Te odio - Mateo Palacios/Trueno

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(Se recomienda releer el cap 22 para poder entender este)
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Dos horas habían pasado desde que Sol se fue con Julián, el amigo de Daniel. Dos horas donde su ¿Novia? ¿Ex? Salió de esa puerta sonriendo con una persona que no conoce.

—Bro, tenés una cara de ojete, mal.–habló Daniel mirándolo fijamente preocupado– ¿Estás bien?

Obviamente que no. Mateo ni siquiera pegó un ojo en toda la noche. Se sentía horriblemente mal. La primera pelea con Sol siendo algo y la había cagado mucho más él que ella.

—No jodas, es lo único que te pido–respondió Mateo.

—¿Bah? ¿Qué bicho te picó?
Daniel frunció el ceño. Mateo lo miró serio y luego pegó la mirada en el televisor.

—No puedo creer que fuiste capaz de juntar a un pajero con Sol para ir al cine. Me está tocando un poco los huevos.

Daniel relajó la mirada. Notó el enojo de su amigo.

—No pensé qué te iba a joder mucho.

—Te dije que Sol me gustaba–murmuró para que solo Daniel lo escuchara– ¿Y venís y traes un pelotudo para que Sol lo conozca? Sos una poronga como amigo.

El castaño lo miró ofendido.
—Primero que todo trátame bien que yo no soy cualquier cosa, ¿Sabes? Y segundo, la piba aceptó. Déjala salir y ser feliz, Mateo, no seas un grano en el culo.

Daniel decidió irse a la segunda planta cosa de dejar de discutir.

Mateo rodeó los ojos y decidió callarse. Casi se le salía un “es feliz conmigo, Gil” pero decidió que no, por las tontas reglas de Sol prohibiendo la exhibición total
¿Y si a Sol le parecía lindo? Es más, ¿Si le pinta seguir saliendo con el tal Julián? Mateo tenía un autoestima que tocaba el piso.

Es que a la vez estaba enojado. ¿Por qué aceptó ir con el pibe?, si bien pudo decir que tenía que hacer otra cosa o más bien decirle que tiene novio e inventar otro puto nombre. Pero no, no lo hizo.

¿Será que quería salir con el flaco? Porque si es así, entonces para qué se gasta en intentar algo con Sol.
“Total no somos nada”. Recordar lo que dijo antes hizo que se golpeara mentalmente

La puerta se abrió y el “chau, nos vemos” se escuchó al unísono. Sol caminó hasta la escalera después de despedirse y notó que Mateo la miraba, sin embargo, decidió subir hasta su pieza y encerrarse en ella sin dar un saludo al menos.

Mateo suspiró. Debía hablar con ella. Se levantó en su búsqueda, aunque se detuvo en media escalera cuando se planteó que tal vez no era buena idea.

Levantó la cabeza cuando escuchó la puerta de la pieza de Sol abriéndose. Ella salió de ahí, al parecer con intenciones de buscarlo.

—Eu.–dijo ella sorprendida al verlo.
—Eu–contestó Mateo.
— ¿Podemos hablar, por favor?

**
Sol se sentó en la cama de ella y Mateo se acercó dudoso. Decidió tirarse al piso, cosa de mirarla fijamente. Sol jugó con sus dedos.

—¿Cómo te fue?
Realmente Mateo no quería saber. Le valía tres hectáreas de verga. Pero necesitaba romper ese incómodo silencio.
Sol se encogió los hombros.
—Hum, algo aburrido.
Mateo abrió los ojos sorprendidos. Ahora sí le interesaba.
—¿Por qué?
—No lo sé–contestó la peli negra- no teníamos mucha química.
—No pensé que te habías ido en busca de “quimica”.
—No lo hice. Solo quería dejar de sentirme para la mierda–dijo Sol llenándose los ojos de lágrimas.
Mateo sabía a qué se refería.
—No quise decirlo, Sol, estaba enojado y solté cualquier pelotudez. Perdón.
Sol asintió.
—Está bien.
Mateo se levantó y la abrazó, empujándola en su pecho.
—Me está costando demasiado fingir que te odio–admitió–. No quiero insultarte para que los demás me escuchen, quiero pasarla bien con vos.
—Mateo, ya lo hablamos.
—Ya sé que lo hablamos. Pero no sé si podré seguir escondiendolo tanto tiempo.
—Lo sé.
—Eso no quiere decir que no lo intentaré.–susurró Mateo.
—Gracias.–comentó Sol.

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Uf, tanto tiempo, che.
Si les gustó, voten así subo otro cap que tengo escrito.