William se comenzó a sonrojar - E..está bien - Los más pequeños ya estaban durmiendo puesto que eran ya pasadas las 11. Los chicos subieron al piso superior después de haberle dado las buenas noches a sus padres y este le mostró su habitación.
Esta encajaba perfectamente con la personalidad de William, las paredes estaban pintadas de un tono rojo apagado pero no por ello aburrido, esta era muy amplia con una armario empotrado blanco, un escritorio y una cama doble del mismo color brillante, en una esquina del cuarto había una cesta con todo su equipamiento de rugby y para rematarlo todo, una gran alfombra redonda roja brillante en el medio de la sala.
El pequeño se había quedado embobado mirando hasta el último rincón de su cuarto y no se había fijado que el de ojos caramelo había comenzado a desvestirse - Toma, es lo más chico que tengo - El chico salió de su ensoñación y cogió el pijama de tela que le estaba dando su compañero de habitación, ahí fue cuando se percató que este solo llevaba puesto unos bóxers negros -¡Will! - Él se cubrió los ojos y se dio la vuelta quedando de espaldas a él - Perdón, tengo como costumbre dormir así ¿te molesta? - El menor pese al estar completamente rojo de la vergüenza negó, en su interior le gustaba verlo así, solo que muy adentro - Okay, si quieres puedes cambiarte en el baño - Dean corrió y se encerró en el baño para calmar su agitado corazón latiente.
El pijama que este le había dado era liso y negro de tela fina, la parte superior le quedaba como un camisón, y la parte de abajo solamente se le caía, así que simplemente no se la puso y salió del baño apenas con la camiseta - El pantalón s..se me cae - Tartamudeó avergonzado el rubio mientras admiraba de reojo al de un cuerpo de escándalo - ¿Q..qué? - Preguntó Dean cuando el moreno se le había quedado mirando casi embobado - Te queda genial - El comentario sincero de William lo había hecho enrojecer más si es que aún podía hacerlo.
- Venga no te avergüences así, ven - Dean apretó el filo de la camiseta tirándola hacia abajo y se colocó frente a Will sin mirarlo siquiera - ¿Quieres tocar? - El chico se sobresaltó ante su pregunta, otra vez había conseguido leerle la mente - B..bueno - Al ver la timidez del chico el mayor agarró la mano de Dean y la puso sobre sus abdominales - Ahh - Lanzó al aire un gemido tan bajo que solo un perro podría haberlo escuchado, el menor deslizó sus dedos de arriba a abajo delineando cada un de sus músculos casi hipnotizado.
William se echó un poco para atrás y se tumbó en la cama, posteriormente cogió a Dean y lo subió encima suya para que quedara recostado sobre su cuerpo y pudiera acariciarlo mejor - ¿Te gusta? - El chiquillo asintió tímidamente mientras seguía embobado ante semejante obra maestra de un prestigioso escultor parisino. Se quedaron en esa cómoda posición hasta que un bostezo del rubio dio el día como finalizado, ambos se acostaron uno frente al otro y apagaron las luz.
- Dean ¿sabes qué? - El otro negó, pero en la oscuridad ese gesto no era visible y tuvo que hablar - No, dime - Este estaba tranquilamente con los ojos cerrados tratando de dormir porque ya el sueño comenzaba a surtirle efecto - Estoy enamorado de ti - El sueño escapó del cuerpo de Dean en un abrir y cerra de ojos y pegó un gran bote haciendo que casi se caiga de la cama - ¡¿Qué?! - Atinó a decir como única idea ante semejante y repentina confesión - No sé que cosa pero me atraes, y t..tú me gustas - Flaqueó el moreno nervioso por el inminente rechazo de Dean.
- Yo no sé si tu me gustas, n..nunca me he enamorado - William suspiró al no haber sido rechazado hasta ahora, así pues una brillante idea se le pasó por la mente - A lo mejor si nos besamos sabes si te gusto - El menor agradeció a los dioses porque en ese momento la habitación estuviera tan oscura como para que el otro no pudiera ver su cara color carmesí - Pu..puede ser - Will se incorporó y se acercó al rubio tomándolo por las mejillas con sus manos grandes y firmes, lentamente se fue acercando al ojiazul reduciendo la distancia de estos hasta llegar al 0.
Sus labios se juntaron y una corriente eléctrica recorrió la columna vertebral de cada uno, era un beso superficial, pero unos sentimientos a los que pudo nombrar comenzaron a emerger del interior de Dean. El más experto comenzó a mover lentamente sus labios convirtiéndolo en un beso lento y tierno, el menor correspondía el beso con su boca inexperta y abrazó al moreno para sentirse más cerca de él.
- ¿Tienes ya tu respuesta? - Dijo el mayor una vez el beso hubo acabado, dejando a ambos con ganas de seguir - S..sí, yo creo que si me g..gu..gustas - Dean avergonzado por haber tartamudeado escondió su cabeza bajo las sábanas como lo haría un espléndido avestruz - ¿Serías mi novio? - Dean elevó su cabeza y miró de nuevo la silueta del moreno con asombro - P..podemos probar si quieres - Él antes de alegrase volvió a preguntar - ¿De verdad quieres? No quiero obligarte - Él otro asintió frenéticamente en un gesto que William notó a la perfección - ¡Me haces muy feliz! - Exclamó el más alto feliz, abrazó a Dean y se tiró con él a la cama - Ahora sí a dormir - Este plantó un beso sobre su frente - Buenas noches - El otro le deseó lo mismo y tras algo de esfuerzo ambos quedaron dormidos en un profundo y cálido sueño.
{9 de Octubre, Jueves}
Ambos inexpertos en el amor habían decidido que quería probar si todo funcionaba antes de comenzar a salir, así que se podía decir que eran "novios de prueba" William sabía que las cosas debían ir despacio, apenas unas semana antes nadie sabía su nombre en el instituto y ahora estaba saliendo con él, no quería asustar a aquel animalillo con cualquier imprudencia de su parte.
La mañana había despedido a la noche y unos deliciosos rayos de sol eran saboreados por la amplia espalda del moreno, el cual cubría a su presa de estos para que no le molestaran. Ambos dormían a gusto en los brazos del otro, más no lo admitirían, al menos Dean. Este último despertó y lentamente fue abriendo los ojos, para toparse con un pezón justo delante de su ojo izquierdo, estuvo apunto de gritar cuando en un momento de lucidez se acordó de que William aún dormía y no quería despertarlo.
A los ojos del rubio Will era como un ángel que le habían enviado para salvarlo de su miseria, un milagro, como si no un chico tan guapo y agraciado se habría fijado en él y encima haberse esforzado en derretir la gruesa barrera de su corazón helado. Además guapo se le quedaba corto, simplemente era una obra del destino para compensarle todos esos años tan horribles que había pasado.
- ¿Cuánto tiempo seguirás mirándome? - Él aún no tenía los ojos abiertos, sin embargo fue capaz de saber que este lo estaba penetrando con su mirada soñolienta - ¡¿Estabas despierto?! - El menor fue a retroceder pero este le agarró para que volviera a su posición - Puedes mirarme todo lo que quieras, no muerdo - Este musitó algo en lo bajo que el otro no escuchó "Eres un aprovechador" en falso enfado claro.
- Tengo hambre - El mayor no dudó un momento en levantarse, coger a Dean cual princesa y comenzar a bajar las escaleras aún en esa posición - ¡Bájame William! - Gritaba el ojiazul intentado zafarse sin mucho éxito, ya que su "n..novio" era demasiado fuerte para sus músculos inexistentes. Al llegar a la planta baja Jack se encontraba ya preparando el desayuno y toda su familia estaba en la mesa incluyendo a James.
- ¿Al final si es tu novio? - Preguntó Sophie con cara de pilla, a esto Dean seguía pataleando, un poco más flojo, para que le bajara de esa posición tan vergonzosa - Más o menos - La respuesta del mayor hizo que todo el mundo dejara de hacer lo que sea que estuvieran haciendo y voltearon verlos - ¡¿Estáis saliendo?!

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Dean (+18 - Gay)
RomanceUna vez que descubres qué es estar acompañado por muy solo que hayas estado toda tu vida ya nada volverá a ser como antes. Lo necesitas a tu lado, te sientes lleno, así se sentía Dean cuando vio por primera vez al moreno. Segunda parte de "Te odio y...