La poliomielitis es una infección aguda causada por un poliovirus (un enterovirus). Puede manifestarse con una enfermedad motora inespecífica, a veces con meningitis aséptica sin parálisis (poliomielitis no parálitica) y, con menor frecuencia, con debilidad flácida de varios grupos musculares (poliomielitis paralítica). El diagnóstico es clínico, aunque pueden solicitarse pruebas de laboratorio. El tratamiento es sintomático.
Hay 3 serotipos de poliovirus. El tipo 1 es el más paralitógeno y suele ser la causa más frecuente de las epidemias. Los seres humanos son el único huésped natural. La infección es muy contagiosa por contacto directo.
FISIOPATOLOGÍA:
El virus ingresa por vía fecal-oral o respiratoria, para luego penetrar en los tejidos linfoides del tubo digestivo. A continuación, se produce una viremia primaria (menor), con diseminación del virus al sistema reticuloendotelial. Hasta este punto, la infección puede contenerse, pero si avanza, el virus puede multiplicarse en forma adicional y causar una viremia secundaria de varios días de duración, que conduce al desarrollo de los síntomas y a la generación de anticuerpos.
En las infecciones paralíticas, el poliovirus ingresa en el sistema nervioso central, aunque no pudo dilucidarse si ésto ocurre durante la viremia secundaria o por migración ascendente a través de los nervios periféricos. Las lesiones significativas sólo se encuentran en la médula espinal y el encéfalo, en particular en los nervios que controlan la función motora y autónoma. La inflamación agrava la lesión producida por la invasión viral primaria. Los factores que predisponen al daño neurológico grave incluyen:
- Edad creciente (durante toda la vida)
- Amigdalectomía o inyección intramuscular reciente
- Embarazo
- Deterioro de la función de las células B
- Esfuerzo físico concurrente con el inicio de la fase del sistema nervioso central
El poliovirus puede aislarse de las fauces y las heces durante el período de incubación, y después del comienzo de los síntomas persiste 1 o 2 semanas en las fauces y ≥ 3 a 6 semanas en las heces.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
La mayor parte (70 a 75%) de las infecciones no produce síntomas. La enfermedad sintomatica se clasifica como:
- Poliomielitis abortiva
- Poliomielitis paralítica o no paralítica
Poliomielitis abortiva: Corresponde a la mayoría de las infecciones sintomáticas, en particular en niños pequeños, y se manifiesta con 1 a 3 días de febrícula, malestar general, cefalea, odinofagia y vómitos, que aparecen entre 3 y 5 días después de la exposición. No aparecen signos ni síntomas neurológicos y la exploración física es irrelevante, salvo por la fiebre.
Poliomielitis paralítica y poliomielitis no paralítica: Alrededor del 4% de los pacientes con infección por poliovirus desarrollan afectación no paralítica del sistema nervioso central con . Los pacientes suelen tener rigidez de nuca y/o de espalda y cefalea, que aparece después de varios días de síntomas prodrómicos en forma similar a la poliomielitis abortiva. Las manifestaciones duran de 2 a 10 días.
La poliomielitis paralítica se produce en < 1% de las infecciones por poliovirus. Puede manifestarse como una enfermedad bifásica en lactantes y niños pequeños, con una fase paralítica que se produce varios días después de la resolución de los síntomas de la poliomielitis abortiva. El período de incubación oscila entre 7 y 21 días.
Las manifestaciones más frecuentes de la poliomielitis paralítica, además de la , incluyen mialgias profundas, hiperestesias, parestesias y, durante la mielitis activa, retención urinaria y espasmos musculares. El paciente puede presentar parálisis flácida asimétrica, que progresa durante 2 o 3 días. En ocasiones, predominan los signos de encefalitis.
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Medicina
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