Cita inesperada

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Jane pov

Nos reiamos con cada broma que nos haciamos cuando el un momento Marshall se me acerco diciendo.
-Hablemos de nosotros.-Acercándose a mí. Me alejé, ¿qué le pasaba?
-¿Nosotros? ¿De qué tenemos que hablar?.
-No sé, ¿qué crees tú?
-Marshall, entre nosotros no hay nada, tú y yo solo nos conocimos hace una semana, no puedes estar asi conmigo
-¿Así como?.- Dijo acercándose, una vez más.
Nos estabamos acercando cada vez un poco mas hasta que tocaron a la puerta..
-Te salvó la campana, pero esto no se queda así eh?.- Dijo Marshall quedando a pocos centimetros. Solo le doy una risita tímida.
Marshall abrió la puerta y un chico alto, apuesto y formido entró al lugar donde estabamos.
-Hola hermosa.- Dice lanzandome una sonrisa de oreja a oreja.
-Holaa..- Dije deolviendole la misma sonrisa.
-Yo soy Jaxon, se podria decir mejor amigo de Marshall.
-Bueno, yo soy Jane.
-Bien linda eres ah
-Gracias.
-Cambiando de tema.- Dijo Jaxon mirando a Marshall-- Ustedes que hacen aqui? Es decir. ella es tu novia amigo?.- Con su dedo apuntandome.
Me sonroje y mire a Marshall.
-No, somos solo amigos.
-Sí Jaxon, amigos solamente.-Dice Marshall, mirandome con cara se podria decir “pervertida” .
-Buenoo, sigan con... Ahm su "amistad", ah y otra cosa. Marshi noté que la puerta se atoró un poco y que no la pudiste abrir. Por donde entraron?.-Dijo Jaxon con una expresion confundida
-Ahm... Por el árbol.- Dijo Marshall divertido.
-Que gillipollas eres.-Dijo Jaxon a carcajadas-- A una dama no se le hace subir por un árbol.
-Oye! No estuvo tan mal, no nos paso nada.
-Dilo por ti!.-Dije algo molesta-- Si no te diste cuenta, me corté con una estupida rama.
-Que mal Lee, no pensé que serias asi.- Le dijo Jaxon reprochando a Marshall-- Ven linda, yo te curaré esa herida.
Con un movimiento rápido sostuvo mi mano en la suya y como por arte de magia la cortadura que tenía desaparecio.
-Pero que....- Dije asombrada.
-Jaja tranquila, ese es uno de mis poderes se podria decir, no solo se regeneran mis heridas, las de otras personas tambien.-Dijo esbozando una sonrisa.
-Eso es genial!.-Dije con la misma sonrisa.
-Si si puede regenerar a las demas personas que asombroso.- Dijo Marshall con sarcasmo--Jane, nos vamos? Este lugar se volvio muy presumido.-Dijo mirando a Jaxon.
-Jajajaja bueno bueno vamonos, adios Jaxon fue un gusto.- Dije despidiendome de Jaxon.
-Adios linda.
Salimos esta vez por las escaleras como gente normal cuando me pregunto:
-Y.. ¿A donde vamos ahora?
-No pienso acompañarte a algún centro comercial de mierda. 
-No te torturaría con eso..-Me afirmo, cuando bajábamos las escaleras. 


El parque estatal. 
Un feo nombre para un parque tan hermoso. Tan solo a cinco cuadras del almacen, hay un sitio de 100 metro cuadrados, lleno de árboles, zonas de césped, juegos, arcos de cemento, puestos de algodón de azúcar y helado. Por últimos de una de las tantas cosas hay arriendos de bicicletas de dobles asientos.
Los domingos la gente venía a pasar un día en familia al parque. Específicamente hoy, habían muchos niños y parejas paseando. 
Entrelace mi brazo con el de Marshall, con deliberada confianza. Lo note un poco tenso. Más bien, muy inquieto, miraba a la gente a nuestro alrededor como si se preparara para cualquier ataque de parte de ellos. 
Le apreté su bíceps de acero, para llamar su atención. 
-Tranquilo, no van hacerte nada..- Le dije en un tono conciliador. 
-Perdón es que no estoy acostumbrado. 
Me reí, enternecida. Lo guie hacia más al centro del parque, a los juegos. 
Los columpios estaban desocupados. 
-¡Corre antes que un niño lo agarre!.-Le dije, corriendo hacia los columpios. 
Marshall me siguió y agarramos los columpios, justo antes que unos infantes que venían hacer lo mismo. Pero nosotros somos más rápidos. 
Él se rio malvado. 
Con mis pies empecé a impulsarme, tomando vuelo. Marshall me miro un rato, aprendiendo la técnica. Luego imito lo que estaba haciendo. 
Comenzamos a balancearnos, poniendo nuestras piernas rectas cuando íbamos hacia delante y retrayéndolas cuando íbamos hacia atrás. Yendo cada vez más rápido. 
-¡El que llega más alto gana!.-Le grite, atraves del viento. 
Los dos nos impulsamos para ir más alto. Marshall sonreía muy infantil, mirándome con sus ojos encendidos. 
-¡Esto es como volar!.-Grito emocionado. 
Me reí, echándome hacia atrás justo cuando iba muy alto. Vi a todos los niños que jugaban detrás de mí. 
Marshall seguía impulsándose, estábamos parejos. ¡A mí nadie me gana en los columpios, no señor! . Me impulse aún más, alzándome. 
-¡Saltemos! 
-¿Qué? 
-¡Salta cuando cuente hasta tres!.-Le dije. 
Íbamos muy alto. 
-Okey.
-Uno…..dooos…...-Me prepare, con la adrenalina latiéndome en las venas del cuello-- ¡Tres! 
Saltamos.  Ambos salimos disparados de los columpios. 
Caímos en un fuerte golpe en el césped, boca abajo. 
-Mierda!.-Me reí en medio de mi dolor--Joder. Había olvidado que dolía tanto. 
Marshall ni inmutado por el aterrizaje, empezó a carcajearse sin ninguna razón. Su sonrisa mostraba sus dientes blancos como perlas, sus hoyuelos lo hacían ver adorable y sus ojos se achinaban.
Vuelvo a reiterar, este chico es un ángel. Nos levantamos y nos limpiamos nuestra ropa.
-Oye, tengo una idea.- Dije con otra sonrisa.
-Te escucho
-Nunca entré a esta parte del bosque... Se ve... Tenebroso.
-No creo que sea una buena idea Jane, me contaron que casi nadiea salido vivo de ahi.
-Ohh! El pequeño tiene miedo? Vamoos es solo un bosque.
-No soy un pequeño.-Dijo haciendo puchero-- El que llegue ultimo es el perdedor.- Dijo empezando a correr en direccion al bosque.
Llegamos al mismo tiempo y nos adentramos a lo profundo de aquel bosque.
Estuvimos caminando por horas en silencio cuando Marshall por fin decidio hablar.
-Estamos perdidos.
-No seas exagerado, solo... Nos desviamos un poco..
-Jane, por favor mira a tu alrededor ves algo? No, ninguno de los dos conocemos esta parte del bosque, ya esta oscureciendo y cualquier cosa nos puede pasar.- Dijo gritandome. Me quedé callada, nunca lo habia escuchado tan enojado y peor conmigo. 
-Ya! Perdon no debi traerte aqui lo lamento si?! Pero no es para que me grites de esa froma.- Dije con una lagrima.
-Lo siento Jane, es que no quiero que te pase nada es todo, me preocupo por ti y esto es muy peligroso.-Dijo dandome un abrazo.
Seguimos caminando cuando de repente, escuchamos una musiquita en bajo volumen, era como una caja musical con el sonido para bebes. Decicdimos averiguar de donde provenia el sonido, el sonido iba aumentando de potencia cada vez que avanzabamos pero raramente no sabiamos donde estaba. Una risa macabra se escucho detras nuestro, volteamos y una sombra grande y algo encorbada se acercó a nosotro.....

Jeff x Jane. Amor y venganza no se mezclanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora